Un
nuevo estudio demuestra que la contaminación del aire influye más
en acortar la vida de las personas que el tabaquismo, las guerras o
las enfermedades víricas o bacterianas.
por
Neus Palou
Si
consiguiéramos eliminar la contaminación ambiental la esperanza de
vida aumentaría 3 años a escala global porqué todos estos
contaminantes, la gran mayoría producidos por el hombre, está
afectando directamente a nuestra salud hasta un nivel que ni nos
podíamos imaginar.
De
hecho, según un nuevo estudio publicado en Cardiovascular Research,
la contaminación del aire es responsable de acortar la vida de las
personas en todo el mundo en una escala mucho mayor que las guerras y
otras formas de violencia, enfermedades víricas y parasitarias como
el VIH o la malaria, y, aunque parezca mentira, un poco superior al
tabaquismo.
Jos
Lelieveld y Thomas Münzel, dos profesores del Instituto Max Planck y
del Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario de
Mainz (Alemania), que dirigieron la investigación, aseguran que los
hallazgos sugieren que el mundo enfrenta una “pandemia” de
contaminación ambiental.
”Es
sorprendente que tanto el número de muertes como la pérdida de la
esperanza de vida por la contaminación del aire rivalicen con el
efecto del tabaquismo y sea mucho mayores que otras causas como la
malaria, la violencia, el alcohol o el abuso de drogas”, explica
Lelieveld.
Estimaciones
alarmantes
Utilizando
un nuevo método para modelar los efectos de varias fuentes de
contaminación del aire sobre las tasas de mortalidad, los
investigadores estimaron que la contaminación del aire a nivel
mundial causó 8,8 millones de muertes prematuras durante el año
2015. Esto representa un promedio de acortamiento de la esperanza de
vida de casi tres años a escala global.
En
comparación, el consumo de tabaco acorta la esperanza de vida en un
promedio de 2,2 años (7,2 millones de muertes), el VIH en 0,7 años
(1 millón de muertes), enfermedades como la malaria transmitidas por
parásitos o insectos en 0,6 años (600.000 muertes), y todas las
formas de violencia (incluyendo muertes en guerras)en 0,3 años
(530.000 muertes).
Los
investigadores analizaron el efecto de la contaminación ambiental en
seis categorías de enfermedades: infección del tracto respiratorio
inferior, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de
pulmón, enfermedad cardíaca, y enfermedad cerebrovascular. A raíz
de este análisis descubrieron que las enfermedades cardiovasculares
(enfermedades cardíacas y cerebrovasculares combinadas) son
responsables de la mayor proporción de acortamiento de vida: el 43 %
de la pérdida de esperanza de vida en todo el mundo.
También
descubrieron que la contaminación ambiental tiene un mayor efecto en
el acortamiento de la vida de las personas mayores. A nivel mundial,
alrededor del 75 % de las muertes atribuidas a la contaminación del
aire ocurren en personas mayores de 60 años.
”Dado
que el impacto de la contaminación del aire en la salud pública en
general es mucho mayor de lo esperado, y es un fenómeno mundial,
creemos que nuestros resultados muestran que hay una ‘pandemia de
contaminación del aire’. Los responsables políticos y la
comunidad médica deberían estar prestando mucha más atención a
esto. Tanto la contaminación del aire como el tabaquismo se pueden
prevenir, pero en las últimas décadas se ha prestado mucha menos
atención a la contaminación del aire que al tabaquismo,
especialmente entre los cardiólogos”, advierte Münzel.
Contaminación
evitable y no evitable
Los
investigadores han diferenciado en su estudio entre las fuentes de
contaminación ambiental evitables y las que no se pueden evitar. Por
ejemplo, las fuentes naturales como puede ser el polvo del desierto y
las emisiones producidas por los incendios forestales no se pueden
evitar.
A
raíz de esta diferenciación han podido demostrar que
aproximadamente dos tercios de las muertes prematuras son atribuibles
a la contaminación ambiental evitable. Es decir, a la contaminación
causada por el hombre, principalmente por el uso de combustibles
fósiles. En total, según el estudio, 5 millones y medio de muertes
en todo el mundo al año son potencialmente evitables.
”Es
importante que los responsables políticos y la comunidad médica se
den cuenta de que la contaminación ambiental es un factor de riesgo
importante para la enfermedad cardíaca y de los vasos sanguíneos.
Debe incluirse como factor de riesgo, junto con el tabaquismo, la
diabetes, la hipertensión y el colesterol en las Directrices de la
Sociedad Europea de Cardiología y la Asociación Americana del
Corazón sobre la prevención de síndromes cardíacos agudos y
crónicos y la insuficiencia cardíaca “, reclama Münzel.
Los
investigadores estiman que si la contaminación del aire se redujera
eliminando las emisiones de combustibles fósiles, la esperanza de
vida en todo el mundo aumentaría en poco más de un año, y en casi
dos años si se eliminaran todas las emisiones producidas por el
hombre.
Diferencias
entre regiones
De
este estudio también se extraen diferencias entre regiones debido,
principalmente, a la diversidad en los niveles de emisiones.
Asia
oriental es la zona donde se registra una mayor pérdida de esperanza
de vida debido a la contaminación ambiental evitable. En concreto en
esta zona se llega a perder 4 años, tres de los cuales podrían
evitarse mediante la eliminación de las emisiones causadas por el
hombre.
En
África, el panorama es muy diferente. Aquí de los 3,1 años de vida
que se pierden por la contaminación ambiental solo se podría evitar
un 0,7 de perdida. El motivo es que la gran parte de la contaminación
del aire en el continente africano es inevitable, principalmente por
el polvo.
En
Europa, hay un promedio de 2,2 años de esperanza de vida perdida, de
los cuales 1,7 podrían evitarse. Concretamente, la contaminación ambiental causa cada año 800.000 muertes prematuras en Europa, el
doble de lo hasta ahora estimaba la Agencia Europa del Medioambiente.
En
América del Norte hay un promedio de 1,4 años de esperanza de vida
perdida, de los cuales 1,1 podrían evitarse, principalmente
eliminando los combustibles fósiles.
”En
África, la contaminación del aire representa un riesgo para la
salud comparable al VIH y la malaria. Sin embargo, es en la resta del
mundo donde la contaminación del aire representa un riesgo mayor
para la salud”, explica Lelieveld.
Este
es el primer estudio que muestra los efectos de la contaminación
ambiental sobre las muertes según la edad, el tipo de enfermedad y
también su efecto sobre la esperanza de vida a nivel de países y
regiones individuales.
Artículo
científico de referéncia:
“Loss
of life expectancy from air pollution compared to other risk factors:
a worldwide perspective”, Jos Lelieveld Thomas Münzel, et al.
Cardiovascular Research. doi:10.1093/cvr/cvaa025
Fuentes:
Neus Palou, Estamos perdiendo 3 años de vida por culpa de la contaminación ambiental, 3 marzo 2020, La Vanguardia.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Usina" de Pío Collivadino.
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