martes, 12 de noviembre de 2019

Los mitos energéticos del eco-modernismo (1 de 9)

Central nuclear Santa María de Garoña, en Burgos, España

por Raquel Montón

La energía nuclear se muestra en los últimos tiempos como uno de los baluartes del eco-modernismo, presentando como modernas e innovadoras algunas tecnologías antiguas que ya han demostrado en el pasado su bancarrota varias veces, o innovaciones futuristas que, si alguna vez se pueden desarrollar, en el mejor de los casos solo estarán disponibles en unas pocas décadas.

Mitos energéticos del eco-modernismo

Según sus planteamientos, sólo es necesario romper algunos de los tabúes impuestos por el movimiento ambiental tradicional, como la energía nuclear entre otros. Estos mitos energéticos del eco-modernismo son los siguientes: la energía nuclear es moderna, es segura y sin residuos, los riesgos de la radiación son muy exagerados, los residuos son manejables, el IPCC y la UE están a favor, se debe mantener abierto el actual parque nuclear, es la forma más barata de reducir las emisiones de CO2, las renovables son prohibitivas y poco fiables, lo de Alemania ha sido un fracaso.

En este artículo abordaré el primero de ellos. «La energía nuclear es una tecnología moderna y con visión de futuro».

Pues bien, la energía nuclear fue una consecuencia del desarrollo de la bomba atómica. La primera generación de reactores nucleares se desarrolló a principios de la década de 1950 para impulsar submarinos militares. En 1953, durante un discurso ante la ONU, el presidente Eisenhower lanzó el programa nuclear ‘civil’, que dio como resultado los actuales reactores nucleares (de segunda generación). En otras palabras, las centrales nucleares instaladas en España se diseñaron en base a la tecnología de los años cincuenta a los setenta. Fueron construidos de acuerdo con el conocimiento y las ideas de la década de 1980. La energía nuclear es en realidad la última fase de la tecnología de calderas de vapor, donde se quemaron combustibles fósiles, o el uranio se dividió para generar calor para producir vapor y conducir una turbina. Es muy impreciso afirmar que las centrales nucleares actuales son tecnología moderna.

Después del desastre de Chernobyl en 1986, se mantuvo la promesa de una nueva generación de reactores nucleares «más seguros». Más de 30 años después, solo dos de estos reactores de tercera generación están en construcción en Europa, uno en Francia y uno en Finlandia. Como resultado de los crecientes problemas técnicos, el cronograma de construcción original está muy retrasado y los costes (unos 12.500 millones de euros por reactor) se están disparando. Esto tampoco parece muy prometedor para el futuro, y así lo podemos comprobar con la cancelación de 3 nuevos proyectos de construcción en el Reino Unido en los últimos meses, que representan 8 grandes reactores (en conjunto, 9 GW), debido a los costos excesivos.

La nuclear no ha cumplido sus promesas

La energía nuclear ha tenido más de 60 años para evolucionar hacia una tecnología madura, pero ha fallado dramáticamente. Actualmente, sólo 31 países utilizan energía nuclear comercial para generar parte de su electricidad. Solo tres países generan la mitad o más de su electricidad utilizando energía nuclear. Nueve de estos 31 países, incluidas algunas de las economías más grandes del mundo (Brasil, China, Alemania, India, Japón, México, los Países Bajos, el Reino Unido y España) producen más electricidad a partir de fuentes renovables que a partir de energía nuclear. A pesar de las campañas promocionales a gran escala de agencias internacionales (OIEA, Euratom, NEA / OCDE), el apoyo masivo de algunos gobiernos y la responsabilidad limitada en caso de accidentes, la energía nuclear no ha cumplido sus promesas durante un período de seis décadas. ¿Por qué debería hacerlo en el futuro?

El próximo artículo de la serie de Raquel Montón se titulará “Las nuevas tecnologías producirán plantas de energía nuclear seguras y sin residuos nucleares”.
Raquel Montón, Responsable de las campañas de Energía Nuclear y Movilidad en Greenpeace España
Fuente:
Raquel Montón, Los mitos energéticos del eco-modernismo (1 de 9), 28 octubre 2019, EnergyNews.

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