Primera
entrega de una serie de entrevistas acerca del impacto del fracking,
el riesgo de la megaminería, la lucha socioambiental y las
propuestas alternativas al modelo extractivista.
Primera
entrega de una serie de entrevistas acerca del impacto del fracking,
el riesgo de la megaminería, la lucha socioambiental y las
propuestas alternativas al modelo extractivista
En
esta oportunidad entrevistamos a Martín Guillermo Álvarez Mullally,
integrante del Observatorio Petrolero Sur. En las próximas entregas
publicaremos entrevistas realizadas a referentes de la lucha contra
la megaminería y la izquierda.
¿Cómo
queda configurado el mapa extractivista con los sucesos del último
tiempo, la asunción de un nuevo gobierno, el triunfo de la lucha por
el agua en Mendoza?
MGAM:
No existe un proyecto que cambie estructuralmente el peso que tiene
el extractivismo en la economía del país. En ese sentido, lo que
vemos que cambia, con las últimas alternancias gubernamentales, es
el destino de la renta. Estamos ante el debate al interior del Frente
de Todos de dos intenciones; por un lado, la posibilidad de un
retorno del extractivismo con un poco más de distribución de las
ganancias y con una mirada del mercado interno. Por otro una lógica
más neoliberal y con una clara idea exportadora con fines de
captación de dólares. La nueva gestión mostrará, con las reformas
próximas, cuál es el horizonte a seguir. La idea “de la crisis
nos salvará Vaca Muerta con el fracking, el agronegocio con los
granos y la minería” es hoy el eje central en la política
económica del nuevo gobierno de Fernández.
El
impulso minero fue el primer sector al que le quisieron dar señales
de impulso de políticas beneficiosa. Buscan destrabar proyectos y
golpear simbólicamente a los logros de las resistencias
territoriales, como son la 7722 en Mendoza o 5001 en Chubut. La
sociedad cuyana se volcó a las calles y nuevamente derrotó las
intenciones de insertar la minería, mientras en la Patagonia
comienzan a darse movilizaciones en contra de los retrocesos en
materia de resguardo de bienes vitales como el agua. A partir de
estas reacciones populares, las reformas y políticas para Vaca
Muerta y el sector del agronegocio van a tomarse más tiempo,
búsquedas de acuerdos más sólidos y con mayores sectores
involucrados.
A
la ansiedad extractivista, ya golpeada por la resistencia popular, se
le suma un complejo contexto internacional donde el petróleo y el
gas juegan su propio capítulo con una sobreproducción
hidrocarburífera y los conflictos armados en Medio Oriente. En ese
marco, la explotación de no convencionales en Argentina no llega a
ser un proyecto ni de cabotaje al que solo es posible si es altamente
subsidiado o con beneficios muy grandes.
La
reforma construida por el gobierno de Fernández se encuentra bajo
llaves a la espera de conseguir los consensos. Las empresas
petroleras aumentan las presiones sobre una actualización del precio
de los combustibles, esta situación se traslada a precios
inmediatamente. Sin aumentos, sin reforma, las empresas no van a
levantar equipos, lo que significa que también sean las provincias
las que se sumen a presionar al gobierno nacional.
¿Qué
riesgos socio ambientales y consecuencias estamos sufriendo en Río
Negro debido al fracking?
MGAM:
Hay una avanzada muy importante en materia de concesiones
hidrocarburíferas en la provincia, un nuevo loteo con fines de
exploración y explotación de no convencionales, eso lleva a un
camino de posible enclave petrolero.
La
renta petrolera tiene cada vez mayor representación en la economía
provincial y lo hace de la mano de una actividad que tiene alto costo
ambiental, social, cultural y económico y que, a su vez, depende de
los precios internacionales que son condicionados por variables muy
complejas -como una guerra o catástrofe -que le han dado alta
volatilidad al sector. El
fracking requiere de mucha mano de obra y muchas infraestructuras,
ambas, en épocas de precios bajos, demandan mucha intervención de
recursos del estado. Incluso el sector para ser competitivo exige una
gran presencia de incentivos o subsidios provenientes del estado
nacional.
¿Qué
alternativas y propuestas de transición hacia otras formas de
utilizar los recursos naturales se podrían llevar a cabo?
MGAM:
Alternativas hay muchas, pero como todo requiere de políticas
públicas y un plan de acción. El gobierno de la provincia ha
elegido ir tras las posibilidades de renta inmediata, en este caso a
través de concesiones hidrocarburíferas, incluso cabe destacar que
se hizo un camino donde la apuesta del fracking fue la garantía para
contraer una abultada deuda. Entonces hoy estamos ante estados
endeudados y territorios fracturados, en el horizonte vemos que el
sueño de la prosperidad productiva fue empeñado por la inmediatez
de la renta fósil.
Está
en ver si en la sociedad se comienzan a dar esos debates, en 2019
tras dos años de trabajo la Mesa Productiva y Energética de Río
Negro -espacio que reúne a académicas/os de cinco universidades
nacionales y sindicatos provinciales- publicó un documento con
diagnósticos y propuestas, alternativas para sostener e impulsar una
diversidad productiva de la mano de una transición justa, en donde
los ejes de construcción soberana venga de la mano de una mirada de
clasista, feminista, decolonial y no antropocentrista. Construir las
bases de un mejor Río Negro es posible si se logra frenar la
avanzada extractivista.
Fuente:
La política extractivista y su impacto socioambiental en Río Negro, 9 enero 2020, La Izquierda Diario. Consultado 11 enero 2020.
No hay comentarios:
Publicar un comentario