La
cancelación de la COP25, que debía organizarse en Santiago de Chile
el próximo diciembre, deja a América Latina sin un evento en el que
la región debía mostrar sus avances en la lucha contra el cambio
climático.
por
Judit Alonso
La
cumbre climática "latina" ha terminado como la peor de las
telenovelas, rompiendo "corazones". Un "drama"
que ya se venía gestando desde el abandono de Brasil, país que
originariamente debía albergar dicho evento. "La cancelación
de la COP25 es un golpe para todo Chile; desde el gobierno a las
organizaciones sociales, los pequeños emprendedores y las comunas
locales se perjudican con esta situación", dijo a DW, Hernán
Blanco de la Fundación Avina en Chile.
Según
la política rotativa de Naciones Unidas, que obliga a que dicho
evento se haga anualmente en una región diferente del mundo, este
año era el turno de América Latina. Así que este evento
internacional, volvía de nuevo a la región tras las pasadas
ediciones de COP16 en Cancún (México) y COP20 en Lima (Perú).
"Chile
pierde una gran oportunidad para presentarse como campeón en
materias ambientales dentro de la región", dijo a DW Ingrid
Wehr, Directora de la Fundación Heinrich Böll Cono Sur. No
obstante, el país también afronta diversas problemáticas
ambientales cuyo evento debía servir para potenciar posibles
soluciones al respecto. "Para las organizaciones ambientales en
el país es central avanzar en temas críticos para el ambiente y la
sociedad:las zonas contaminadas, la gestión de los recursos hídricos
y la firma por parte de Chile del tratado de Escazú, entre otros",
enumeró Blanco.
A
ellos se les suma la llamada justicia ambiental. "Sin un cambio
de un modelo extractivista basado en la sobreexplotación de bienes
naturales no se podrá abordar el tema de la justicia social para las
futuras generaciones", agregó la directiva alemana, que también
lamentó que con la cancelación del evento "la sociedad civil
chilena se pierde una oportunidad de discutir con sus pares al nivel
global sobre medidas adecuadas para frenar el cambio climático".
"Tener
la COP25 en Chile había sido un momento crucial para que el país y
América Latina, demostraran su compromiso con el cambio climático",
recordó a DW Nicole Stopfer, Directora del Programa Regional de
Seguridad Energética y Cambio Climático en Latinoamérica de la
Fundación Konrad Adenauer. "La COP era una oportunidad para la
región de revindicar los acuerdos y la importancia de la adaptación,
además de poner otros temas en la agenda como el objetivo de ser
países carbono neutrales", añadió teniendo en cuenta que
tanto Costa Rica como Chile anunciaron estas metas meses atrás.
Una
decisión ¿necesaria o desproporcionada?
La
decisión del gobierno chileno pilló por sorpresa a la sociedad
civil que reaccionó de diversas maneras ante dicho anuncio como la
Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC), una plataforma de
organizaciones no gubernamentales chilenas, que condicionó el
desarrollo del evento "a que se restaurara el estado de derecho
y asegurar que se investigaran las violaciones de los derechos
humanos. Es una decisión que se percibe con un nivel de
improvisación importante”, dijo a DW Samuel Leiva de Fundación
Terram.
Un
hecho con el que concuerda Wehr. "No creo que fuera necesario
tomar una decisión tan prematuramente ”, lamentó calificando la
misma de "equivocada”. No obstante, para Stopfer, que
calificó de "lamentable” dicha cancelación, "se tiene
que ver todo el contexto alrededor de esta COP”, recordando que
"hay que entender que Chile enfrenta una emergencia en la cual
el presidente ha tenido que priorizar la seguridad de la gente".
Para
Manuel Pulgar-Vidal, exministro de Medio Ambiente de Perú que estuvo
al frente de la COP20, "hay que saber distinguir procesos
domésticos con procesos globales", y abogó porque "el
proceso climático debe continuar con fuerza" ya que "los
objetivos no han cambiado".
Con
prisa y sin pausa
Mientras
se busca una nueva sede para el evento, que podría llevarse a cabo
en Madrid (España), "la urgencia del tema ambiental demanda
acciones concretas y rápidas y es totalmente necesario que las
negociaciones sean llevadas adecuadamente", dijo a DW Ezio Costa
Cordella, Director Ejecutivo de la ONG FIMA.
En
este sentido, el experto peruano recordó que "la COP es una
etapa del proceso de negociación continua, no significa que las
negociaciones se cortan”. Asimismo, "es el momento para
decirle a los líderes globales que persistan en la urgencia de su
acción. El proceso no ha sido detenido, ni la urgencia ha sido
disminuida", subrayó.
Y
en este proceso, la región seguirá jugando un papel importante.
"Somos una región que recibe los impactos del cambio climático
y del extractivismo, una región con un saber campesino e indígena
que podría ser ejemplar para la negociación, una región con una
sociedad civil que tiene una mirada que es un aporte al mantenimiento
y cuidado de los bienes comunes", recordó Costa.
Así
subrayó que se mantiene la organización de una cumbre social por la
acción climática. "Queremos que sea un espacio para que todo
eso esté presente y se visibilice. Ya no habrá COP, pero los
pueblos y las organizaciones seguiremos con nuestro trabajo",
recalcó.
(cp/lgc)
Deutsche
Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo
independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube
|
Fuente:
Judit Alonso, Anulación de la cumbre climática COP25 en Chile: una pérdida para el país y la región, 1 noviembre 2019, Deutsche Welle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario