por
Daliri Oropeza
MÉXICO,
5 mar 2020 (IPS) - La jueza primera de Distrito Grisell Rodríguez
Febles, del estado de Campeche, en el sureste de México, ordenó
suspender de forma definitiva los trabajos del proyecto del Tren Maya
en el territorio de Calakmul, tras un juicio de amparo interpuesto
por los pueblos maya y ch’ol.
La
suspensión, sin embargo, deja un sabor amargo entre las comunidades,
de acuerdo con la abogada Elisa Cruz Rueda, defensora del Consejo
Regional Indígena y Popular de Xpujil (Cripx), que agrupa a los dos
pueblos demandantes.
Si
bien es una buena noticia para Calakmul, no obedece a la demanda que
hace el Consejo de que se suspenda la totalidad del proyecto del Tren
Maya.
Las
comunidades representadas por Cripx se ampararon por la manera en la
que se llevó a cabo la consulta sobre el Tren Maya en diciembre del
2019. Y la demanda fue impuesta por los cuatro estados que abarca la
suroriental península de Yucatán, a la que atraviesa el trazado
ferroviario: Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán.
La
Secretaría de Gobernación, el Instituto Nacional de Pueblos
Indígenas y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo interpusieron
una queja ante el mismo juzgado en contra de la suspensión
provisional, ordenada el pasado 29 de enero.
En
ese sentido, explica la abogada, la orden de la jueza resulta un
éxito para las comunidades que interpusieron el amparo. Da cuenta de
que hay quienes no quieren el proyecto. Pero les preocupa que la
decisión no abarca todo el territorio afectado por el proyecto del
Tren Maya, sino solo Calakmul.
La
abogada señala que están satisfechos pero no conformes.
“No
estamos conformes con los límites que se le pone. Es para decir que
en un territorio se aplican los derechos y en otro no. Se viola la
universalidad, interdependencia y progresividad de los derechos”,
explica la abogada en entrevista telefónica.
Falta
audiencia constitucional
El
juicio tiene varias etapas. Este 3 de marzo se llevó a cabo la
audiencia incidental. Tenía como efecto confirmar la suspensión o
negarla.
Derivado
de la orden de la jueza, los trabajos referentes al proyecto del Tren
Maya deben detenerse por completo, hasta que se realice la audiencia
constitucional, definitoria, programada a final de marzo.
Cruz
Rueda advierte que esta orden puede sentar un precedente peligroso.
“Van
a decir ‘a estos mexicanos se le cumplen sus derechos y a estos
no’. Sienta un mal precedente”, aduce.
El
Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil obtuvo un amparo el 29
de enero ante este juzgado primero. Gracias a ello se suspendió la
construcción de cualquier estación, vía, ejecución, licitación
del Tren Maya en esta zona. Ahora obtiene la suspensión definitiva.
“Para
eso es la audiencia incidental, para conservar el estado de las cosas
y que no se violente la materia física del amparo”, recalca Cruz
Rueda.
“Sus
formas y modos no fueron acordes con las formas de deliberación y
toma de acuerdos de las comunidades”, detalló en aquel momento
Romel González fundador del Cripx, “la consulta tampoco se realizó
de buena fe y no fue culturalmente adecuada”.
Contexto
del Tren Maya y Yucatán
El
Proyecto del Tren Maya es uno de los planes estrella del gobierno de
Andrés Manuel López Obrador y tiene un costo de entre 6.200 y 7.800
millones de dólares. El plan es que empiece a operar en 2022, con 15
estaciones a lo largo de 1525 kilómetros por 41 municipios de los
cuatro estados de la península atlántica y el vecino de Tabasco.
La
ecorregión de Yucatán tiene un gran valor amiental porque, entre
otras cosas, pertenece al Corredor Biológico Mesoamericano, un
puente de hábitats que conecta el sur mexicano con Panamá, el país
más al sur de los siete centroamericanos, y alberga cerca de 10 por
ciento de las especies conocidas del mundo.
En
la península hay, además, 25 Áreas Nacionales Protegidas, con una
extensión total de 8,5 millones de hectáreas.
De
hecho, dos estaciones del Tren Maya se planificaron como contiguas a
las reservas de la biosfera de Calakmul, de 725000 hectáreas, y de
Sian Ka’an, de 650000 hectáreas.
En
la península, donde viven 1,5 millones de personas, las comunidades
contrarias al proyecto, plantean que prefieren vivir de proyectos
sostenibles, que tengan en cuenta sus costumbres, incluido el
turismo, que atrae a la región siete millones de visitantes cada
año.
Pero
Alejandro Varela, representante legal del Fondo Nacional del Turismo
(Fonatur), el organismo gubernamental encargado del proyecto,
recuerda que 64,7 por ciento de la población de la península es
urbana.
Este
artículo fue pupublicado originalmente por Pie de Página, de la red
mexicana de Periodistas de A Pie.
RV:
EG
Fuente:
Daliri Oropeza, Jueza ratifica suspensión parcial del Tren Maya en México, 5 marzo 2020, Inter Press Service. Consultado 6 marzo 2020.
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