El
crecimiento imparable de sus infraestructuras puede condenar a Ho Chi
Minh, la ciudad más poblada de Vietnam y símbolo de su salto a la
modernidad, a sufrir graves inundaciones en las próximas décadas
que arruinen los beneficios del progreso alcanzado.
por
Eric San Juan
Nguyen
Van Thai, de 71 años, está acostumbrado a sufrir la subida de las
aguas casi a diario durante la temporada de lluvias, sobre todo entre
agosto y octubre, pero en los últimos años ha notado una mayor
intensidad, a pesar de las constantes obras para mejorar el
alcantarillado.
Desde
el interior de su minúscula barbería de apenas 4 metros cuadrados
en el distrito de Binh Thanh, observa cómo las olas generadas por
los coches y las motos en la carretera anegada golpean el dique de
unos 40 centímetros que él mismo erigió para evitar la entrada del
agua.
“Hace
cinco años lo hice más pequeño, pero tuve que agrandarlo dos años
después porque seguía llegando el agua”, dice señalando la
barrera de ladrillos.
“Cuando
comencé mi negocio, hace unos 40 años, había inundaciones, pero el
agua no llegaba tan alto. En los últimos 15 o 20 años ha ido
subiendo cada vez más. También tarda más en irse, antes bajaba a
los 15 o 30 minutos y ahora tarda unas dos horas y media”, explica
a EFEverde.
Subida
nivel del mar y construcción
Aunque
es consciente de que parte del problema se debe a la subida del nivel
del mar por el calentamiento global, Thai cree que el principal
factor es el auge de la construcción en los últimos años, que deja
el agua sin escapatoria.
“Aquí
teníamos muchos canales, pero los han ido cubriendo para construir
edificios y el agua no tiene por dónde salir. Hace unos años
repararon el sistema de alcantarillado y han elevado la carretera
unos dos metros, pero esta calle se sigue inundando. A veces ni
siquiera hace falta que llueva, basta con que suba la marea en el río
para que empiece a salir agua de las alcantarillas”, se queja.
Rápida
urbanización
Thai
coincide en su observación con un informe de la consultora Mc Kinsey Global Institute, que alerta de que el aumento de las inundaciones se
está acelerando por el imparable crecimiento de una ciudad que tiene
el 45 por ciento de su superficie a menos de un metro del nivel del
mar.
“La
urbanización provoca una reducción de las superficies permeables y
aumenta el riesgo de subsidencia (hundimiento progresivo del suelo)
debido a la construcción”, se señala en el informe.
Advertencia
de la consultora McKinsey
La
consultora advierte de que esta urbe de unos diez millones de
habitantes puede sobrevivir al riesgo de anegación actual, pero la
probabilidad de unas inundaciones devastadoras que aumenten el
peligro de muertes puede multiplicarse por cinco o diez de aquí a
2050.
“Los
planes para una rápida expansión de las infraestructuras y el
crecimiento económico continuado podrían, si no se gestionan con
cuidado, llevar a un aumento del riesgo”, se indica.
En
el peor de los escenarios posibles, con una subida del nivel del mar
de 180 centímetros de aquí a final de siglo, dos tercios de la
ciudad quedarían anegados en caso de inundación severa y el centro
de la ciudad, algo más elevado, se asemejaría a una isla.
La
antigua Saigón está acostumbrada a convivir con las inundaciones
estacionales del monzón y de las mareas vivas, que ya cuestan unos
1.300 millones de dólares (115 millones de euros) al año (cerca del
dos por ciento del PIB), un contratiempo que no le ha impedido
mantener un fuerte crecimiento económico en los últimos 30 años.
Sin
embargo, la consultora advierte de que el coste podría alcanzar
8.700 millones anuales por daños en los edificios e infraestructuras
como el metro, cuya primera línea está a punto de terminarse.
Posibles
soluciones
Pese
al oscuro panorama, los autores del informe creen que la urbe está a
tiempo de realizar los cambios necesarios para adaptarse y aconsejan
reubicar viviendas e infraestructuras en zonas de riesgo, así como
mejorar la calidad de estas construcciones para hacerlas más
resistentes a los embates del agua y los temporales.
Bosques
y manglares
Además,
apuntan que soluciones naturales como la plantación de bosques de
manglar pueden ser las menos costosas para frenar la subida de las
aguas.
“Los
manglares ofrecen una protección significativa contra eventos
extremos al reducir la subida de las aguas por la tormenta en un
veinte por ciento por cada cien metros de bosque”, reza el informe,
que destaca que las autoridades locales han repoblado 160 kilómetros
cuadrados de bosques de este tipo en los últimos 35 años.
Para
recalcar que todavía es posible actuar, en el documento se recuerda
que algunas zonas que sufrían inundaciones severas con frecuencia
hoy apenas las sienten gracias a la elevación del nivel del suelo y
a las mejoras en la evacuación de las aguas.
“La
ciudad tiene una gran variedad de opciones para adaptarse, pero no
hay ninguna bala de plata”.
Fuente:
La mayor ciudad de Vietnam se hunde bajo el agua por crecer demasiado, 12 junio 2020, EFEverde. Consultado 12 junio 2020.
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