Amnistía
Internacional reclamó que los candidatos presidenciales se expidan
sobre la situación de los pueblos indígenas. Falta de tierras,
incumplimiento de sus derechos y avance extractivo.
por
Darío Aranda
"Pueblos
originarios, el eje ausente del debate presidencial", cuestionó
Amnistía Internacional ante la coyuntura electoral y al dar a
conocer un informe sobre la grave situación territorial de las
comunidades indígenas de Argentina. Precisó que, a trece años de
sancionada la Ley 26160 de Emergencia Territorial (que ordena relevar
todas las tierras indígenas), sólo se finalizó el censo del 38 por
ciento de las comunidades originarias. La organización de derechos
humanos contabilizó casi 300 casos de conflictos territoriales,
donde las comunidades son asediadas por actividades extractivas
(minería, petróleo, agronegocio, forestales).
"Hay
cientos de conflictos territoriales que afectan a las comunidades
originarias. Sin embargo, la precaria situación que atraviesan los
pueblos indígenas no es parte del debate presidencial",
cuestionó Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía
Internacional Argentina.
Para
dar cuenta de la situación indígena, Amnistía elaboró el un
informe sobre la Ley de Emergencia Territorial (26160), sancionada en
2006 con el objetivo de frenar los desalojos de las comunidades
indígenas y realizar un relevamiento para luego avanzar con su
efectiva titulación. En 2017 la ley fue prorrogada por tercera vez,
hasta noviembre de 2021, fecha para la cual el Estado se comprometió
a completar los relevamientos en todas las comunidades indígenas del
país.
"La
efectiva implementación en un imperativo de derechos humanos",
reclama Amnistía en el informe. Y detalla que, luego de 13 años de
sancionada, se inició el relevamiento territorial en un 57 por
ciento de las comunidades, y se finalizó solo en el 38 por ciento de
los casos. En los próximos dos años (antes que venza la ley), para
lograr el objetivo comprometido, debería completarse el 62 por
ciento restante. Precisa que aún quedan por relevar un piso de 720
comunidades (advierte que podrían ser más), de las 1687
registradas.
El
relevamiento está a cargo al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas
(INAI), conducido por Jimena Psathakis, que proviene de la Fundación
Cambio Democrático, ONG que con discurso de "diálogo"
impulsa las actividades extractivas. El INAI está bajo la órbita
del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano.
“Uno
de los compromisos que asumió la gestión Cambiemos apenas comenzó
el gobierno fue trabajar la problemática vinculada a los pueblos
originarios. Se avanzó poco en la implementación de los
relevamientos territoriales y una vez más se posterga a estas
comunidades a la voluntad política de la próxima administración",
cuestionó Mariela Belski. Pidió que el próximo gobierno concluya
"de manera urgente" con los relevamientos e implemente un
mecanismo de titulación de los territorios indígenas.
Amnistía
Internacional relevó de forma colaborativa (con otras organizaciones) casi 300 casos en Argentina en los que comunidades
indígenas reclaman el cumplimiento de sus derechos territoriales
frente a gobiernos (municipales, provinciales, nacional), empresas
(agropecuarias, mineras, petroleras, de turismo, entre otras), y ante
jueces y fiscales del Poder Judicial que desoyen la normativa
vigente. La organización aclara que es solo un piso de conflictos,
que aumentan periodicamente.
"El
avance a gran escala de la explotación de los recursos naturales (a
través de explotaciones mineras y petroleras, deforestación,
explotación agrícola y ganadera, entre otras) para abastecer el
aumento del consumo mundial ha intensificado el despojo de los
pueblos indígenas de sus tierras en nombre del llamado
'desarrollo'”, denuncia la organización de derechos humanos.
Cita
como referencia el caso del Pueblo Kolla de Salinas Grandes (Jujuy y
Salta) frente a la minería de litio y de la comunidad mapuche Campo
Maripe (en Neuquén), que resiste la avanzada petrolera en el
epicentro de Vaca Muerta. "El Lof Campo Maripe ha quedado fuera
del relevamiento de la Ley 26160 y ha tenido que articular para
lograr avanzar en un relevamiento provincial, el cual, una vez
concluido, ha sido arbitrariamente desconocido por el gobierno de
Neuquén. Los líderes de la comunidad hoy están siendo perseguidos
penalmente por usurpación de sus propios territorios", denuncia
el informe. Y enumera las normativas vigentes (Constitución Nacional
y Convenio 169 de la OIT, entre otras), que el Estado argentino
incumple sistemáticamente.
Amnistía
encuadra la situación de los pueblos indígenas es una causa de
derechos humanos. Y, por otro lado, llama la atención sobre la
invisibilización del tema entre la dirigencia política, los medios
de comunicación y hasta interpela a sectores de la sociedad:
recuerda que estudios científicos determinaron que el 56 por ciento
de la población argentina tiene en su genética algún rastro
indígena. "Aun así, un discurso recurrente se refiere a los
pueblos originarios como un hecho del pasado y no como una cultura
que está viva y presente en la actualidad", cuestiona Amnistía.
En
2018, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(DESC) de las Naciones Unidas explicitó su preocupación ante la
situación indígena de Argentina. Cuestionó a las autoridades
nacionales por la falta de cumplimiento del relevamiento territorial
y por el avance de los desalojos. También señaló su preocupación
por la falta de mecanismos para la entrega de títulos comunitarios
de tierras a los pueblos originarios.
Fuente:
Darío Aranda, La deuda eterna con los pueblos originarios, 19 octubre 2019, Página/12. Consultado 22 octubre 2019.
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