El
líder de la etnia yanomani acusó a presidente de Brasil en la ONU.
Viajó a Suiza a delcarar en la comisión de DD.HH. que preside
Bachelet. Denuncian que los pueblos originarios corren riesgo de
genocidio por las políticas de Bolsonaro.
por
Dario Pignotti
Desde
Brasilia. Los pueblos originarios de la Amazonia ante el riesgo de
genocidio. Una delegación integrada por el líder de la etnia
yanomani, Davi Kopenawa, y ONGs brasileñas viajó a Ginebra, Suiza,
para alertar sobre la situación dramática que se vive en la
floresta tropical más extensa del mundo ante la invasión de las
reservas, las quemadas y los asesinatos.
"Los
hombres blancos (..) se contentan con atacar nuestra floresta, que no
es la tierrra de ellos pero ellos declaran que les pertenece, ellos
piensan ´ les vamos a arrancar el oro y cortar sus árboles ´ ",
dijo Kopenawa ante el plenario de la 43a. Sesión de la Consejo de
Derechos Humanos en la que deploró al presidente Jair Bolsonaro.
El
organismo, dirigido por la ex presidente chilena Michelle Bachelet,
ya recibió desde el año pasado numerosas denuncias de las
comunidades amazónicas sobre la política de tierra arrasada y el
riesgo de "genocidio" y "etnocidios" . Dijo Davi
Kopenawa, "el nuevo presidente de Brasil, yo no lo menciono su
nombre" desde que llegó al Palacio del Planalto se ha dedicado
a decir "vengan los hombres blancos que quieran dinero"
para enriquecerse a través de la "contaminación de nuestros
ríos, la quemada de los árboles".
El
gobierno del ex capitán del ejército es el primero desde el fin de
la dictadura militar, en 1985, que lleva a cabo una una política
abiertamente hostil hacia las comunidades originarias de la Amazonia,
agregó la antropóloga Manuela Carneiro da Cunha. "El Poder
Ejecutivo realiza una campaña ostensiva envalentonando a los
ocupantes ilegales de tierras, a los madereros, a los explotadores de
recursos minerales que amenazan de genocidio a los pueblos
indígenas", aseguró a Página/12 Carneiro da Cunha. "Empleamos
la palabra genocidio porque es la palabrqa que corresponde",
remarcó.
Las
ONGs Comsión Paulo Evaristo Arns y el Instituto Socioambiental,
acompañaron al cacique Kopenawa en su visita a Ginebra, y este
martes participaron en un encuentro con otras entidades de la
sociedad civil internacional donde se volvió a tratar la realidad de
los pueblos originarios. La situación más grave la enfrentan unos
"ciento veinte pueblos indígenas aislados que son muy
vulnerables al primer contacto" con las personas ajenas a sus
territorios, ya que les pueden transmitir enfermedades para las que
no tienen defensas, precisó Carneiro de Cunha.
En
noviembre de 2019, la Comisión Arns solicitó al Tribunal Penal
Internacional (TPI), en La Haya, la apertura de una "investigación
preliminar" sobre las medidas del gobierno brasileño que
amenazan la supervivencia de los pueblos originarios.
Aquella
iniciativa ante el TPI tuvo el respaldo del Colectivo de Abogacía y
Derechos Humanos, y puede dar lugar a un proceso que continuaría en
pie "incluso luego de que Bolsonaro deje la presidencia",
apunta la antropóloga. Debido a sus posiciones de ultraderecha, los
insultos a dirigentes indígenas y la devastación de la Amazonia,
Bolsonaro se ha convertido en uno de los líderes más repudiados del
mundo.
Lo
cual se comprueba a poco de repasar su agenda internacional. O su
no-agenda internacional. El año pasado se vio obligado a suspender
un viaje anunciado a Nueva York para evitar vérselas con las
protestas de ambientalistas y de activistas del movimiento LGBT. Más
tarde prometió pero al final no cumplió realizar viaje a Italia,
que dejó sin efecto ante la caída de su amigo, el ex ministro del
interior Matteo Salvini, también de extrema derecha.
En
enero último canceló sobre la hora su participación en el Foro
Económico de Davos, posiblemente advertido de los cuestionamientos
que la prensa y ONGs le habían preparado por la depredación de la
Amazonia. El desprestigio del presidente perjudica su "credibilidad"
ante la opinión pública y organismos internacionales como el TPI y
el Consejo de Derechos Humanos de la ONU "que aún conserva su
fuerza moral", apuntó Carneiro da Cunha en este diálogo
telefónico desde San Pablo.
Al
respecto la investigadora recordó la polémica entre el gobernante y
el actor Leonardo DiCaprio sobre las quemadas de la floresta en 2019,
cuando la superficie incendiada fue el 90 por ciento más extensa que
en 2018. "Bolsonaro llegó a acusar a DiCaprio de fomentar los
incendios, una cosa que causa risa y nadie creyó a nivel
internacional, fue algo burdo porque se sabe que Bolsonaro tiene una
gran afinidad con los grupos que desmatan e incendian".
Fuente:
Dario Pignotti, Denuncia urgente a la depredación de Amazonia, 4 marzo 2020, Página/12. Consultado 4 marzo 2020.
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