Eva
García Sempere recibió una carta de un bufete de abogados
internacional informándole de que aparecía en las listas secretas
que elaboró la multinacional de los pesticidas para tratar de
influir en las políticas públicas que les afectaban. Cuando reclamó
la información que obraba en su poder le remitieron cinco páginas
en las que se define su trabajo e influencias y le clasifican como
"fuertemente en contra" del herbicida, relacionado según
algunos estudios con el cáncer. El plan diseñado en su caso pasaba
por tratar de hacerle cambiar de opinión a través del lobby de las
empresas fitosanitarias en España, AEPLA.
por
Marina Estévez Torreblanca
La
diputada de Izquierda Unida Eva García Sempere recibió el pasado
agosto en su buzón del Congreso de los Diputados una carta
certificada que le sorprendió. Un despacho internacional de
abogados, Sidley Austin LLP, le informaba, primero en inglés y
después en castellano, de que su nombre aparecía en las conocidas
como "listas negras" de Monsanto. En ellas, la
multinacional de transgénicos y pesticidas recopiló secretamente
información en 2016 y 2017 sobre casi 1.500 personas de diez países
(144 en España) que podrían influir en una eventual prohibición o
autorización del glifosato, un herbicida de uso masivo en
agricultura y jardinería que según algunos estudios y varias
sentencias en Estados Unidos puede ser cancerígeno.
"Le
escribimos en calidad de representantes legales de Bayer, que
adquirió Monsanto en junio de 2018 (...) Nos ha contratado para
realizar una investigación tras la aparición de ciertas
informaciones en la prensa sobre la existencia de las denominadas
listas de partes interesadas, que fueron preparadas por la agencia de
relaciones públicas FleishmanHillard como parte de la campaña de
Monsanto de 2016–17 para la renovación del glifosato (...) El
objeto de esta carta es informarle de que su nombre aparece en una o
más de las listas que hemos identificado en el curso de nuestra
investigación", reza el escrito.
"Me
sorprendió leerlo a pesar de que siempre he mantenido una postura
firme contra el glifosato, tanto en iniciativas parlamentarias como
en cartas dirigidas al Parlamento Europeo", explica García
Sempere a eldiario.es. Otros dos españoles habían desvelado antes
su caso, Juantxo López Uralde (diputado de Unidas Podemos y exlíder
de Equo) y María Merello, exconcejala por Equo en Puerto Real. 141
más deberían haber recibido también un mensaje del bufete
contratado por los nuevos propietarios de Monsanto. Los listados
incluyen a políticos, activistas, periodistas e incluso a Neil
Young.
La
centenaria farmacéutica alemana ha tratado de contrarrestar el
escándalo que supuso el conocimiento de esas listas a través de
informaciones periodísticas en Francia, uno de los países
contrarios a su uso en la UE. Las campañas ecologistas y políticas
contra el glifosato y la campaña de intoxicación coincidieron
precisamente con el proceso en el que a los socios comunitarios les
tocaba decidir si renovaban la autorización del uso del herbicida,
masivo en la agricultura y la jardinería.
Tras dos años de negociaciones y prórrogas en noviembre de 2017 el
cambio de postura de Alemania inclinó la balanza para renovar el uso
del fitosanitario hasta 2022. El frente de países contrario al
glifosato tuvo a Francia e Italia a la cabeza. El bando que siempre
se ha mostrado favorable al herbicida estuvo liderado por España,
Gran Bretaña y Países Bajos. En España aún gobernaba el PP.
Hay
estudios e interpretaciones diversas sobre el efecto del glifosato,
pero las organizaciones ecologistas hacen hincapié en las que
vinculan dicho producto con el cáncer. Este año la revista Mutation
Research ha publicado los resultados de una investigación que
relaciona la exposición a herbicidas con glifosato con un aumento
del 41 % en la probabilidad de desarrollar linfoma no Hodgkin (LNH).
La OMS incluye el glifosato en el grupo 2A (probablemente cancerígeno
para humanos).
El
lobby español "para la protección de las plantas"
Sidley
Austin LLP, que ha sido contactado sin éxito por este periódico,
ofrecía en su primera carta a García Sempere una copia de la
información sobre ella, a pesar de que aseguraba que no se habían
encontrado datos personales "sensibles". Con el aviso de
que se trataba de documentación "privada y confidencial",
García Sempere ha recibido este mes de octubre un listado de cinco
páginas de información ordenada en cuadros de colores en el que se
desgranan sus cargos ("miembro del Parlamento dedicada a asuntos
de agricultura y medio ambiente") o su presunto nivel de
influencia ("moderado"), y sobre quien podría ejercerlo
(el Ministerio de Agricultura). Es clasificada como una "influencer"
(persona con capacidad de influencia) en la materia, que se posiciona
"fuertemente en contra" del glifosato, lo que explicaría
su inclusión en la lista.
También
hay apartados sobre los mensajes que deben dirigírsele con el
objetivo de "excluir el glifosato de la agenda política";
cómo hacerlo ("en talleres") y por parte de quién. En
este punto se menciona a la Asociación Empresarial para la
Protección de las Plantas (AEPLA), el lobby español que representa
al sector de fabricantes de productos fitosanitarios en España.
"No
tenemos nada que ver con estas listas, pero tanto Bayer como Monsanto
(cuando existía) pertenecen a AEPLA. Supongo que si aparecemos es
como fuente de información sobre productos fitosanitarios. Una de
nuestras misiones es ser interlocutor con las administraciones a
nivel europeo, regional o local", aseguran fuentes de esta
organización, clasificada como grupo de presión en el registro de lobbies de la UE, donde también despliega su labor como "embajadora
del sector fitosanitario español". En un informe que la
asociación encargó a la consultora PWC en 2017, antes de que
Bruselas decidiera renovar el glifosato, se asegura que "no
renovar la autorización provocaría una disminución de la
producción nacional en España de aproximadamente 2.124 millones de
euros. En términos de empleo, la caída conjunta seria de 4.969
ocupados (un 0,03 % del empleo nacional)". Su defensa de la
inocuidad del glifosato en medios especializados agrícolas y
ganaderos es frecuente.
Una
portavoz de AEPLA explica que también se reúnen con diputados,
partidos políticos y con funcionarios y cargos del Ministerio de
Agricultura. Respecto a las relaciones de AEPLA con el departamento
que dirige Luis Planas, fuentes del mismo aseguran que se enmarcan
en la normalidad de las conversaciones con las organizaciones y
asociaciones de los distintos sectores relacionados con la
agricultura.
En
lo que concierne a sus conversaciones con diputados, no quedan
registradas en ningún sitio, ya que por el momento no hay obligación
de dejar constancia de los encuentros de miembros de las Cámaras con
ningún lobby. La regulación de estos grupos de presión sigue pendiente en España a pesar de los requerimientos internacionales al
respecto.
Cartas
de agricultores con un texto casi calcado
Tanto
Eva García Sempere como Juantxo López Uralde, los dos diputados
españoles que han desvelado su presencia en la lista (ambos en el
grupo parlamentario de Unidas Podemos), empezaron a recibir hace dos
años decenas de cartas supuestamente escritas por agricultores
españoles con un texto casi calcado en las que les pedían cambiar
su postura contraria al glifosato.
"Parecía
una suerte de campaña orquestada", explica Sempere. Uralde, que
fue el primero que desveló que su nombre estaba en la lista de
Monsanto el pasado agosto, dice que le pudieron llegar 200 de estas
misivas al Congreso de los Diputados.
Sobre
la información que recibió del bufete de abogados de Bayer sobre sí
mismo, el político ecologista explica que incluyen su oposición al
glifosato, que es diputado y las acciones a realizar sobre él como
objetivo sobre el que el tratar de influir. "Me parece
inaceptable, unas prácticas repugnantes. Buscan quien en cada lugar
trabaja contra el glifosato para tratar de influirle", lamenta.
Ni
él ni Sempere se fían de que la información que les ha
proporcionado el bufete sea toda la que atesoran. En Francia se ha
denunciado "la recolección de datos personales por medio
fraudulento, desleal e ilícito". Según las investigaciones de
la prensa en ese país, en los archivos de Monsanto, además de la
posición de las personas vinculadas al glifosato, se recogerían
datos personales sobre sus pasatiempos, además de direcciones y
teléfonos personales. "No deja de sorprender cómo trabajan con
impunidad este tipo de multinacionales en función de posiciones
políticas para tenernos controlados", lamenta la diputada, que
confiesa una "sensación de desamparo".
Contactada
por este periódico la empresa Bayer en España, se remite al
comunicado en el que el pasado septiembre informaban del fin de la
investigación sobre las listas. El bufete Sidley Austin LLP habría
analizado más de 2,4 millones de archivos sin encontrar datos
"sensibles". Según el informe, no tienen duda de que "las
listas elaboradas eran detalladas, metódicas", aunque con el
único objetivo de "defender claramente las posturas de Monsanto
frente a grupos de interés y la opinión pública". Aseguran no
haber encontrado indicios "que sustenten las acusaciones de los
medios franceses en cuanto a que las listas eran ilegales".
El
grupo químico y farmacéutico, cuyas acciones se han despeñado en
bolsa en los últimos meses, va a invertir 5.000 millones de euros en
el desarrollo de herbicidas alternativos que no estén basados en
glifosato.
La
multinacional de trangénicos y pesticidas Monsanto ya no existe con
tal nombre. La marca corporativa de esta empresa, una de las más
odiadas del planeta por su políticas comerciales dañinas para el
medio ambiente y la salud, según los grupos ecologistas, fue
eliminada por Bayer tras pagar 56.000 millones de euros (63.000
millones de dólares) para quedarse con sus productos y estructura.
La farmacéutica alemana podría haber hecho un mal negocio: los
tribunales estadounidenses han dictaminado que la antigua Monsanto
debe indemnizar a enfermos de cáncer que estuvieron en contacto con
el glifosato. Ya les han condenado a pagar decenas de millones de
dólares en sendas sentencias, que han recurrido. Hay 42.700 demandantes haciendo cola en Estados Unidos.
Fuente:
Marina Estévez Torreblanca, Así trataba Monsanto de manipular sobre el glifosato en España: el caso de una diputada de IU en la "lista negra", 5 noviembre 2019, eldiario.es. Consultado 13 noviembre 2019.
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