por
Mariano Bergero
De
manera cautelosa y sin movimientos por encima de la superficie, el
demorado Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) -la
llamada “ley de bosques”- podría despertar del letargo de más
de tres años sin tratamiento legislativo en la Unicameral.
Así
lo admiten, por lo bajo y con sigilo, diferentes actores que
consideran que existe un escenario que podría ser propicio para
reinstalar el debate de la conflictiva normativa ambiental. Ello por
la característica no electoral de este año, la nueva conformación
de la Legislatura y la presión que ha ido variando en intensidad,
pero no cesa por parte de los ruralistas pronorma.
El
gobernador Juan Schiaretti no dio señales al respecto en el mensaje
de apertura de sesiones que brindó el sábado último en la
Unicameral. Sin embargo, voces de la dirigencia rural aseguran que
hay un compromiso no escrito por parte del Ejecutivo para avanzar
“este año” con un nuevo proyecto.
El
último intento serio en ese sentido derivó en un fracaso
parlamentario a finales de 2016. En aquella oportunidad, una
iniciativa de una decena de legisladores del por entonces oficialismo
de Unión por Córdoba y de la UCR estuvo a punto de ser aprobada.
La
intentona chocó con la resistencia social de los ambientalistas, que
lideraron nutridas marchas en la Capital. Doña Jovita fue emblema de
aquellas protestas. Además, una interna política entre el ala
delasotista y la schiarettista en el bloque de la mayoría de aquel
entonces terminó de empantanar el objetivo.
Ahora,
con 51 legisladores propios, sin el kirchnerismo (que se opuso en
2016 y ahora no tiene representación parlamentaria), más la firme
voluntad de algunos legisladores radicales de consensuar un proyecto
“razonable”, el marco político asoma más amigable.
Desde
un primer momento, Schiaretti dijo que una nueva normativa sobre el
uso del suelo y la protección de los bosques nativos sería aprobada
sólo si había acuerdo. “Sin consenso, no habrá ley”, repitió
durante aquellas tensas jornadas de finales de diciembre de 2016. Esa
postura no cambió, aunque sí, en parte, el contexto político para
un eventual debate.
El
argumento de la Provincia, compartido por la dirigencia ruralista, es
que la norma actual no protege los bosques y dificulta el desarrollo
productivo del norte y del noroeste cordobés.
El
mapa vigente que ordena el bosque nativo en Córdoba está
desactualizado. Nadie duda de eso. El problema reside en cómo
renovarlo y bajo qué criterios ambientales se lo hará. La
cartografía actual incluye casi cuatro millones de hectáreas en las
categorías roja (donde está prohibido cualquier uso) y amarilla
(donde es posible una intervención sobre el recurso).
Para
la la Mesa de Enlace provincial -que elaboró un mapa propio-, sólo
hay dos millones de hectáreas de bosque nativo dentro de las tres
categorías de conservación previstas en la ley (rojo, verde y
amarillo). La diferencia es sustancial: es la mitad de la superficie
que aseguran los grupos ambientalistas. En el medio de esos dos
extremos, hay un negocio millonario.
La
actualización del OTBN es necesaria, ya que el actual está vencido.
Sucede que la ley nacional 26.331 estipula que los ordenamientos
provinciales deben renovarse cada cinco años. El cordobés está
fuera de regla desde agosto de 2015.
Pese
al parate legislativo de la ley de bosques, la Provincia avanzó con
normas complementarias que, se descuenta, serán valoradas ahora, si
es que se debate una nueva norma.
Se
trata, por ejemplo, de la ley que obliga a los productores a forestar
un porcentaje de sus campos. También la sancionada el año pasado y
que promociona la agricultura familiar, y otra que premia con
incentivos económicos buenas prácticas agropecuarias.
En
2017, con las elecciones legislativas de por medio y el conflicto
social aún caldeado, Schiaretti decidió postergar el debate, algo
que extendió durante 2018.
En
2019, con los comicios provinciales de fondo, repitió el
razonamiento conservador de no alterar el escenario en medio de la
votación.
Y
2020 puede ser el año de reinstalar el debate. La jugada no asoma
sencilla, aunque habría decisión oficial de, finalmente, avanzar.
Fuente:
Mariano Bergero, 2020, ¿el año para la ley de bosques?, 6 febrero 2020, La Voz del Interior. Consultado 6 febrero 2020.
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