Moscú,
22 may (EFE).- La primera central nuclear flotante del mundo, la rusa
"Akadémik Lomonósov", construida a prueba de tsunamis e
impacto de icebergs, inició hoy la explotación comercial desde
Pevek, en la región de Chukotka, el Lejano Oriente ruso, informó la
empresa Rosenergoatom.
"Hoy,
la "Akadémik Lomonósov" se convirtió oficialmente en la
undécima planta nuclear en Rusia y en la más septentrional del
mundo", señaló el director de la compañía, Andréi Petrov,
lo que ha disparado la alarma de Greenpeace y otras organizaciones
como la noruega Bellona, que la consideran un peligro para el frágil
Ártico.
El
inicio de la explotación formal de la planta ha sido posible después
de que la central recibiera el estatus de "conformidad" del
organismo regulador relevante, Rostechnadzor.
La
aprobación de las autoridades "significa que la planta se
adhiere plenamente a todas las normas y regulaciones, incluidas las
sanitarias, epidemiológicas, de seguridad ante incendios, requisitos
de construcción y estándares federales", incidió hoy la
compañía.
En
diciembre de 2019, la planta por primera vez suministró energía a
la red aislada Chaún-Bilibinsk en Chukotka, uno de los cuatro
distritos autónomos de Rusia, y, desde entonces, ha generado más de
47,3 millones de kilovatios hora (kWh) de electricidad, de acuerdo
con Rosenergoatom.
Actualmente
cubre el 20 % de la demanda de Chaún-Bilbinsk y en el futuro será
la principal fuente energética para la península de Chukota.
La
"Akadémik Lomonósov" consta de dos reactores KLT-40S de
35 megavatios cada uno. La capacidad de la central es de 70
megavatios y 50 gigacalorías. Tiene capacidad para suministrar
electricidad y energía a una ciudad de casi 100.000 habitantes.
Proyecto
iniciado en 2006 y que se vio lastrado durante años por la crisis
económica, utiliza la misma tecnología que los rompehielos atómicos
soviéticos, aunque este caso cuenta con dos reactores de pequeño
tamaño.
La
planta flotante, de 144 metros de eslora y 30 de manga, fue remolcada
a Pevek desde Múrsmank (noroeste de Rusia) por dos rompehielos,
travesía que duró tres semanas.
Organizaciones
ecologistas han criticado el proyecto, que consideran peligroso para
el medio ambiente. Greenpeace no dudó en calificar a la "Akadémik
Lomonóvov" de "Chernóbil flotante" y otros
ecologistas la han llamado "El Titanic sobre el hielo".
"Una
planta flotante siempre es más peligrosa que una terrestre. Además,
la tecnología no es nueva, es soviética, con algunas
modificaciones", comentó el año pasado a Efe Alexandr Nikitin,
el excoronel de la Marina rusa que fue procesado por difusión de
secretos oficiales tras denunciar los vertidos radiactivos de la
Flota del Norte en el Ártico.
Fuente:
La primera central nuclear flotante inicia la explotación comercial, 22 mayo 2020, La Vanguardia. Consultado 23 mayo 2020.
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