lunes, 25 de mayo de 2020

Murió el cordobés que más amó a los cóndores de las Altas Cumbres

Fabián Ramallo fue el principal impulsor de la creación del Parque Nacional Quebrada del Condorito. Su vida de cazador a conservacionista.

por Sergio Carreras

Murió en la mañana del sábado Fabián Ramallo, el cordobés que se hizo conocido en todo el mundo por su amor incondicional por los cóndores de las Altas Cumbres de las sierras de Córdoba, y quizá el principal entusiasta que hizo posible la creación del Parque Nacional Quebrada El Condorito.

Ramallo, quien hace 15 años abrió un parador en el camino de las Altas Cumbres, a la altura de la Quebrada del Batán, vivió sus últimos días entusiasmado porque, durante la cuarentena por el coronavirus, una nueva colonia de cóndores de casi 40 integrantes, se le instaló debajo de su local, uno de los más visitados por los viajeros que recorren la zona.

Su vida dio un giro marcado cuando, luego de mucho tiempo de ser cazador, el sufrimiento de uno de sus hijos al verlo llegar a su casa trayendo una vizcacha que perdía leche por sus mamas, lo hizo reflexionar sobre lo que hacía y acabó transformándose en un naturalista militante durante los últimos 50 años de su vida.

Fue, como decía él, el “mayor hinchabolas” frente a las administraciones de gobierno provincial para conseguir que se creara el actual Parque Nacional Quebrada El Condorito, en 1996, luego de muchos años de insistencia ante políticos, periodistas, biólogos, organizaciones y dueños de las tierras de la zona.

Durante años Ramallo organizó excursiones con funcionarios y con periodistas para que conocieran el lugar, observaran el fabuloso balcón natural de la quebrada y contemplaran los cóndores que anidan en sus paredes, principalmente los más pequeños, que disfrutan el lugar mientras hacen sus primeros vuelos y maduran.

Antes, había dialogado con las autoridades de la Fuerza Aérea, para que dejaran de usar la zona para hacer vuelos con aviones de combate, porque eso espantaba a las grandes aves.

Uno de sus hijos, Gabriel Ramallo, dijo a La Voz, que su papá murió de un infarto, mientras dormía, en la localidad de Mina Clavero, y que en sus últimos días estuvo haciendo videos de la nueva colonia de cóndores que se instaló bajo su parador.

Ramallo, a quien los periodistas apodaban cariñosamente “el condorólogo”, había nacido en El Maitén, Chubut, hace 77 años, y siendo chico se trasladó a vivir a Córdoba.

Luego de conocer la colonia de cóndores de las Altas Cumbres, se instalaba en el lugar en una carpa, desde donde los fotografiaba y aprovechaba para rescatar a los que encontraba heridos.

Él contaba que, cuando llegó, había sólo nueve cóndores en la colonia. Se propuso generar conciencia sobre la necesidad de cuidarlos, sacarlos de circos y zoológicos para reincorporarlos a la vida natural, llevarles ganado muerto para que se alimentaran y crear una fundación dedicada a cuidarlos. Hoy, se estima que la colonia, mejor conservada desde la creación del parque y la llegada de más especialistas, tiene cientos de integrantes.

Al principio Ramallo luchó contra el miedo infundado que tenían algunos lugareños, que consideraban a los cóndores aves peligrosas para el ganado, siendo que en realidad son carroñeras, que no atacan a los animales ni a las personas.

Cuando se creó el Parque Nacional, el entonces senador nacional José Manuel de la Sota reconoció explícitamente el rol que jugó Ramallo, por su estudio, esfuerzo y colaboración, que ayudó a la creación de ese espacio para proteger a los cóndores.

Fuente:
Sergio Carreras, Murió el cordobés que más amó a los cóndores de las Altas Cumbres, 23 mayo 2020, La Voz del Interior. Consultado 25 mayo 2020.

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