La
empresa se puso al día con las cuotas del convenio urbanístico. En
octubre terminará de abonar la primera parte. El municipio trazó un
plan de obras por 430 millones de pesos.
por
Juan Pablo Carranza
Luego
de una serie de incumplimientos, Corporación América finalmente
pagó una de las dos cuotas que debía por el convenio urbanístico
del ex Batallón 141 para las obras en la Estación de Depuradora de
Aguas Residuales (Edar) de Bajo Grande.
De
acuerdo a lo que señaló la Municipalidad de Córdoba en la primera
semana de septiembre depositó 36 millones de pesos y en octubre
deberá pagar otros 30.
Con
esto terminará de abonar la primera parte de los 376 millones de
pesos -actualizables- que estipulaba el convenio urbanístico.
Todo
indica que la segunda etapa, a la que le corresponde el 73,6 por
ciento del beneficio, quedará para la próxima gestión.
Balance
Luego
de casi 8 años de gestión, y de cinco bajo el amparo de la
emergencia ambiental, el intendente Ramón Mestre deja Bajo Grande en
medio de un proceso de adjudicación de reparaciones que se aceleró
en los últimos meses y con un funcionamiento deficiente.
De
acuerdo con el último presupuesto elaborado por la Secretaría de
Planeamiento e Infraestructura a fines de agosto, la planta necesita
430 millones de pesos para estar operativa al 100 por ciento. El
presupuesto municipal previsto para este año fue de 33 mil millones
de pesos.
En
la última visita que pudo realizar este medio -el miércoles 11 de
septiembre- en compañía de funcionarios municipales, el secretario
de Planeamiento, Omar Gastaldi, señaló que la planta trata cerca
del 70 por ciento de los líquidos cloacales que recibe. El resto
pasa por un by pass directo a cloración, la última etapa del
proceso.
La
capacidad de tratamiento de la planta que señala Gastaldi es la
misma que sostuvo hace un mes y medio atrás, cuando un informe de
Policía Ambiental informaba que Bajo Grande prácticamente vertía
al río efluentes con el mismo grado de contaminación que cuando
ingresaban. En ese momento aún no se habían concluido algunas de
las obras que concluyó el municipio.
Inversión
Actualmente
los esfuerzos del Ejecutivo están puestos en poner en funcionamiento
toda la línea de percoladores -el punto clave para el tratamiento
biológico-.
De
los seis piletones que se encargan de este proceso (donde se vierte
el agua servida para que circule por las piedras y las enzimas le
quiten la carga orgánica), cuatro estaban en funcionamiento, uno
operaba con sus brazos fijos y otro estaba fuera de servicio.
El
director de Redes Sanitarias, Daniel Bardagi, destacó el cambio de
los brazos que ya está casi terminado. “Esta es una obra que va a
durar 30 años”, dijo.
Aún
resta adjudicar dos obras claves: el reemplazo de los mantos de
piedras y su limpieza. En total representa casi un cuatro de la
inversión necesaria para la planta: 83 y 42 millones
respectivamente.
Uno
de estos piletones ya está terminado. En los otros cuatro que están
en funcionamiento se apreciaban fisuras considerables por donde se
filtra el líquido, luego reinsertado al sistema de tratamiento,
según explicaron.
Estado
De
los dos desarenadores que están al ingreso de la planta, sólo
funciona uno. La obra se realizó durante la gestión de Daniel
Giacomino y juntos con el cambio de los brazos percoladores,
recientemente reemplazados.
De
las cuatro cámaras de rejas, funcionan sólo tres, aunque el tercero
de los canales está entre algodones. El cuarto, de acuerdo con los
empleados, está fuera de servicio “hace años”.
Gastaldi
asegura que tienen un expediente avanzado para poder reparar a nuevo
dos de los canales.
De
los sedimentadores primarios se mostraban operativos tres de los
cuatro. Y de los cuatro secundarios funcionaban dos. En esa zona se
observaban desbordes de líquidos cloacales.
La
cámara de cloración estaba operativa aunque las condiciones de
seguridad para el manejo de un compuesto químico de esas
características eran nulas. El depósito donde están ubicados los
tubos de gas cloro tenía sus puertas abiertas y estaban sostenidos
con piedras.
La
actual gestión reparó dos de los ocho digestores operativos y está
trabajando sobre dos más. Estas unidades se hacen cargo de los
barros. Actualmente se está poniendo en funcionamiento la
deshidratadora.
Sobre
el final del proceso, el líquido cloacal que tratado que debe
mostrar cierta transparencia según la bibliografía se veía verdoso
y turbio.
Estudios
En
el laboratorio, el último estudio comparativo databa de marzo
pasado. El análisis consiste en seguir una misma muestra por todas
las unidades del tratamiento. Allí se pudo ver que la demanda
biológico de oxígeno (DBO) del líquido cloacal que salía de la
planta era mayor al que se ingresaba.
Por
otra parte, en el registro que llevan adelante los empleados se
estableció que todo el esquema de funcionamiento comenzó a operar
pasadas las 13 de ese miércoles.
Fuente:
Juan Pablo Carranza, Bajo Grande: Corporación América retomó los pagos y así está la planta ahora, 19 septiembre 2019, La Voz del Interior. Consultado 20 septiembre 2019.
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