Naoto Kan era primer ministro de Japón cuando ocurrió el accidente de Fukushima, el 11 de marzo de 2011. Físico de formación, Kan era partidario de la energía nuclear, pero cambió su opinión tras el accidente.
"Un accidente nuclear importante puede conducir a la evacuación de miles de personas e incluso aniquilar a un país. Los accidentes de barcos o aviones pueden causar numerosas víctimas. Pero el daño de un accidente nuclear no tiene comparación. Imagine una región dentro de un radio de 250 kilómetros alrededor de una central nuclear que se vuelve inhabitable durante decenas de años. Serían pérdidas y daños tan grandes o más que los de una gran guerra"
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