La
incansable defensora de la conservación y una de las primatólogas
más conocidas del mundo enumera en entrevista con DW los grandes
desafíos actuales del medio ambiente y su relación con la pobreza.
En
1960, a la edad de 26 años, Goodall se aventuró en el Parque
Nacional Gombe Stream, en Tanzania, para estudiar chimpancés. Sus
descubrimientos fueron innovadores y su enfoque del trabajo de campo
fue revolucionario. Ella se sumergió en la vida diaria de los
chimpancés y les dio nombres.
Desde
entonces, Goodall se ha convertido en una incansable defensora de la
conservación, además de ser una de las primatólogas más
reconocidas del mundo. En 1977, fundó el Instituto Jane Goodall, que
trabaja en todo el mundo para proteger la vida silvestre y el
medioambiente. El instituto también trabaja en mejorar la vida de
las personas para promover los esfuerzos de conservación.
DW:
¿Por qué cree que algunas personas carecen de esperanza o no actúan
para tomar medidas y proteger el medioambiente?
Jane
Goodall: El mayor problema es la codicia. La gente quiere más y más.
Más de lo que necesita. Las empresas quieren crecer cada vez más y
devorar a la competencia. Y la brecha entre los que tienen y los que
no tienen se está agrandando todo el tiempo, causando resentimiento
y enojo. Y con razón.
Hablando
de eso, gran parte de su trabajo ambiental se centra en sacar a las
personas de la pobreza. ¿Qué la llevó a conectar este trabajo de
justicia social con esfuerzos de conservación más tradicionales?
En
1986, me di cuenta de que el número de chimpancés en África estaba
disminuyendo y el hábitat estaba siendo destruido. Por esto decidí
ir a diferentes países y aprender más sobre el tema. Pero al mismo
tiempo estaba aprendiendo sobre la difícil situación de tantas
personas que viven en y alrededor del hábitat de los chimpancés, la
pobreza agobiante, la falta de buena salud y educación, la
destrucción del medioambiente.
Cuando
eres muy pobre, cortas los últimos árboles que quedan para tratar
de cultivar un poco más de comida o hacer carbón. Esto lo presencié
cuando volé sobre ese pequeño Parque Nacional de Gombe y vi lo que
había sido parte de un gran cinturón de bosque ecuatorial que se
extendía desde África Oriental hasta África Occidental (y eso fue
en 1960). En 1990, cuando sobrevolé la zona otra vez, era solo un
pequeño bosque insular rodeado de colinas completamente desnudas y
la gente luchaba por sobrevivir.
Fue
entonces cuando me di cuenta de que si no ayudamos a las personas a
encontrar otras formas de vida que no sean destruir el medioambiente,
entonces ni siquiera podemos tratar de ayudar a los chimpancés.
Así,
comenzamos nuestro programa TACARE, del Instituto Jane Goodall. En
ese momento había algunas oenegés que distribuían fragmentos a las
comunidades locales, pero lo hicimos de manera muy diferente.
Seleccionamos un pequeño grupo de tanzanos locales, siete de ellos,
y fueron de aldea a aldea preguntando a la gente "¿en qué
puede ayudar el instituto?" Y así fue como empezamos.
Tanto
gran parte de su trabajo como el programa Roots & Shoots se
centra en los niños y los jóvenes. ¿Puede darnos algunos ejemplos
de proyectos que los estudiantes hayan realizado a lo largo de los
años que le den esperanza para el futuro?
Primero,
permítame decir que el programa que comenzó con 12 estudiantes de
secundaria ahora está en unos 60 países con aproximadamente 150.000
grupos activos. Tenemos miembros en jardínes de infantes,
universidades y todas las instancias intermedias.
Los
propios estudiantes eligen tres proyectos: uno para ayudar a las
personas, otro para ayudar a los animales y otro para ayudar al
medioambiente. Debido a que tratamos de unirlos lo más posible,
incluso si por lo general es de forma virtual, llegan a comprender
que podemos tener diferentes colores de piel, venir de diferentes
culturas y religiones, pero en realidad todos somos seres humanos en
esencia. Todos somos una familia.
Con
respecto a los proyectos, en todo el mundo están plantando árboles,
algo que ellos mismos decidieron hacer. Asimismo, muchos de ellos
están trabajando arduamente para eliminar el plástico y enseñar
sobre el reciclaje. A veces recaudan dinero de maneras muy creativas
y puede ser, por ejemplo, ayudar a un refugio para perros callejeros,
a los refugiados en otro país o en el mismo, o a víctimas de
terremotos.
Los
proyectos son tan variados como los propios jóvenes, quienes eligen
diferentes proyectos según el país en el que se encuentren. A veces
lo que hacen tiene que ser políticamente sensible; depende de si son
ricos o pobres, y depende de su edad.
¿Qué
desearía que más personas supieran sobre los animales?
Que
los animales tienen sentimientos como nosotros, que tienen
personalidades, que pueden sentirse felices o tristes, que pueden
sentir dolor, miedo y desesperación. Y que son mucho más
inteligentes de lo que solíamos pensar.
Hay
ratas entrenadas para detectar minas terrestres. Se trata de ratas
gigantes del bosque, a las que les ha dado crédito por ayudar a que
Mozambique no tenga minas terrestres. He conocido a mucha gente de
este país africano que ha perdido una pierna o un pie por pisar una
mina después de la guerra civil. Las ratas son animales muy
inteligentes.
Los
pulpos pueden hacer casas para sí mismos a partir de conchas vacías
de almejas. Los llevan al lugar donde quieren ir a cazar en caso de
que no haya rocas, las cuales utilizan para esconderse. Así que
llevan dos conchas vacías de almejas y luego se meten en una mitad y
se colocan la otra sobre su cabeza.
Las
aves pueden hacer herramientas. Ya sabes, todas estas cosas que
estamos descubriendo. Es un momento muy emocionante.
¿Cómo
cree que nosotros como humanos podemos recuperar nuestra conexión
con el mundo natural y entender mejor nuestro lugar en él?
Eso
es lo que esperamos hacer a través de Roots & Shoots: dar a los
niños la oportunidad de estar en la naturaleza. Una vez que salen a
la naturaleza, les encanta, especialmente a los pequeños.
Necesitamos el mundo natural para nuestra buena salud psicológica.
Realmente necesitamos verde y estar en la naturaleza.
¿Qué
cree que es lo más importante que las personas pueden hacer para
preservar nuestro planeta?
Creo
que cada día las personas deben comprender que su vida está
marcando una diferencia y que deberían comenzar a pensar en las
consecuencias de las pequeñas decisiones que toman.
Como
lo que compras. ¿De dónde viene? ¿Le hace daño al medio ambiente?
¿Hubo crueldad animal, como en las granjas industriales? ¿Es barato
debido al trabajo infantil esclavo? A través de estas preguntas, se
empieza a tomar decisiones éticas. No usemos plástico, reciclemos,
reutilicemos, no desperdiciemos alimentos.
Y
sí, las grandes corporaciones y los gobiernos pueden hacer grandes
diferencias, pero al menos en las democracias, el pueblo es
responsable de quién es elegido al poder. Y si no les gusta la forma
en que funciona un negocio, el consumidor tiene una gran
responsabilidad, porque puede simplemente abstenerse de comprar un
producto que considere negativo.
He
ahí otra razón para eliminar la pobreza, porque si eres realmente
pobre, no puedes elegir. Solo puedes comprar el producto más barato.
Entonces,
el mensaje más importante es ¿qué hacemos cada día, y cómo
hacemos para mejorar la vida útil de las cosas? Y así poder irse a
dormir pensando "hoy he mejorado un poco el mundo".
Debo
decir finalmente que si vuelas sobre Gombe hoy, no verías colinas
porque la gente ha entendido que preservar el medio ambiente es para
su propio futuro y también para la vida silvestre. Los árboles han
vuelto en Gombe.
Es
bueno ver estos resultados esperanzadores...
Esa
es la única razón por la que sigo adelante. Tengo la oportunidad de
conocer gente increíble, además de ver proyectos increíbles en
todas partes.
Esta
entrevista ha sido condensada y editada para mayor claridad.
(few/rrr)
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