Después
de 17 años del día en que el Salado inundó la ciudad, la luchadora
y referente de los Derechos Humanos y Madre de Plaza de Mayo habló
con Aire de Santa Fe.
Otilia
Acuña de Elías sigue viviendo con uno de sus hijos en su casa de
barrio Santa Rosa de Lima, la misma que el 29 de abril de 2003 quedó
bajo el agua del río Salado que entró a la ciudad por una obra
inconclusa, pero inaugurada por el gobierno de turno.
"Ayer
a la mañana dije «Alejandro, vení que hay agua». Seguía
lloviendo, lloviendo y me dio la sensación que se me iba a inundar
la casa", contó con sus 100 años la Madre de Plaza de Mayo en
una entrevista con Luis Mino por Aire de Santa Fe al cumplirse 17
años de la mayor tragedia hídrica de Santa Fe. Es que cada vez que
llueve, mucho vuelven a sentir el frío del agua en los pies, como
aquel día.
Ese
29, su hijo la llevó engañada a comer a su casa porque Otilia
siempre fue una rebelde luchadora y no pensaba que el agua del Salado
podría llegar a casa, la misma en la que crió junto a su marido a
sus seis hijos y donde también le arrebataron la vida de su hija
Nilda.
Con
Luis Mino recordaron la entrevista que habían compartido en 2004
para el programa Para Conocernos, donde Otilia contó que pensaba
volver a la tarde; pero finalmente eso se prolongó por dos meses.
En
su casa de calle Pasaje Liniers 4538, hoy nombrada Luis y Nilda Silva
en honor a su hija y yerno -víctimas de la última dictadura militar
Argentina- el agua irrumpió como en todas. Y Otilia no sabía qué
había pasado con sus cosas. Pero solo pensaba en una: la urna con
las cenizas de Nilda que finalmente el agua no se la llevó. "Todavía
la tengo acá conmigo", dijo Otilia y siguió agradeciendo a sus
compañeros que le dieron una mano en medio de la emergencia.
"Soy
una madre que no lucho solamente por mí, sino por todas las madres.
No soy de que este es radical, este es montonero, si puedo hacer un
bien lo hago", dice con humildad y hasta se lamenta que con su
edad ya no tenga toda la salud para seguir haciéndolo, a pesar de su
lucidez y fuerza intacta.
A
pesar de los golpes de la vida que sufrió Otilia, y que como dice no
desear a nadie, su espíritu de lucha, superación y solidaridad
siguen firmes como su memoria. "Siempre que yo pueda voy a
luchar en algo, dar una mano; no con plata. Siempre digo que la lucha
que se pierde es porque se abandona; sigamos luchando".
Fuente:
A sus 100 años, Otilia Acuña recordó la inundación de 2003 en barrio Santa Rosa de Lima, 29 abril 2020, Aire Digital. Consultado 30 abril 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario