Desde
la ONG Mamull Mapu de Villa Huidobro denuncian que lo detectado en un
campo es consecuencia de la falta de control y cumplimiento de la ley
de áreas protegidas. Del bosque nativo quedan 30 mil hectáreas en
buen estado de conservación.
por
Ignacio Castro
De
las 665.000 hectáreas que conforman el Corredor del Caldén, ubicado
en las fronteras sur de Córdoba, en proximidades de Villa Huidobro,
hoy sólo subsisten unas 30 mil en buen estado de conservación en
esta área protegida.
El
procedimiento llevado a cabo días atrás que descubrió una profunda
erosión de suelos y conformación de médanos confirmó lo que desde
hace tiempo viene denunciando la ONG ambientalista Mamull Mapu.
Aseguran
que, a pesar de las leyes vigentes y de la declaración de área
protegida en esta región del sur cordobés, el desmonte avanzó en
los últimos años y consecuencia de ello es la erosión que muestran
hoy los suelos, que quedan desnudos.
Mario
Campos, integrante de la agrupación, dijo que, 17 años después de
declararse área protegida al Corredor del Caldén, es esta la
primera vez que la Provincia a través de la Ley de Suelos constata
la degradación de 4.000 hectáreas de tierra ubicada en el corazón
del bosque del caldén.
“Nuestra
visión de la situación es que el primer problema que tenemos es el
desmonte. Se ha desmontado mucho la zona para hacer agricultura
intensiva en un suelo de extrema fragilidad y ahora se ven las
consecuencias”, indicó.
“El
hecho de que se esté trabajando en siembra directa hace que el agua
no tenga penetración en los suelos, además se hace un uso intensivo
de agroquímicos que elimina especies vegetales y se rompe el
equilibrio natural en la zona”, subrayó Campos.
Desde
la organización además sostienen que el sector del área protegida
fue clasificado hace tiempo como suelos de extrema fragilidad. “Son
tierras semiáridas y cuando se hizo el decreto de la creación del
área protegida en 2003 se estableció en uno de sus artículos una
clasificación del suelo en la que recomienda no hacer un uso
intensivo, lo cual no se respeta y se practica la agricultura
intensiva. A tal punto que la ganadería prácticamente desapareció
en la zona”, fundamentó.
Con
ley, pero sin control
Desde
la creación del Corredor Biogeográfico del Caldén la ONG realizó
decenas de denuncias por desmontes y otras tantas fueron constatadas
por la Provincia. En algunos de estos casos incluso intervino la
Justicia ante la degradación paulatina de relictos de bosque nativos
que se ubican en establecimientos privados pero que sólo figuran
protegidos en los papeles.
“A
esto hay que sumarle la falta de control que hay en el ámbito de la
provincia de Córdoba; no para ir a inspeccionar y apuntar al
productor cuando tiene una situación de estas, sino para evitar que
esto ocurra, ya sea con un mayor control sobre desmontes y obligar a
aquel que desmonte a reforestar con especies autóctonas, porque
ahora en la famosa ley agroforestal se habla de las buenas prácticas
agrícolas, se recomienda la forestación, pero en ningún punto se
habla de preservar el bosque nativo”, enfatizó.
En
el procedimiento realizado la semana anterior la Provincia constató
voladura de suelos, procesos intensos de erosión eólica e hídrica,
actividad ganadera con sobrecarga de hacienda, poca rotación de
cultivos y agricultura intensiva con maní, principalmente.
Fuente:
Ignacio Castro, Por el desmonte y la erosión de suelos, el bosque del caldén agoniza en el sur, 3 mayo 2020, El Puntal de Río Cuarto. Consultado 4 mayo 2020.
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