viernes, 19 de junio de 2020

“Flor de laburo”: la red de 50 quintas que cura el hambre

por Matías Calderón

No ha sido un tiempo fácil para nadie. Es la frase que se repite en cada barrio de la ciudad de Córdoba. Y la historia no es diferente para los habitantes de los barrios El Sauce, La Toma y El Tropezón.

En ese sector de la zona oeste de la Capital, la fundación La Morera tiene un amplio y sostenido trabajo. La irrupción de la pandemia por coronavirus obligó a dar un golpe de timón en sus acciones sociales. Esto hizo que los esfuerzos se volcasen a la construcción de 50 huertas comunitarias para la provisión de alimentos.

Ezequiel Kowalski habita la villa El Tropezón. El joven contó que la huerta familiar surgió de la campaña “Flor de laburo”. “Quiero ser claro: esto surgió para atender la emergencia de comunidades periféricas que transitan problemas sociales, económicos, ambientales y alimentarios”, expresó.

En primera persona, explicó que su experiencia en la creación de una de las huertas le permitió ver el alimento que consume. “Se me viene la cara de la ‘doña’ de villa El Sauce que me dijo que ahora es huertera. Estaba con el rastrillo y la tierra con escombros. Ahora ahí hay lechuga, acelga, unos ‘oréganos’. Nos merecemos una luz de esperanza”, comentó.

Para Ezequiel, esta práctica ayuda a cambiar la vida y la mentalidad de la gente. “Un mismo ‘don’ me miraba sonriente y me pedía que viera la lechuga que sacaba de su tierra. Son minúsculos granos de arena para que el día de mañana nazca ‘un día mejor’”, pidió.

Para él, este gran número de tierras cultivadas puede ser el origen de un cambio. “Se empieza a crear un sistema alimentario de la barriada, del ‘rancherío’, y eso se agradece mucho”, explicó, pensando en el hambre que azota la zona en la que vive.

El titular de la fundación La Morera, Gonzalo Montiel, explicó que el origen de las huertas es un proyecto ideado durante una época anterior a la pandemia. “‘Flor de laburo’ tiene un año y medio de desarrollo. Nació por una iniciativa de un grupo de mujeres de barrio El Tropezón y de Villa El Sauce. En ese momento, surgió la idea de un vivero para vender plantas y hacerlas crecer, con el apoyo del Centro de Extensión Universitaria de la Universidad Provincial de Córdoba y de la empresa Molvento”, rememoró.

La iniciativa fue mutando y se fueron incorporando, ante el agravamiento de la crisis económica, los hombres y los varones jóvenes. Al momento de pensar cuáles eran esos plantines con más circulación en el mercado, surgió un nombre ancestral: la peperina.

Fuimos con los jóvenes a los sitios de donde históricamente sacaron la peperina para vender, allá en el monte, en una zona retirada de Carlos Paz. Recuperamos la historia de la planta, la importancia que siempre tuvo para las familias más postergadas”, relató Montiel.

El asunto derivó a un proyecto que involucró al sector empresarial, al estatal y a la ONG. “Molvento puso la tierra, un sistema de riego, y el año pasado cosechamos mil plantas de peperina. Es la plantación más importante en Córdoba. Y además no dejamos de producir flores y plantas de huerta”, destacó el referente.

Pero, cuando comenzaba el año, el Gobierno nacional dictó el decreto de aislamiento social. El trabajo informal, como la venta ambulante de peperina, no tuvo cabida y el hambre no tardó en instalarse en las tres barriadas.

Nuestra lógica fue: ya que no se puede vender, vamos a juntar fondos para garantizar un refuerzo alimentario de la gente que trabajaba vendiendo peperina. En grupos de dos, que haya continuidad en la producción de plantines”, comentó Montiel.

En poco tiempo, La Morera agregó un refuerzo educativo a la entrega de alimentos. Y comenzó a promover la creación de huertas.

Buscamos generar pequeñas huertas familiares para recuperar la experiencia de gente que ha plantado y tiene conocimiento de trabajar la tierra. En la actualidad, ya se crearon 50”, contó entusiasmado.

Fuente:
Matías Calderón, “Flor de laburo”: la red de 50 quintas que cura el hambre, 14 junio 2020, La Voz del Interior. Consultado 19 junio 2020.

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