por
Isaiah Esipisu
TURKANA,
Kenia, 8 ago 2019 (IPS) - Las precipitaciones extremas y las graves
inundaciones que amplifican el cambio climático, causan devastación
entre las comunidades. Pero esos peligrosos eventos también son
clave en la recarga de los acuíferos en los secos territorios de
África subsahariana, haciéndolos valiosos dentro de la adaptación
al recalentamiento planetario.
Esa
paradoja la revela una investigación publicada el miércoles 7 por
la revista Nature, dirigida por el University College de Londres
(UCL) y la Universidad de Cardiff.
“Nuestro
estudio revela, por primera vez, cómo el clima juega un papel
dominante en el control del proceso por el cual se reponen las aguas
subterráneas”, dijo a IPS el profesor de hidrogeología de la UCL,
Richard Taylor. El investigador codirigió el nuevo estudio,
realizado por un consorcio de 32 científicos de diferentes
universidades e instituciones de África y otros continentes.
Los
investigadores revisaron un conjunto de datos sobre los niveles de
agua de 14 pozos en la región que generalmente no son utilizados por
personas.
“Nuestros
resultados basados en datos implican una mayor resiliencia al cambio
climático de lo que se suponía anteriormente en muchos lugares
desde una perspectiva de aguas subterráneas”, explicó Taylor.
El
investigador puntualizó que “esos hallazgos cuestionan, por
ejemplo, el consenso del IPCC (Grupo Intergubernamental sobre Cambio
Climático)” sobre la gran merma que el recalentamiento global
producirá en los recursos hídricos de las regiones subtropicales
secas.
El
Quinto Informe de Evaluación del IPCC afirma, justamente, que “se
prevé que el cambio climático durante el siglo XXI reducirá
significativamente los recursos renovables de agua superficial y
subterránea en la mayoría de las regiones subtropicales secas,
intensificando la competencia por el agua entre sectores”.
El
agua subterránea desempeña un papel central en el mantenimiento de
los suministros de agua y los medios de subsistencia en la región de
África subsahariana debido a su amplia disponibilidad, generalmente
de alta calidad y su capacidad intrínseca para amortiguar los
episodios de sequía y aumentar la variabilidad climática.
Por
lo tanto, el hallazgo es una buena noticia para las comunidades y los
gobiernos de África, donde los medios de vida dependen cada vez más
de las aguas subterráneas.
“En
nuestro presupuesto actual, hemos asignado más de 164 millones de
chelines kenianos (1,64 millones de dólares) a proyectos de riego, y
la mayor parte del agua que ya se utiliza proviene de pozos”, dijo
a IPS Chris Aleta, ministro de Agua e Irrigación del condado de
Turkana, en Kenia.
Turkana
es un condado dedicado al pastoreo y uno de los más secos de Kenia.
La investigación ha revelado que entre 1977 y 2016, el ganado, que
es la principal fuente de sustento en este territorio, se redujo en
60 por ciento.
Actualmente
miles de hogares están produciendo cultivos hortícolas que se
venden localmente en las principales ciudades e incluso en el
extranjero.
“Algunos
de nosotros no tenemos una sola vaca para pastar”, dijo a IPS el
pastor Paul Samal, del pueblo de Kaptir Ward, parte del condado, que
se ha tenido que reconvertir en agricultor.
“Tenía
más de 200 cabras y un rebaño de 50 reses, pero la mayoría de
ellas fueron consumidas por la sequía en 2011, y el resto fue robado
en 2015”, dijo este padre de cinco hijos.
Entonces,
en 2016 comenzó a usar agua subterránea para cultivar tomates,
sandías y vegetales autóctonos.
La
capital de Kenia, Nairobi, depende en gran medida de las aguas
subterráneas para complementar su fuente hídrica principal, la
presa Dakaini, cuya recarga depende principalmente de lluvias cuyas
temporadas son poco confiables.
Tanzania,
vecina de Kenia, también se beneficiará de los hallazgos. La
capital del país, Dodoma, se basa únicamente en el agua subterránea
del campo de pozos Makutapora.
Según
Lister Kongola, un hidrólogo retirado que trabajó para el gobierno
de Tanzania de 1977 a 2012, la demanda de agua en Dodoma ha aumentado
con los años, de 20 millones de litros por día (l/día) en la
década de los 70 a 30 millones de l/día en la década de los 80 y
hasta los actuales 61 millones de l/día.
El
Banco Mundial estima que al menos 70 por ciento de los más de 250
millones de personas que viven en los países del sur de África
dependen del agua subterránea como su principal fuente del recurso
para beber, saneamiento y medios de subsistencia a través de la
agricultura, la salud del ecosistema y el crecimiento industrial.
Según
los científicos, comprender el nexo de los extremos climáticos y la
reposición de las aguas subterráneas es vital para la
sostenibilidad. Esta mejor comprensión también es crítica para
producir proyecciones de impacto y estrategias de adaptación
confiables sobre el cambio climático.
El
nuevo estudio también encontró que, a diferencia de las tierras
secas, donde las fugas de las corrientes estacionales, los ríos y
los estanques reponen las aguas subterráneas, en las zonas húmedas
las aguas subterráneas se reponen principalmente por la lluvia que
se infiltra directamente desde la superficie.
“Este
hallazgo es importante porque las evaluaciones basadas en modelos de
los recursos de agua subterránea actualmente ignoran la contribución
de las corrientes y estanques con fugas a los suministros de agua
subterránea, subestimando su renovabilidad en las tierras secas y la
resistencia al cambio climático”, dijo Mark Cuthbert, científico
investigador de la Universidad de Cardiff.
Según
Michael Arunga, de la organización humanitaria World Vision
International, que entre sus actividades en ocasiones apoya a las
comunidades durante los eventos climáticos extremos, los hallazgos
son vitales para la planificación espacial de los gobiernos en
África.
“Lo
bueno es que las sequías extremas y las temporadas de lluvia son
predecibles, y los patrones son los mismos en África”, dijo Arunga
a IPS. “Por lo tanto, estos hallazgos facilitarán a los gobiernos
el diseño de políticas para el uso sostenible del agua subterránea
basadas en el conocimiento”, añadió.
Dado
que las inundaciones extremas se pueden predecir fácilmente con
hasta nueve meses de anticipación, los investigadores dicen que
existe la posibilidad de diseñar esquemas para mejorar la recarga de
aguas subterráneas mediante la captura de una parte de las descargas
de inundaciones a través de un proceso conocido como recarga
gestionada de acuíferos.
Según
Daniel Olago, profesor titular del Departamento de Geología de la
Universidad de Nairobi, el agua subterránea en África sigue siendo
un recurso oculto que no se ha estudiado exhaustivamente.
“Cuando
las personas quieren acceder al agua subterránea, les piden a los
expertos que salgan y realicen un estudio hidrogeofísico básicamente
para ubicar un pozo sin necesariamente comprender las características
de ese acuífero en particular”, dijo a IPS.
Sin
embargo, en el pasado reciente, los consejos de investigación de
Gran Bretaña, el Departamento de Desarrollo Internacional y la Real
Sociedad de Londres han estado apoyando estudios que buscan
comprender el potencial de los recursos de aguas subterráneas en
África, y cómo se puede utilizar para aliviar la pobreza.
“Al
entrar en el siglo XXI con el cambio climático, con una población
en crecimiento, con centros urbanos en rápido crecimiento, el agua
subterránea será cada vez más muy importante”, concluyó Olago.
T:
MF
Fuente:
Isaiah Esipisu, Inundaciones extremas, clave en adaptación de África a cambio climático, 8 agosto 2019, Inter Press Service. Consultado 17 agosto 2019.
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