Advierten
sobre las pérdidas masivas por el calentamiento global. La ONU
alertó que las consecuencias del cambio climático serán peores que
las del coronavirus.
por
Darío Aranda
"El
coronavirus es una enfermedad que esperamos que sea temporal, con
impactos temporales, pero el cambio climático ha estado allí por
muchos años y se mantendrá por muchas décadas, y requiere de
acción continua", afirmó António Guterres, secretario general
de Naciones Unidas (ONU), al presentar el informe mundial sobre el
clima, que alertó sobre el continuo aumento de la temperatura, la
fusión de los hielos (tanto en el Ártico como en la Antártida), el
aumento de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y el incremento del
nivel del mar. De continuar el cambio climático, la ONU advirtió
graves impactos socioeconómicos, en la salud, desplazamientos
forzados y crisis alimentarias.
La
Organización Metereológica Mundial (OMM -organismo de Naciones
Unidas-) presentó la “Declaración sobre el estado del clima
mundial 2019”, que sistematizó estudios de una veintena de
instituciones científicas e informes de organismos climáticos
nacionales. El documento alerta que el quinquenio 2015-2019 comprende
los cinco años más cálidos de la historia, confirma que 2019 fue
el segundo año más cálido de la historia (con una temperatura
media mundial de 1,1 grado centígrado por encima de los niveles
preindustriales) y señala que hubo un pico en las concentraciones de
CO2 (gas clave en el calentamiento global).
La
OMM asegura que los récords de temperatura en la Antártida
estuvieron acompañados de “episodios de fusión de hielo a gran
escala, hechos que incidirán en el ascenso del nivel del mar a un
ritmo cada vez mayor”. Y destaca que es “constante y prolongada”
la pérdida de hielo en el Ártico. Al mismo tiempo, y con directa
relación, en 2019 “el nivel medio del mar a escala mundial alcanzó
el valor más elevado del que se tienen datos”.
Los
glaciares son fundamentales reservorios de agua dulce, amenazados en
muchas regiones por actividades extractivas (como la megaminería en
la Cordillera de los Andes). En 2019, el “balance de masa” de
glaciares a nivel global resultó negativo. El organismo de Naciones
Unidas alerta que el retroceso de los glaciares se dio por 32 año
consecutivo y detalló que, desde 2010, se registraron ocho de los
diez años “con peores resultados” en cuanto a la desaparición
de glaciares.
El
portugués Guterres hizo hincapié en que las inundaciones, incendios
y tormentas extremas “cobran su precio mortal en vidas humanas” e
hizo una llamado a la acción: “Se nos acaba el tiempo para
conjurar los peores impactos de la alteración climática y proteger
a nuestras sociedades de los efectos inevitables que se avecinan”.
Afirmó que se está muy lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo
de París (limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados
centígrados).
Petteri
Taalas, titular del OMM, adelantó que -como los gases de efecto
invernadero siguen en aumento- “es probable que en los próximos
cinco años se produzca un nuevo récord de temperatura mundial
anual”.
La
crisis climática impactará de llena en la salud de la población.
Naciones Unidas no tiene dudas: “La salud de las personas y los
sistemas sanitarios pagan un precio cada vez más alto a causa de las
condiciones de calor extremo”. Un ejemplo fueron las altas
temperaturas de 2019 en Europa, Australia, India y Japón. Precisa
que los efectos en la salud incluyen enfermedades y muertes
relacionadas con el calor; lesiones y pérdidas de vidas humanas
asociadas a tormentas violentas e inundaciones; incidencia de
enfermedades transmitidas por vectores y por el agua contaminada;
empeoramiento de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias
por la contaminación del aire.
El
informe de la Organización Metereológica Mundial recuerda que la
variabilidad del clima es uno de los factores que más inciden en el
aumento del hambre en el mundo. Precisa que, luego de una década en
baja, en 2018 comenzó a ascender el número de personas que padecen
hambre: ya son 820 millones. Y destaca que, entre 2006 y 2016, la
agricultura en los países en desarrollo concentró el 26 por ciento
de las pérdidas ocasionados por desastres climáticos.
Un
aspecto muchas veces ignorado es la migración forzada que provoca la
crisis climática. La ONU contabilizó 17,2 millones de personas en
2018 y aumentó a 22 millones en 2019. Desde ciclones y huracanes
hasta tormentas extendidas e inundaciones. Irán, Filipinas y Etiopía
fueron algunos de los países afectados.
Entre
los fenómenos extremos menciona grandes inundaciones en Estados
Unidos, norte de Argentina y Uruguay, con pérdidas estimadas de
22.500 millones de dólares.
El
titular de la OMM, Petteri Taalas, lamentó lo que sucede con la
pandemia del conoravirus y las miles de muertes, pero alertó que la
crisis climática “es mucho peor”.
“El
virus tendrá un impacto económico a corto plazo, pero las pérdidas
serán masivas si pensamos en el calentamiento global. Estamos
hablando de un problema de mayor magnitud, con consecuencias en la
salud de las personas y en nuestras sociedades mucho más graves",
alertó.
El
informe tiene un apartado específico sobre los océanos,
responsables de absorber el 90 por ciento del calor que queda
atrapado en la Tierra por el aumento de las concentraciones de gases
de efecto invernadero. “El contenido calorífico de los océanos,
que es un indicador de esa acumulación de calor, alcanzó niveles
sin precedentes en 2019”, alertó el organismo de Naciones Unidas y
resumió: “Los océanos se están calentando a un ritmo
vertiginoso”.
Fuentes:
Darío Aranda, Crisis climática: más duradera y letal que el coronavirus, 6 abril 2020, Página/12.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Sudestada" de Daniel Santoro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario