Calcinados
por las llamas o muertos por la falta de alimentos y refugio, al
menos 480 millones de animales están siendo víctimas de los
devastadores incendios forestales que arrasan desde septiembre
Australia.
por
Rocío Otoya
La
cifra se refiere solamente a las especies de una gran parte de los
mamíferos, aves y reptiles que habitan en el estado de Nueva Gales
del Sur, que con sus 36.000 kilómetros cuadrados de terrenos
calcinados, un área similar a la de Taiwán, es el más afectado por
las llamas.
“Es
un desastre sin precedentes desde el punto de vista de la fauna”,
dijo a Efe Chris Dickman, ecólogo de la Universidad de Sídney,
quien recalcó que sus cálculos excluyen a insectos, peces, ranas y
algunos mamíferos como los murciélagos. “Algunos de los animales
han podido morir en los incendios, otros habrían volado o se han
enterrado en el subsuelo”, añadió Dickman al subrayar que “el
peligro es cuando regresan o salen a la superficie y no encuentran
comida o se encuentran con zorros o gatos que les acechan”.
Dickman,
quien ha sido presidente de la Sociedad Australiana de Animales y del
Comité Científico de Nueva Gales del Sur, y su equipo de la
Universidad de Sídney, hicieron la estimación apoyándose en un
estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés)
de 2007 sobre el impacto de la tala de árboles en los animales. Ese
trabajo de WWF combinó los datos de la superficie de deforestación
con los de otros estudios sobre la densidad de población de
mamíferos en Nueva Gales del Sur, una fórmula que el equipo de
Dickman utilizó para alcanzar su estimación.
El
experto señaló que extrapolando los resultados al conjunto del
país, donde se han quemado 50.000 kilómetros cuadrados de terrenos
o una superficie comparable a la de Costa Rica, la cantidad de
animales afectados podría alcanzar los mil millones.
El
desequilibrio en los ecosistemas
El
impacto de los incendios no se sabrá a ciencia cierta hasta que los
científicos puedan entrar en las zonas calcinadas, pero ya se
calcula que el daño es inmenso por el desequilibrio causado en los
ecosistemas, donde muchas de las especies afectadas contribuyen a la
polinización de plantas o al transporte de semillas, entre otros.
Dickman señaló que la recuperación de las zonas quemadas puede
verse afectada por la ausencia de estas especies que desempeñan un
papel clave en la salud de los distintos hábitats.
“Si
los ecosistemas afectados están aislados puede que pasen muchos años
antes de que algunas especies regresen. Hay muchos reptiles y
mamíferos que no tienen mucha movilidad. Y puede que algunos no
regresen nunca”, dijo el ecólogo.
Según
el experto, otros ecosistemas que no han sido tomados en cuenta
también se verán afectados, como los ríos, que verán una
degradación de la calidad de sus aguas, lo que tendrá consecuencias
en las fuentes de comida de los animales que viven en ellos.
Australia,
hogar de especies únicas
Australia
acoge a una gran variedad de animales únicos en su territorio
continental, con unas 300 especies nativas incluidos marsupiales como
los canguros y los koalas, monotremas como los ornitorrincos y los
equidnas, y los placentarios como los dingos. De estas, unas 244
especies o el 81 por ciento se encuentran solo en Australia, recalcó
la Universidad de Sídney en un comunicado.
“Lo
que es espantoso es que unas 34 especies de mamíferos nativos de
Australia se han extinguido en los últimos 200 años con la
colonización. Es la tasa de pérdida más alta de cualquier región
del mundo”, enfatizó Dickman al expresar que se resiste a pensar
que la catástrofe desatada por los incendios sea la nueva norma.
“Con
la aceleración del cambio climático, tendremos períodos de sequía
más largos y los incendios serán más severos en el futuro”,
reflexionó el ecólogo al abogar por un trabajo conjunto entre
científicos y los gobiernos.
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Fuente:
Rocío Otoya, Unos 480 millones de animales víctimas de los incendios en Australia, 3 enero 2020, EFEverde. Consultado 3 enero 2020.
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