miércoles, 4 de marzo de 2020

Estamos perdiendo 3 años de vida por culpa de la contaminación ambiental


Un nuevo estudio demuestra que la contaminación del aire influye más en acortar la vida de las personas que el tabaquismo, las guerras o las enfermedades víricas o bacterianas.

por Neus Palou

Si consiguiéramos eliminar la contaminación ambiental la esperanza de vida aumentaría 3 años a escala global porqué todos estos contaminantes, la gran mayoría producidos por el hombre, está afectando directamente a nuestra salud hasta un nivel que ni nos podíamos imaginar.

De hecho, según un nuevo estudio publicado en Cardiovascular Research, la contaminación del aire es responsable de acortar la vida de las personas en todo el mundo en una escala mucho mayor que las guerras y otras formas de violencia, enfermedades víricas y parasitarias como el VIH o la malaria, y, aunque parezca mentira, un poco superior al tabaquismo.

Jos Lelieveld y Thomas Münzel, dos profesores del Instituto Max Planck y del Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario de Mainz (Alemania), que dirigieron la investigación, aseguran que los hallazgos sugieren que el mundo enfrenta una “pandemia” de contaminación ambiental.

Es sorprendente que tanto el número de muertes como la pérdida de la esperanza de vida por la contaminación del aire rivalicen con el efecto del tabaquismo y sea mucho mayores que otras causas como la malaria, la violencia, el alcohol o el abuso de drogas”, explica Lelieveld.

Estimaciones alarmantes

Utilizando un nuevo método para modelar los efectos de varias fuentes de contaminación del aire sobre las tasas de mortalidad, los investigadores estimaron que la contaminación del aire a nivel mundial causó 8,8 millones de muertes prematuras durante el año 2015. Esto representa un promedio de acortamiento de la esperanza de vida de casi tres años a escala global.

En comparación, el consumo de tabaco acorta la esperanza de vida en un promedio de 2,2 años (7,2 millones de muertes), el VIH en 0,7 años (1 millón de muertes), enfermedades como la malaria transmitidas por parásitos o insectos en 0,6 años (600.000 muertes), y todas las formas de violencia (incluyendo muertes en guerras)en 0,3 años (530.000 muertes).

Los investigadores analizaron el efecto de la contaminación ambiental en seis categorías de enfermedades: infección del tracto respiratorio inferior, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón, enfermedad cardíaca, y enfermedad cerebrovascular. A raíz de este análisis descubrieron que las enfermedades cardiovasculares (enfermedades cardíacas y cerebrovasculares combinadas) son responsables de la mayor proporción de acortamiento de vida: el 43 % de la pérdida de esperanza de vida en todo el mundo.

También descubrieron que la contaminación ambiental tiene un mayor efecto en el acortamiento de la vida de las personas mayores. A nivel mundial, alrededor del 75 % de las muertes atribuidas a la contaminación del aire ocurren en personas mayores de 60 años.

Dado que el impacto de la contaminación del aire en la salud pública en general es mucho mayor de lo esperado, y es un fenómeno mundial, creemos que nuestros resultados muestran que hay una ‘pandemia de contaminación del aire’. Los responsables políticos y la comunidad médica deberían estar prestando mucha más atención a esto. Tanto la contaminación del aire como el tabaquismo se pueden prevenir, pero en las últimas décadas se ha prestado mucha menos atención a la contaminación del aire que al tabaquismo, especialmente entre los cardiólogos”, advierte Münzel.

Contaminación evitable y no evitable

Los investigadores han diferenciado en su estudio entre las fuentes de contaminación ambiental evitables y las que no se pueden evitar. Por ejemplo, las fuentes naturales como puede ser el polvo del desierto y las emisiones producidas por los incendios forestales no se pueden evitar.

A raíz de esta diferenciación han podido demostrar que aproximadamente dos tercios de las muertes prematuras son atribuibles a la contaminación ambiental evitable. Es decir, a la contaminación causada por el hombre, principalmente por el uso de combustibles fósiles. En total, según el estudio, 5 millones y medio de muertes en todo el mundo al año son potencialmente evitables.

Es importante que los responsables políticos y la comunidad médica se den cuenta de que la contaminación ambiental es un factor de riesgo importante para la enfermedad cardíaca y de los vasos sanguíneos. Debe incluirse como factor de riesgo, junto con el tabaquismo, la diabetes, la hipertensión y el colesterol en las Directrices de la Sociedad Europea de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón sobre la prevención de síndromes cardíacos agudos y crónicos y la insuficiencia cardíaca “, reclama Münzel.

Los investigadores estiman que si la contaminación del aire se redujera eliminando las emisiones de combustibles fósiles, la esperanza de vida en todo el mundo aumentaría en poco más de un año, y en casi dos años si se eliminaran todas las emisiones producidas por el hombre.

Diferencias entre regiones

De este estudio también se extraen diferencias entre regiones debido, principalmente, a la diversidad en los niveles de emisiones.

Asia oriental es la zona donde se registra una mayor pérdida de esperanza de vida debido a la contaminación ambiental evitable. En concreto en esta zona se llega a perder 4 años, tres de los cuales podrían evitarse mediante la eliminación de las emisiones causadas por el hombre.

En África, el panorama es muy diferente. Aquí de los 3,1 años de vida que se pierden por la contaminación ambiental solo se podría evitar un 0,7 de perdida. El motivo es que la gran parte de la contaminación del aire en el continente africano es inevitable, principalmente por el polvo.

En Europa, hay un promedio de 2,2 años de esperanza de vida perdida, de los cuales 1,7 podrían evitarse. Concretamente, la contaminación ambiental causa cada año 800.000 muertes prematuras en Europa, el doble de lo hasta ahora estimaba la Agencia Europa del Medioambiente.

En América del Norte hay un promedio de 1,4 años de esperanza de vida perdida, de los cuales 1,1 podrían evitarse, principalmente eliminando los combustibles fósiles.

En África, la contaminación del aire representa un riesgo para la salud comparable al VIH y la malaria. Sin embargo, es en la resta del mundo donde la contaminación del aire representa un riesgo mayor para la salud”, explica Lelieveld.

Este es el primer estudio que muestra los efectos de la contaminación ambiental sobre las muertes según la edad, el tipo de enfermedad y también su efecto sobre la esperanza de vida a nivel de países y regiones individuales.

Artículo científico de referéncia:

Loss of life expectancy from air pollution compared to other risk factors: a worldwide perspective”, Jos Lelieveld Thomas Münzel, et al. Cardiovascular Research. doi:10.1093/cvr/cvaa025

Fuentes:
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Usina" de Pío Collivadino.

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