por
Nils Røkke
TRONDHEIM,
Noruega, 11 jun 2019 (IPS) - Nunca antes medio grado centígrado ha
significado tanto para la humanidad. Nos estamos comportando como si
tuviéramos tiempo para enfrentar el cambio climático. Y no es
cierto. El principal problema es que creemos que debemos sacrificar
el crecimiento y la prosperidad por el bien de la descarbonización.
Y tampoco es verdad.
Aumentar
las inversiones
Podemos
descarbonizar la economía y crear al mismo tiempo empleos y
crecimiento. En el caso de la Unión Europea (UE), esto requiere que
los Estados miembros incrementen las inversiones en investigación de
energía y tecnologías de energía renovable.
Europa
puede tomar la iniciativa invirtiendo en investigación y revisando
sus regulaciones para hacer de la sostenibilidad una ventaja
competitiva. El sector público y el privado deben trabajar juntos
para crear prototipos de tecnologías rápidamente y luego
transformarlos programas piloto.
Esto
requiere incentivos de investigación e innovación. Para mostrar el
efecto de estos enfoques, me gustaría señalar algunos ejemplos
concretos.
Para
aumentar las inversiones en investigación en Europa, los institutos
de investigación, el sector público y el privado deben vincular la
financiación nacional a los programas de la UE. Los fondos de
investigación existentes deben gastarse más sabiamente.
Simultáneamente,
el sector público y el privado deben planificar, trabajar y evaluar
proyectos como socios reales. Estoy seguro de que esto incentivará y
acelerará los negocios e ideas amigables con el clima y que
funcionen en el mercado.
Un
ejemplo de una asociación público-privada efectiva es el apoyo del
gobierno noruego a las instalaciones de investigación para la
captura y almacenamiento de carbono en múltiples ubicaciones para
múltiples industrias. Esto incluye la planta de cemento Norcem, en
Breivik, y el reciclaje de energía de la planta incineradora
Klementsrud, en Oslo.
Aprovechando
las asociaciones público-privadas
El
gobierno noruego ha entendido que para equilibrar su presupuesto
nacional de carbono, el sector público necesita apoyar a la
industria privada. La prueba de que este enfoque funciona es la
primera solución a gran escala de captura y almacenamiento de
carbono que se implementará en la planta cementera en Brevik, un
suburbio de la sureña ciudad de Porsgrunn.
Los
planes apoyados por el gobierno para el desarrollo de capacidades,
investigación e innovación han respaldado este desarrollo
planificado. Esto también ha incluido proyectos que operan bajo los
programas marco de la UE para la investigación.
Necesitamos
más soluciones que sean sostenibles, efectivas y realistas para el
2030. Lo que significa que también necesitamos una mayor asociación
público-privada.
Cambio
regulatorio
Al
mismo tiempo, los países deben regular para garantizar que los
proyectos y desarrollos sostenibles se conviertan en una ventaja
competitiva y que las tecnologías sostenibles se implementen y se
adopten rápidamente. Un claro ejemplo positivo en el campo
industrial es el mercado europeo de cuotas de carbono.
Requerir
que las compañías paguen por sus emisiones los incentiva a
encontrar las formas más innovadoras y efectivas de reducir sus
emisiones. Las empresas que pueden reducir las emisiones de la manera
más rentable serán a su vez más competitivas. Las empresas que
cambien captarán cuota de mercado y crecerán.
Las
regulaciones también son una forma increíblemente eficiente de
impactar en el comportamiento del consumidor y del mercado y, por lo
tanto, qué tecnologías se venden, son rentables y se mejoran. Un
ejemplo común de esto es el enfoque del gobierno noruego para
regular el mercado de vehículos particulares.
Los
vehículos eléctricos están exentos de muchos impuestos y tarifas
en Noruega, lo que los hace muy atractivos en comparación con los
vehículos con motores de combustión interna. Todos estos incentivos
han tenido un impacto significativo en los consumidores que adoptan
vehículos eléctricos.
En
marzo de 2019, Noruega se convirtió en el primer país del mundo en
vender más vehículos eléctricos que vehículos de combustión
interna.
Incentivando
la investigación energética
El
aumento de los fondos para la investigación energética y el cambio
de los comportamientos mediante la regulación son importantes para
el cambio, pero los proyectos piloto a gran escala solo se realizarán
cuando se incentive la investigación energética en sí misma.
Ninguna tecnología o sistema único puede generar aisladamente una
sociedad de cero emisiones.
Por
lo tanto, cada país debe considerar las herramientas a su
disposición para incentivar la investigación en tecnologías para
la energía renovable.
Este
fue el telón de fondo para establecer la iniciativa de Misión
Innovación, lanzada en la cumbre climática de París, de diciembre
de 2015, donde se aprobó el Acuerdo de París, destinado a contener
el incremento de la temperatura en el planeta.
¿Por
qué solo 1,8 % del financiamiento público para investigación y
desarrollo se invierte en energía limpia cuando la energía limpia
es una de las formas más importantes de lograr la neutralidad
climática?
Misión
Innovación apunta a duplicar la inversión en energía limpia para
generar más inversión del sector privado. Después de todo, el
dinero público no puede resolver este desafío por sí solo.
Los
países necesitan trabajar juntos. En la Alianza Europea de
Investigación en Energía (EERA) trabajamos arduamente para
asegurarnos de facilitar la cooperación en la mayor medida posible.
Un proyecto concreto al que me gustaría llamar la atención es el
Programa Conjunto para Energía Solar de Concentración (JP-CSP).
El
objetivo clave de la estrategia de cooperación internacional del
programa es fomentar la transferencia de conocimiento y tecnología
de la investigación europea avanzada a las áreas más prometedoras
para la energía solar térmica.
En
el marco del programa de investigación integrado STAGE-STE (Alianza
científica y tecnológica para garantizar la excelencia y liderazgo
europeos en energía termosolar), financiado con fondos de la UE, el
JP-CSP ha integrado con éxito socios de cuatro continentes: desde
Australia a Chile, Brasil, México, India, China, así como a países
de Medio Oriente y Norte de África como Libia, Marruecos y Arabia
Saudita.
Pero
la UE siempre puede hacer más. Una recomendación concreta que me
gustaría dar como vicepresidente ejecutivo de Sostenibilidad en el
Instituto de Investigación Independiente SINTEF, uno de los mayores
de Europa, y presidente de EERA es aumentar el presupuesto para el
próximo programa marco de investigación Horizonte Europa. La
sugerencia inicial de 100.000 millones de euros debería ampliarse a
120.000 millones.
Necesitamos
una sala de presupuesto para poder perseguir completamente las ideas
que tienen más sentido. Además, debemos asegurarnos de que la
investigación que hacemos impregne completamente la industria.
Por
lo tanto, debe fortalecerse aún más el denominado “segundo pilar”
de Horizonte Europa, la parte que conecta la investigación con las
oportunidades industriales.
Hay
muchas soluciones y tecnologías que se requieren para generar las
tecnologías y técnicas para un futuro más sostenible. Todos los
países y Estados miembros de la UE deben aumentar sus inversiones,
regular para garantizar que la sostenibilidad se convierta en una
ventaja competitiva e incentivar la investigación para realizar
tantas soluciones como sea posible.
La
tecnología puede mantenernos en la carrera por prevenir el
calentamiento planetario, los empleos y el crecimiento económico.
¿Cómo podemos derrochar en esa inversión?
T:
MF
Nils Røkke, presidente de la Alianza Europea de Investigación en Energía y director de Sostenibilidad en SINTEF.
Fuente:
Nils Røkke, Desarrollo de tecnologías para economías europeas de cero carbono, 11 junio 2019, Inter Press Service.
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