Organizaciones
ecologistas informaron que, pese al confinamiento, las altas
emisiones de gases como dióxido de azufre y la quema de combustóleo
han elevado la polución de la zona metropolitana del Valle de México
El
presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este
viernes la contaminación que genera las seis refinerías de
Petróleos Mexicanos (Pemex), pero mantuvo su plan de aumentar su
capacidad de procesamiento.
"Acerca
de las refinerías, estamos en un programa para rehabilitarlas. ¿Pues
cómo no van a contaminar, si las dejaron casi convertidas en
chatarra estos irresponsables corruptos?", argumentó el
mandatario en su rueda de prensa matutina.
Organizaciones
ecologistas informaron a Efe esta semana que, pese al confinamiento,
las altas emisiones de gases como dióxido de azufre (SO2) y la quema
de combustóleo han elevado la polución de la zona metropolitana del
Valle de México, una amenaza para la salud de 22 millones de
habitantes.
La
contaminación, aseguraron, proviene de una termoeléctrica y la
refinería situadas en la ciudad de Tula, en el central estado de
Hidalgo, que está entre las 500 empresas más contaminantes de
México, Estados Unidos y Canadá.
López
Obrador acusó a sus predecesores del "periodo neoliberal"
de invertir USD 8,000 millones en las refinerías de Minatitlán,
Cadereyta y Madero, pero sin resolver el problema.
También
los responsabilizó de la ineficiencia de las otras tres, la de
Salina Cruz, Salamanca y Tula.
"Hubo
mucha robadera, ahora estamos modernizando las refinerías y, desde
luego que no van a contaminar, y estamos aumentando su capacidad de
refinación de las seis plantas", aseveró.
Y
aprovechó la ocasión para defender su plan de refinación.
"Vamos
a procesar este año un promedio de 750,000 barriles diarios y a
partir del año próximo 1 millón 200,000 barriles diarios en esas
refinerías, pero no hay corrupción", afirmó.
Pese
a la crisis internacional del petróleo, el mandatario ha insistido
en su promesa de que "todo el crudo se refine en México"
para el 2023.
Para
ello, ha ofrecido una inversión de 20,000 millones de pesos (USD 870
millones) para rehabilitar las seis refinerías existentes de Pemex.
Eso
se sumaría a la inversión cercana a los USD 8,000 millones que
proyecta el Gobierno para construir la nueva refinería Dos Bocas en
el suroriental estado de Tabasco.
La
política energética de López Obrador lo ha confrontado con grupos
ambientalistas, que denuncian que el Gobierno planea usar el
combustóleo, un producto residual del petróleo más pesado y
contaminante, para las plantas de la Comisión Federal de
Electricidad (CFE).
Como
prueba de ello, apuntan al acuerdo eléctrico que la Secretaría de
Energía (Sener) publicó hace una semana para limitar la generación
privada de energía renovable.
López
Obrador ha defendido su criterio de priorizar a la CFE sobre los
privados.
Además,
este viernes cuestionó un monitoreo de la Administración Nacional
de la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) de
Estados Unidos, que exhibe que cinco de las seis refinerías de Pemex
están entre las 25 más contaminantes del mundo.
“La
NASA. ¿Y por qué no dijeron nada antes? Estaban en la luna,
entonces”, ironizó.
Fuente:
“Las dejaron como chatarra”: López Obrador admitió contaminación de las refinerías mexicanas, 22 mayo 2020, Infobae. Consultado 27 mayo 2020.
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