Colaborarán
con el prestigioso grupo internacional IPCC revisando documentos y
aportando información. Luis Tuninetti y Fernando Forgioni coordinan
el observatorio regional que aborda el tema desde la UNVM.
por
Andrés Ferreras
Luis
Tuninetti y Fernando Forgioni son coordinadores del Observatorio
Regional del Cambio Climático (OCC) de la Universidad Nacional de
Villa María (UNVM) y fueron seleccionados para analizar un informe
del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático
(IPCC), creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (Pnuma).
Se
trata del más reconocido grupo de investigación científica sobre
el calentamiento global, que en 2007 obtuvo por su tarea el premio
Nobel de la Paz.
Los
docentes e investigadores villamarienses deben analizar el sexto
informe de evaluación del organismo, que se publicará entre 2021 y
2022. Su tarea será añadir información complementaria y corregir,
si es necesario, el capítulo sobre “Demanda, servicios y aspectos
sociales de la mitigación” del cambio climático.
Tuninetti
es docente en la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables y
forma parte del Programa Nacional de Incentivos de Investigadores.
Forgioni es ingeniero agrónomo y docente auxiliar de la cátedra
Climatología Agropecuaria. Sus disertaciones en congresos se basan
principalmente en la cuestión climática de la zona central de la
provincia de Córdoba.
La
participación de los investigadores cordobeses en esta revisión
hará que puntos de vista locales y regionales de la problemática
“puedan incorporarse a un informe de magnitud global”, según
explicaron.
La
universidad villamariense todavía está lejos de participar como
nodo de información del IPCC. “Pero es un salto importante que la
posiciona en un nivel que no esperábamos tan prontamente, sino quizá
para dentro de varios años. Se aceleraron los pasos”, planteó
Tuninetti.
En
la UNVM acumulan dos años de investigación estadística climática.
El OCC fue creado dentro del Instituto Académico de Ciencias Básicas
con el objetivo de analizar eventos meteorológicos de carácter
extremo y generar estudios locales sobre posibles fluctuaciones del
clima.
“Nuestra
tarea específica será leer distintos documentos con vista a
proponer modificación o ampliaciones”, explicó Tuninetti, quien
estará abocado a la temática de mitigación y sociedad y a los
mecanismos de comunicación que sirvan para incentivar a la población
para idear mecanismos de adaptación al cambio climático.
Forgioni
dijo que, por su parte, se enfocará en el contenido sobre emisiones
de gases de efecto invernadero del sector agrícola, en los cambios
de usos del suelo y en la transición sostenible hacia economías
bajas en carbono.
Esta
misma tarea la hacen miles de personas en distintas partes del mundo.
En Argentina -afirmó Forgioni-, además de ellos, hay dos
investigadoras de Buenos Aires que también hacen revisión de los
documentos.
La
tarea no es remunerada, pero igualmente no es fácil acceder a esa
instancia. En este caso, el contacto surgió en la Convención de
Cambio Climático que se hizo en Madrid, el año pasado, en la que
Forgioni participó como observador.
Mundial
El
informe es una producción colaborativa mundial, el estilo Wikipedia,
pero con mayor rigurosidad científica. Hay cientos de investigadores
que redactan el texto principal, y miles que revisan y hacen los
aportes que consideren necesarios. Luego, se evalúa nuevamente, para
decidir si se incorporan o no las sugerencias y correcciones
realizadas.
En
el caso de los docentes cordobeses, desde enero empezaron a trabajar
sobre los documentos. Tienen plazo hasta mediados de marzo para
entregar sus aportes, marcando dentro de las 400 páginas de informe
asignado a cada uno cuáles son sus observaciones puntuales.
El
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático surgió
en 1988 con el objetivo de ofrecer una visión más clara del estado
de los conocimientos sobre el cambio climático y sobre sus posibles
repercusiones medioambientales y socioeconómicas.
Es
el principal órgano científico internacional que examina y evalúa
la bibliografía científica, técnica y socioeconómica más
reciente producida en todo el mundo para la comprensión del cambio
climático.
Una
cordobesa, arriba
Córdoba
tiene a una referente de primer nivel en el grupo científico que
lidera el IPCC. La bióloga Sandra Díaz, nacida en Bell Ville, es
investigadora y docente de la Universidad Nacional de Córdoba. En
2019, fue elegida por la revista especializada Nature como unas de
las 10 figuras científicas más influyentes del mundo para ese año.
Copreside
la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios
Ecosistémicos (Ipbes), organismo que también depende de la ONU. En
los últimos años, además, recibió varias de las distinciones más
prestigiosas del ámbito científico internacional.
Fuente:
Andrés Ferreras, Dos villamarienses, en el equipo de ONU sobre el cambio climático, 2 marzo 2020, La Voz del Interior. Consultado 3 marzo 2020.
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