Hasta
2019, la localidad santafecina de Sastre tenía el límite a 100
metros para fumigar cerca de las viviendas urbanas, donde además de
los hogares hay clubes. El promedio de enfermedades cancerígenas es
un tercio más alto que el nacional: “Acá, en la zona, todos
tenemos un familiar muerto de cáncer”, dice una vecina.
por
Mariano Pedrosa
Los
vecinos de Sastre -una localidad de seis mil habitantes en el centro
de la provincia de Santa Fe- lograron un triunfo en la pelea judicial
en contra de los pesticidas y en defensa de su salud. Durante años,
la Municipalidad permitió la fumigación con agroquímicos a sólo
cien metros del ejido urbano, en la práctica esto implica que
quienes tienen sus hogares cerca del área de cultivos, soja
principalmente, reciben de lleno los químicos que utilizan los
productores agrícolas. La normativa tiene efectos fácilmente
mensurables: la tasa de enfermedades oncológicas es un tercio más
alta que el promedio nacional, así surge de un estudio de la
Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario
(UNR) que fue presentado a la Municipalidad luego de un campamento
sanitario que se llevó adelante en marzo de 2017.
El
5 de febrero de este año, apenas terminada la feria judicial, el
juez en lo Civil, Comercial y Laboral Nº 1 de Rafaela, Duilio Hail,
dictó una cautelar en la que limita el uso terrestre de agroquímicos
a una distancia de 800 metros de los límites urbanos para la
localidad de Sastre. Ruth Oitana de los vecinos autoconvocados en
Unión Ciudadana por la Vida y el Ambiente atendió a Tiempo
Argentino y expresó que se trata de “una noticia maravillosa”
porque incluye a toda la ciudad, en ese sentido, es un caso similar a
lo que pasó en Pergamino, ya que no se limita a un barrio, pero la
medida aún no está firme y puede ser recurrida.
El
juez en su fallo explica que la propia Municipalidad demandada
"reconoce la existencia de una normativa contraria a derecho
cuando en su modificación amplía drásticamente el perímetro de
fumigación aérea y duplica el de fumigación terrestre, a esa
circunstancia se suman los documentos acompañados por los actores,
particularmente planos y fotografías que fueron ‘explicados’ in
situ en la audiencia del 29-10-19 con indicación de los asistentes
del lugar de ubicación de clubes, escuelas y viviendas de los
reclamantes próximas al perímetro urbano”. La modificación a la
que remite el fallo es la ampliación del área fumigable por vía
aérea a 3.000 metros y la terrestre de 100 a 200.
El
fallo toma en cuenta los informes de la Agencia Internacional para la
investigación del Cáncer dependiente de la OMS del 20 de marzo de
2015 presentados por la querella y referenciados por la fiscalía,
dichos informes “califican al herbicida glifosato como
'potecialmente carcinogénico'", también menciona
investigaciones del Laboratorio de embriología molecular de CONICET
(UBA) y otro elaborado por la UNL en el marco de la causa "Peralta”,
además de antecedentes nacionales y de la Unión Europea.
El
juez Hail valora los derechos en juego, salud vs. negocio: “por un
lado uno de tipo patrimonial constituido por el derecho a cultivar la
tierra con el aditamento del mayor valor agregado por el uso de
fitosanitarios, mientras que por el otro estamos en presencia del
derecho a la salud de un contingente de personas”, por lo tanto
dice el magistrado “debo definirme en favor de los amparistas por
cuanto el derecho a la salud se torna en un bien fundamental y su
menoscabo podría resultar irreparable”.
El
caso y una sociedad dividida
La
historia judicial de esta causa no viene de muy lejos aunque ha
afectado la vida cotidiana de los vecinos de Sastre, porque “acá
todos nos conocemos”, como dice una vecina de la localidad. En
enero de 2018 se presenta una denuncia “porque fumigaban muy cerca
de un club donde un grupo de chicos jugaba al fútbol, luego, en
marzo, una vecina presenta otra denuncia ya que fumigaban muy cerca
de su casa”.
A
partir de allí los vecinos se presentaron en el Consejo Deliberante
local y comenzaron una serie de reuniones para que dictaran una
ordenanza que ampliara la zona de exclusión de fumigación. Ruth
Oitana, de los vecinos autoconvocados, explica que presentaron
evidencia científica para sustentar su reclamo y que los ediles no
pensaran que se trataba sólo de un “capricho”. Hasta octubre de
ese año -cuentan desde la asociación- no lograron muchos avances,
pero durante ese mes los padres de la niña Zoe Giraudo, paciente
oncológica que se recuperaba de un linfoma no hodgkin -enfermedad
que desde 2015 la OMS ha relacionado directamente con el uso de
glifosato (y que está referenciada en la reciente cautelar)-, debía
volver a su casa que si bien está dentro de la ciudad, dista apenas
400 metros de la zona de fumigación. En ese momento el Consejo
Deliberante intentó sacar una ordenanza que ampliaba la zona de
exclusión a 500 metros, pero la norma nunca fue promulgada por
presión de los productores.
Las
consecuencias sociales en una localidad pequeña es fuerte y causa
grandes divisiones: "El tema se puso muy tenso y los padres de
Zoe recurrieron a la Defensoría de la provincia y junto con los
vecinos presentaron en 29 de noviembre de 2018 un amparo contra la
Municipalidad. Al mes el juez dictó una medida cautelar que disponía
400 metros de exclusión”, cuenta la cronología previa a esta
cautelar Oitana.
En
esta instancia los productores agrícolas hacen aparición y se
presentan como terceros damnificados, y logran tumbar esa cautelar.
La causa volvió a foja cero y, en septiembre de 2019, una ordenanza
dictamina los límites en 200 m y 3000 m para las fumigaciones
terrestres y aérea respectivamente. Luego, la causa no se movió
hasta octubre de 2019 en que hubo una mediación a la que la
municipalidad no se presentó, pero el juez escuchó a las partes,
incluidos los productores y los representantes legales de la
provincia. De allí sale la cautelar.
El
lobby de los productores agropecuarios es fuerte en la zona ya que
“representan el poder real, el poder económico", incluso
cuentan vecinos: “le dicen a nuestros empleadores que nos echen del
trabajo, boicotean nuestros negocios. Hemos perdido amigos, se han
roto familias, porque los productores no quieren ver alternativas
para dejar de envenenarnos y envenenarse”, y advierten: “Acá, en
la zona, todos tenemos un familiar muerto de cáncer”.
La
realidad de esta lucha por la salud pública versus el interés
económico es palpable para los vecinos, según explican: “Los que
tienen el poder económico logran cosas que nos parecen imposibles,
como hacer caer una medida cautelar en una feria judicial. Los
intereses son muy grandes, ellos tienen los mejores estudios de
abogados y nosotros tuvimos que recurrir a la Defensoría porque no
podemos pagar un abogado. Pero por ahí nos toca un juez como Hail
que se toma su tiempo pero estudia seriamente el tema”.
La
Unión Ciudadana por la Vida y el Ambiente emitió un comunicado en
el que convocan a la población a “denunciar cualquier hecho
violatorio de la orden judicial, a los productores a tomar conciencia
y respetar las leyes y los mandatos judiciales y a la Municipalidad a
revertir la postura asumida tanto en la ciudad como dentro del juicio
de amparo, que incluso mereció el reproche del magistrado
interviniente”. Un hecho a remarcar es como los productores niegan
el efecto nocivo de los pesticidas, que ya están prohibidos en
Europa y cuyas empresas enfrentan demandas varias veces millonarias.
Los
vecinos, que poseen una página en la red social Facebook con el
nombre de su organización, califican la medida como “histórica”
y celebran que, “aunque fuere con demora a raíz de distintas
alternativas acontecidas en el transcurso del proceso que serán
objeto de análisis y explicación en otra oportunidad, toda la
población de Sastre obtenga algo de alivio a tantos padecimientos
causados por las fumigaciones cercanas”.
Fuente:
Mariano Pedrosa - @Pedrosa_mariano, Un fallo histórico en Santa Fe: prohíben fumigar a menos de 800 metros de una ciudad, 7 febrero 2020, Tiempo Argentino. Consultado 10 febrero 2020.
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