sábado, 28 de septiembre de 2019

Indignación tras conocerse que el Gobierno cedió edificios del Complejo de Chapadmalal a la Gendarmería


El Ejecutivo publicó un decreto para ceder a Gendarmería dos edificios del Complejo Turístico, ícono del turismo social impulsado por el peronismo en los años 40 y 50. El lugar es Monumento Histórico Nacional, pero el Gobierno dejó en estado de abandono varios sectores durante los últimos años.

Causó indignación entre los vecinos de Mar del Plata, así como en personalidades, distintas entidades y organismos nacionales, la cesión que realizó el Gobierno nacional a la Gendarmería Nacional de un sector del Complejo Turístico de Chapadmalal. En el icónico lugar donde habían funcionado las colonias de vacaciones y el complejo hotelero que la Fundación Eva Perón destinó a niños, ancianos y familias enteras que nunca antes habían podido acceder a esos beneficios ahora habrá un Centro de Formación de Gendarmes.

La medida no solo es un claro mensaje político sino también confirma la transgresión a una ley nacional que, en 2013, había declarado el complejo como Monumento Histórico Nacional.

Un Monumento Histórico no es declarado como tal por su materialidad, por tratarse de un edificio, sino más bien por lo que ocurrió allí. Y el Complejo de Chapadmalal es un hecho icónico de la justicia social, la idea de las vacaciones, de lo que fue el peronismo a través de la Fundación Eva Perón”, planteó a Página/12 Juan Martí Repetto, ex titular de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos.

Los usos del predio de Chapadmalal

La unidad turística fue construida entre 1946 y 1948, durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, cuando el Estado fomentó el turismo social. Allí se levantaron 9 hoteles y 16 hogares, en los que miles de niños vacacionaron, miles de jubilados descansaron y centenares de familias enteras disfrutaron de las playas de la Costa Atlántica.

La administración de una de las obras más grandes del primer peronismo, estuvo a cargo del Estado, los sindicatos y la Fundación Eva Perón. En la actualidad, todos esos edificios seguían destinados al turismo, pero durante los últimos años la mayoría quedaron prácticamente en desuso.

Allí también tienen lugar los encuentros promovidos por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) en el marco del programa Jóvenes y Memoria, un espacio educativo donde representantes de organizaciones de derechos humanos debaten sobre esa temática con estudiantes secundarios.

El traspaso a la Gendarmería

El traspaso de un sector del predio ubicado en el kilómetro 35 de la ruta 11, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Mar del Plata, fue dispuesto a través de la Resolución 392/19 de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), publicada en el Boletín Oficial el 20 de septiembre pasado.

La norma indica que allí se instalará el Centro de Formación de Gendarmes Chapadmalal, bajo la órbita del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich. Y uno de los fundamentos que cita la resolución es un informe de la Secretaría de Turismo, que indicó que “el inmueble se encuentra en estado de abandono” y que resulta “innecesario para las competencias, misiones y funciones” que le habían dado origen.

Para Repetto, si eso fuera cierto, “entonces tendrían que arreglarlo”, y si no hubiera recursos, “habría que salir a buscarlos”. “Es como si dijeran que si un hospital no está en buenas condiciones hay que dárselo a Gendarmería. No hay ninguna lógica”, sentenció el miembro del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón (INIHEP).

Darle ese predio a Gendarmería tiene todo un sentido filosófico. Es parte del mensaje permanente del Gobierno, que hay un proyecto nacional y popular que no es tenido en cuenta ni en los monumentos nacionales. Y también es un mensaje a la sociedad de que hay valores que no tienen importancia”, interpretó.

Monumento Nacional

El traspaso dispuesto el viernes de la semana pasada está dentro de los atributos del Poder Ejecutivo. Pero como el complejo fue declarado Monumento Histórico mediante el decreto 784, firmado por Cristina Fernández de Kirchner, la disposición de sus bienes quedó en la órbita de la ley 12.665 y requiere de otro paso.

El artículo 5º de esa ley establece que cualquier disposición de esos bienes debe ser tomada luego de consultar a la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos. Por lo tanto, ese órgano debe emitir un dictamen “vinculante” que apruebe o rechace cualquier decisión sobre el inmueble en cuestión, dentro de los 60 días posteriores a la fecha en que se hubiera hecho la consulta.

Por ello, Repetto, que es asesor emérito de la comisión, junto con otros colegas, ya transmitieron su “preocupación” por la medida y recomendaron rechazarla. Si esto ocurre, el Gobierno no va a tener otra alternativa más que revertir su decisión. Y si eso no ocurre, podría abrirse una vía judicial a través de la presentación de una medida de amparo que "defienda aquello que concretó la idea de la justicia social, como la que se vivió en el Complejo de Chapadmalal”.

Mar del Plata, el lugar elegido

No es una estructura arquitectónica cualquiera la que se cedió a la fuerza de seguridad. Se entregó el alma de lo que fue, a partir del primer peronismo, el “turismo social”. La consigna era “usted se paga el viaje, el gobierno el hospedaje”. En una jugada que no se concretó en una ciudad cualquiera. Fue en aquella Mar del Plata que, hasta la década del 30, había sido propiedad exclusiva de los dueños de la tierra, del mar, de las vacas y de los campos de un país en el que las élites privilegiadas no compartían el ocio con las clases trabajadoras.

Elisa Pastoriza describe en sus múltiples estudios sobre el impacto Chapadmalal en la historia argentina que antes de ese golpe de timón del peronismo “grandes edificios con salones de baile y juegos, muchas habitaciones, con alas especiales para alojar al personal de servicio y tres o cuatro comedores, eran ocupados por los 'veraneantes' durante los meses estivales”.

No es casual el nombre: José Luro, hijo de uno de los pioneros de Mar del Plata, construyó el Bristol Hotel en 1888 que fue el gran acontecimiento social de la época en una inauguración de la que participaron Dardo Rocha, Carlos Pellegrini, Máximo Paz, Emilio Bunge y Bartolomé Mitre. Fue la Mar del Plata de la belle époque que miraba de reojo a su servidumbre que sólo llegaba a la ciudad de la mano de los uniformes de domesticación.

El decreto Nro 1740 del verano del 45 amplió el derecho a las vacaciones pagas obligatorias y lanzó las colonias de vacaciones en los complejos de Chapadmalal, Embalse Río III y Mendoza, hizo convenios con gobiernos provinciales y hotelería privada para alojar gratuitamente a contingentes de trabajadores. Sobre todo, contingentes infantiles. Y se dieron los primeros pasos en la hotelería sindical.

Pero Chapadmalal, en particular, ha sido el bautismo de mar para generaciones enteras de niñas y niños hijos de trabajadores. Para 1954 -escribe Pastoriza- “el Hotel Infantil albergaba aproximadamente en forma anual unos 4.000 niños entre 6 a 12 años, en su mayoría provenientes del interior del país enviados por la Fundación Eva Perón y la Dirección Nacional de Asistencia Social dependiente del Ministerio de Trabajo y Previsión. El Hotel N° 5 estuvo reservado a la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) de Buenos Aires, tanto las ramas masculinas y femeninas que periódicamente hospedaban a unos 400 jóvenes”.

No fue una elección cualquiera. En el siglo XIX, la estancia Chapadmalal pertenecía a Miguel Martínez de Hoz, uno de los herederos de esa oligarquía que marcó destinos y estragos en la historia argentina.

La resolución del Gobierno nacional publicada esta semana en el boletín oficial pasa el complejo Chapadmalal a la jurisdicción del Ministerio de Seguridad y, por ende, a las manos de la ministra Patricia Bullrich. Complejo que seis años atrás había sido declarado monumento histórico nacional. Y que ahora será el escenario de la formación de gendarmes. Que ya habían tenido su primer llegada estratégica en el mes de mayo cuando Bullrich anunció el despliegue de 300 gendarmes a Mar del Plata

Repudio a la medida

Vecinos de la unidad turística tildaron de "arbitraria" y "unilateral" la resolución del Gobierno que pretende fundar una escuela de gendarmes en el lugar.

Los pobladores recibieron con "angustia" el anuncio de la cesión de parte del complejo turístico de la zona a la Gendarmería y consideraron que la resolución del Gobierno es "arbitraria" y "unilateral".

"El complejo es una unidad turística y fue concebida y diseñada para hacer turismo social. Esa es la génesis del complejo. Eso es lo que toda la vida fue y los vecinos pretendemos que siga siendo así y que funcione de esa manera", sostuvo al respecto Karina Forgione, una de las vecinas.

En declaraciones a 0223 Radio, aseguró que en la zona hay un "sentimiento general de mucha angustia" por la decisión y adelantó que este sábado por la tarde harán una asamblea en la asociación de Fomento de Santa Isabel para evaluar medidas a tomar y tratar de frenar el traspaso a la fuerza.

"Nos estamos movilizando y tratando de ver todos los recursos disponibles para poder expresarnos como vecinos del lugar en repudio a esta decisión que es arbitraria, uniletaral y que raya con no respetar las leyes", afirmó, tras confirmarse las gestiones para consolidar un centro de formación de gendarmes en la unidad turística que está ubicado a 30 kilómetros de Mar del Plata.

La indignación también se hizo sentir en las redes sociales:







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Fuentes:
El Tribuno de Salta con información de Página 12, Agencia de noticias Pelota de Trapo), 0223 Radio. 
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Naufragio frente a las costas de Chapadmalal" de Daniel Santoro.

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