Posgrado
gratuito de tres universidades. Las universidades de Córdoba, Salta
y Catamarca se asociaron para dictar un doctorado en Energías
Renovables gratuito, con el que buscan capacitar profesionales que
puedan pensar estrategias para almacenar, gestionar y producir
energías alternativas tanto a mediano como a largo plazo.
por
Ezequiel Bergonzi
La
discusión por la preservación del medio ambiente volvió a
convertirse en un tema central tras el discurso de la activista sueca
Greta Thunberg en la ONU. Allí, la militante ecologista denunció a
cinco países que habían ratificado la Convención de los Derechos
del Niño de la Naciones Unidas y que aun así emitían alarmantes
cantidades de gases de efecto invernadero. Esos países son Alemania,
Francia, Brasil, Turquía y Argentina. En nuestro país, más del 80
por ciento de la energía es producida por combustibles fósiles, y
para contrarrestar ese número, junto a la contaminación que genera,
algunas universidades comenzaron un proyecto transversal: el
doctorado en Energías Renovables, cuyo objetivo es capacitar
profesionales para que puedan almacenar, gestionar y producir
energías alternativas tanto a mediano como a largo plazo.
Este
posgrado fue un proyecto que comenzó en la Universidad Nacional de
Catamarca (UNCA), una provincia en la que la minería tiene un lugar
importante puesto que el territorio es rico en oro, cobre plata y
molibdeno. Allí varias multinacionales se dedican allí al
extractivismo, actividad que genera varias consecuencias en las
cercanías donde se desarrolla como en el Bajo de la Alumbrera y
Andalgalá. “En Catamarca este tema viene generando bastantes
discusiones académicas. Es importante la situación de la energía
porque los principales grupos de ecología, que tiene una posición
crítica de la minería a gran escala y su contaminación del agua,
tienen reconocimiento académico. En la provincia, los grupos de
ecología política son muy fuertes y muy articulados a las
discusiones latinoamericanas y nacionales de la cuestión ambiental”,
resalta para el Suplemento Universidad el subsecretario de posgrado
de la UNCA, José Yuni.
Sin
embargo, como la UNCA es una “universidad pequeña”, debió
buscar alianzas para que el proyecto pudiese ser aprobado de forma
más rápida por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación
Universitaria (CONEAU). Y es por eso que desde Catamarca decidieron
ponerse en contacto con la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
Así, las facultades que entraron en relación fueron la de Ciencias
Químicas y la de Matemática, Astronomía, Física y Computación
por parte de la UNC y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de
la UNCA.
Un
proyecto consolidado
“Me
doctoré en Torino, Italia, en 2011 y más tarde me hicieron la
propuesta desde la UNCA. Estaban por comenzar un laboratorio en
energías renovables y querían darle un impulso a la temática. Un
poco también con la idea de federalizar la ciencia. Fui a arrancar
ese camino y a medida que pasó el tiempo se armó el laboratorio y
demás, pero nos dábamos cuenta que faltaba un doctorado
acreditado”, explica el director del posgrado Gabriel Correa.
Las
bases para construir el doctorado se basaron en experiencias
autóctonas, aunque también hubo influencia en los estudios europeos
de los que participó Correa. “En general hubo iniciativa propia,
no obstante, sí hemos visto varios doctorados en España y en
Italia. Yo, puntualmente, soy doctor en energías y me referencié
mucho con eso. En Europa también tienen una postura abarcativa en
general, trabajan mucho con la (energía) renovable. Pero también
tuvo mucho que ver con lo que investigaba cada grupo que conforma el
doctorado”, explica.
En
2015, el proyecto se consolidó y un año más tarde ambas
universidades lo presentaron en una convocatoria del Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN), que subvencionaba posgrados
estratégicos para el desarrollo del país. Por suerte para la red,
el Doctorado en Energías Renovables fue el que “ganó” y con el
capital proporcionado por el CIN empezaron a armar la red de cursos.
Ahí fue cuando se incorporó la Universidad de la Defensa Nacional
(precisamente el Centro Regional de Córdoba) y se cimentó la
estructura del posgrado, que fue aprobado por la CONEAU a principios
de este año.
“En
principio, la fortaleza de Catamarca y los grupos de Córdoba tiene
que ver con la generación y almacenamiento, pero sobre todo
almacenamiento de las energías renovables. Hay grupos que trabajan
en litio, en hidrógeno y en energía solar”, describe Correa,
quien estima un número de 30 inscriptos de cara a la primera corte.
Esta interesante cantidad se debe a que el doctorado es gratuito, un
factor vital que se pensó desde los inicios del proyecto.
Tanto
para Correa como para Yuni, una de las principales apuestas de este
nuevo posgrado es que las investigaciones y sus frutos puedan
aplicarse en forma de políticas que beneficien la calidad de vida de
los habitantes argentinos. “El 80 por ciento de nuestra energía
proviene de combustibles fósiles. Estamos destruyendo nuestros
ecosistemas y en ese sentido el doctorado apunta a tener una visión
transdisciplinaria con la cual podamos compartir diferentes visiones
y experiencias de investigación con otros grupos que no sólo
trabajen la cuestión tecnológica, sino la social y la ambiental. Es
imposible pensar un futuro que sea sólo de combustible fósil”,
remarca el director, quien además sostiene que “las universidades
tienen la responsabilidad de aportar herramientas concretas en la
solución de estos problemas”.
Por
eso se toman en cuenta el impacto que podrían tener las energías
renovables a largo plazo. “Hay un contexto por lo menos
institucional que nos prepara para pensar la cuestión ambiental
desde un punto de vista más complejo. Y, por otro lado, lo de las
energías renovables es algo estratégico que formaba parte de la
agenda de desarrollo del Ministerio de Ciencia y Tecnología”,
apunta Yuni. Para Correa, todavía faltan políticas públicas para
fomentar el uso de las energías renovables. Según él, “hay pocas
provincias que están fomentando esto y es un problema, hay que ir
acomodando todo para foguear estas alternativas energéticas. No hay
posibilidad de abordar el ambiente si no se aborda su impacto social,
su impacto ambiental... Justamente es el motivo por el cual la
mayoría de nosotros trabajamos en energía renovables”, agrega.
Universidad
federal
“El
doctorado surge con la idea de formar una red. Se armó con varios
investigadores y docentes con los que venimos trabajando con este
espíritu hace tiempo. Es súper positivo en ese sentido, porque es
muy importante para poder abordar esta temática gigantesca. Es
imposible que desde lo individual se pueda; el que diga lo contrario
está medio errado”, sostiene Correa.
Las
alianzas universitarias no sólo son importantes para fortalecer los
lazos entre las instituciones educativas, sino que además sirven
para -explicó Yuni- “salir del etnocentrismo universitario y que
las personas conozcan otras alternativas”. Además, este formato de
posgrado en redes es muy utilizado entre universidades pequeñas, y
es algo que, para el subsecretario, dio resultados positivos en el
Noroeste Argentino. “En el NOA da muchos resultados porque si no
fuera por esa estrategia sería difícil acreditar la carrera en
CONEAU, en áreas tecnológicas están funcionando muy bien estas
modalidades. Básicamente es el valor que tienen las alianzas
institucionales”.
La
idea es que en un futuro cercano la red del doctorado se expanda para
trabajar con establecimientos como la Universidad de Salta y la
Universidad del Litoral. Ambas tienen posgrados con mención en
energías renovables y para Yuni aportarían una importante suma de
conocimiento al desarrollo de las vías energéticas alternativas.
Fuente:
Ezequiel Bergonzi, Un paso más hacia las energías renovables, 8 noviembre 2019, Página/12. Consultado 12 noviembre 2019.
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