El
equilibrio entre calidad de vida, seguridad alimentaria y
biodiversidad es el desafío que persiguen las investigaciones que
realiza el científico argentino Lucas Garibaldi. Y, aunque es
consciente de que la humanidad está frente al peligro de extinción
de especies jamás visto, es optimista; cree que hay posibilidades de
mejorar. Y no sólo eso, trabaja para encontrar soluciones.
Es
la calidad de las investigaciones de este doctor en Ciencias
Agropecuarias del Conicet y su entusiasmo lo que hizo que la
Fundación Bunge y Born le entregue este miércoles el Premio
Estímulo a su trabajo. Garibaldi, que vive en la provincia de Río
Negro, sostiene que estamos frente a un grave problema: la forma en
que se está usando el planeta. Y lo explica de la siguiente manera:
"Se producen cereales con siembra directa y agrotóxicos, lo que
da una ganancia inmediata, pero se contamina el agua, el suelo lo
sufre y la gente pierde los empleos rurales de trabajo intensivo.
Luego, la sociedad toda tiene que pagar esos costos sociales, limpiar
el agua y el suelo, y atender a las personas que desde el campo pasan
a ocupar los cordones urbanos; es decir, todos estamos subsidiando a
esos productores que tienen una ganancia inmediata", asegura.
En
diálogo con Infobae, el investigador destaca la importancia de uno
de sus objetos de estudios: los polinizadores, entre ellos las
abejas.
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Los polinizadores son fundamentales para los ecosistemas. ¿Puede
explicar por qué?
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Son fundamentales por varios motivos: si uno va a un lugar y no hay
ningún polinizador, de los cuales las más famosas son las abejas,
es un índice muy fuerte de degradación general, de falta de vida en
ese lugar. Los beneficios que nos da ese campo están muy degradados
como, por ejemplo, proteger la calidad del aire, reciclar el aire que
respiramos, regular la cantidad y calidad de agua. Los problemas de
inundaciones que tenemos en la Argentina están muy asociadas a este
fenómeno. Los ambientes que son amigables para los polinizadores y
las abejas son amigables para el ser humano. También promueven la
productividad de los cultivos. Si tenés una comunidad de
polinizadores con muchas especies y abundantes, eso genera que se
cosechen más semillas y más frutos por hectárea.
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¿Eso cómo sucede?
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La intensificación ecológica consiste en dejar actuar a los
pesticidas silvestres como los insectos, las aves que depredan
pestes, los polinizadores naturales -abejas (hay más de 20.000
especies en el mundo), mariposas, escarabajos-, y promover la
fertilidad del suelo. La mayor parte de los cultivos se ve
beneficiada en distinto grado por estos polinizadores. Es decir que
para que uno tenga una manzana tiene que haber insectos que hayan
visitado esas flores y que hayan movido polen de un árbol a otro.
Ese transporte de polen lo realizan los polinizadores. No sólo
influye en la cantidad sino en la calidad de la manzana, de la
frutilla, o de la frambuesa.
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¿Cuál es la situación de los polinizadores hoy?
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Es una situación dramática, ya están desapareciendo en muchos
lugares del mundo. Estamos viviendo la peor extinción de especies en
toda la historia de la humanidad. Lo bueno es que hay soluciones, hay
muchos ejemplos positivos y hay muchos productores que están
haciendo las cosas bien, pero lo que se está haciendo no alcanza.
Hay que fomentar y difundir todos estos ejemplos positivos y hay que
hacerlo rápido. Es urgente.
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Buena parte de lo que sucede tiene que ver con el uso de los suelos,
incluso la actual quema en la Amazonia. A eso se suma el uso abusivo
de agroquímicos.
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Como humanidad no necesitamos más tierra cultivable, lo que ya está
cultivado alcanza y sobra para asegurar la alimentación de la
población. De hecho hoy en día se producen más alimentos que los
que se necesitamos. Asociado a eso hay muchas cosas que cultivamos
que no son alimentos. Hay mucha caña de azúcar para biocombustible,
maíz para biocombustible. Como sociedad global preferimos utilizar
el maíz para dárselo a los autos que para alimentar gente con
necesidades. Es mentira que necesitamos expandir la superficie
agropecuaria y sí es verdad que la superficie agropecuaria que
tenemos se está degradando por la forma que tenemos de cultivar
actualmente. Hay que revisar algunas mejoras y ajustes y en eso
estamos trabajando.
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¿Eso significa que además de avanzar sin necesidad lo hacemos mal?
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No es que lo hacemos mal, pero se puede mejorar. Por un lado tenemos
800 millones de personas con necesidades alimenticias insatisfechas a
pesar de que sobra alimento en el mundo y, por otro lado tenemos más
del doble de esa gente en el mundo con problemas de obesidad. Están
los dos extremos y en el medio no necesitamos más superficie
cultivada. Eso no significa que toda la agricultura es mala, para
nada. Sin dudas es un sistema en donde hay espacio para mejorar y en
donde estamos trabajando en soluciones concretas que funcionan.
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¿Y cuáles son esas soluciones?
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Sin dudas se puede reducir el uso de agroquímicos y mantener, e
incluso aumentar los rendimientos. Hemos hecho investigaciones en
cultivos extensivos como el girasol y cómo, usando menos
agroquímicos se puede fomentar la producción, la diversidad de
polinizadores en las flores que mejora la productividad. También en
la fruticultura, en el valle del Río Negro y Neuquén se usan
muchísimos agroquímicos, a veces excesivamente, y al mismo momento
hay cada vez más chacras de producción orgánica y biodinámica
relacionadas con cambios en el consumo de los consumidores en Europa
y América del Norte. Muchas veces cuando pensamos en las soluciones,
pensamos en los agricultores pero, en realidad los que tienen el
poder son los consumidores. En la medida en que los consumidores son
cada vez más conscientes y hacen valer sus decisiones de consumo la
agricultura cambia muy rápidamente porque es una actividad
comercial.
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¿Es compatible este modelo con el consumo actual?
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Las tres palabras claves de nuestras investigaciones son: la calidad
de vida, la seguridad alimentaria y la biodiversidad. Y lo que
encontramos es que las tres cosas son compatibles. Pero tenemos un
problema: la manera que tenemos de relacionarnos con nuestro entorno
afecta a la seguridad alimentaria y a la calidad de vida. Nosotros
estamos buscando e investigando soluciones: se puede producir más y
mejor fomentando la biodiversidad y eso mejora la calidad de vida.
Premio
a la Ecología
"La
ecología es la disciplina que representa mayores desafíos para la
humanidad y aporta conocimientos fundamentales para contribuir a la
sustentabilidad del planeta a través del estudio de las relaciones
de los organismos y el medio ambiente, a múltiples escalas,
analizando fenómenos locales, regionales y globales", indicaron
en la Fundación Bunge y Born mediante un comunicado. El premio
reconoce la trayectoria y los aportes de destacados científicos
desde 1964 y se ha consolidado como uno de los principales
reconocimientos a la actividad científica argentina. Este galardón
será recibido este miércoles a las 19 en el CCK por la experta del
Conicet, Sandra Díaz, que co-presidió -junto al científico alemán,
Josef Settele y al brasileño-estadounidense, Eduardo Brondízio- el
informe de la sesión plenaria de la Plataforma Intergubernamental
Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los
Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés). Este sostiene que el
número de especies en extinción se acelera en todo el mundo,
acercándose al millón, y detalla otros síntomas de deterioro de la
naturaleza, con potenciales graves consecuencias para la humanidad.
El
reporte fue compilado y recopilado por 145 expertos de todo el mundo,
contó con la colaboración de otros 310 autores, y está destinado a
los tomadores de decisiones en todos los niveles, ya que considera
que todavía se está a tiempo de torcer la tendencia actual hacia un
deterioro generalizado de la naturaleza.
El
Premio Estímulo, que destaca los aportes de científicos más
jóvenes, se entrega, ininterrumpidamente, desde 2001. El jurado que
eligió a Garibaldi destacó su labor y consignó que "con una
fuerte impronta cuantitativa y estadística, uno de los aportes más
significativos de Lucas consistió en la demostración de que la
diversidad y abundancia de polinizadores silvestres son más
importantes que la abundancia de la abeja doméstica en el servicio
de polinización de muchos cultivos". Asimismo, el jurado
destacó como notable su "interés por difundir y hacer llegar
las implicaciones de sus hallazgos científicos a la sociedad".
Fuente:
Laura Rocha, Lucas Garibaldi, el científico argentino premiado por estudiar a las abejas, 28 agosto 2019, Infobae. Consultado 30 agosto 2019.
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