El
agua vale más que el oro. Mientras la coalición Fernández-Fernández
celebra la megaminería en San Juan, en Catamarca, Andalgalá se
planta contra las mineras. Junto a Nora Cortiñas, cumplieron sus 500
caminatas por la vida.
por
Laura Borse
Este
sábado 22 de junio, la asamblea El Algarrobo de Catamarca y el
pueblo andalgalense cumplen las 500 caminatas por la vida. En defensa
del agua y del territorio y a casi 10 años de lucha ininterrumpida
contra la instalación de la megaminería, la comunidad de Andalgalá
celebró una nueva ronda, que contó con la presencia de Nora
Cortiñas, integrante de las Madres de Plaza de Mayo línea
fundadora.
Se
movilizaron en defensa del agua como un derecho humano, de los
glaciares y ambientes periglaciares y de los nevados del Aconquija
que son “Santuario de la Naturaleza”, como lo establece la propia
Carta Orgánica Municipal andalgalense. Destacaron a través de su
página de facebook la importancia de la defensa a un ambiente sano
como derecho humano, y en ese sentido, sobresale el acompañamiento
de estos organismos, que siempre estuvieron de su lado.
Desde
la Asamblea denunciaron que si no hubiesen opuesto férrea
resistencia a la instalación de la minera Agua Rica y Pilsao 16, que
se integrarían a La Alumbrera, estarían sepultados bajo toneladas
de escombros, ya que a tan sólo a 17 km del centro de Andalgalá se
producirían detonaciones con 150 mil kilos de explosivos diarios
para volar la montaña y obtener los minerales. “En cada voladura
de nuestro cerro se liberarían en el aire miles de partículas de
uranio, arsénico, torio, cadmio, cesio, molibdeno, mercurio, plomo,
zinc etc. que implicarían un daño terrible para toda la población
y las generaciones futuras”, dijeron.
El
oro se va y las promesas también
En
Catamarca se estableció, desde finales de los años 90, la
explotación minera de oro a cielo abierto más grande del país: la
mina Bajo La Alumbrera, emplazada a escasos 40 km de la ciudad de
Andalgalá y a 300 km de la capital provincial.
La
minera ha consumido más de 86 millones de litros de agua por día,
mucho más que el consumo total de la provincia, y a nivel
energético, ha representado el 86 % del consumo total. Tras 20 años
de explotación, el desarrollo económico y social no sólo no
prosperó, sino que la provincia ostenta el mayor índice de
beneficiarios por la asignación universal por hijo y niveles de
pobreza más altos que el promedio nacional.
A
pesar de las promesas de “responsabilidad” y “desarrollo local”
de las corporaciones mineras y los políticos cómplices, lo cierto
es que los números demuestran otra cosa: en San Juan - donde
funciona la minera Barrick Gold - los niveles de pobreza, indigencia
y desempleo son alarmantes, el 33.1% de la población del Gran San
Juan es pobre. Además, en esta provincia se produjo el peor desastre
ambiental de la minería en la historia en el país, cuando en 2015,
cinco millones de litros de agua cianurada fueron derramados a los
ríos Potrerillos, Jáchal, Las Taguas, Palca y Blanco.
A
fines del 2009, cuando los vecinos supieron del interés de la minera
Agua Rica de instalarse en Andalgalá, junto con La Alumbrera, se
iniciaron las protestas, que fueron duramente reprimidas en febrero
del 2010, pero que finalmente lograron detener la instalación de
nuevos emprendimientos megamineros. Como forma de visibilización y
resistencia, la asamblea El Algarrobo, que nació de esos primeros
encuentros, realiza todos los sábados una ronda alrededor de la
plaza de Andalgalá en defensa de su territorio. La lucha continúa y
Andalgalá no baja los brazos.
Fuente:
Laura Borse, Andalgalá cumplió sus 500 caminatas por la vida y contra la megaminería, 25 junio 2019, La Izquierda Diario. Consultado 28 junio 2019.
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