Denuncian
que los barrios privados destruyen el ecosistema. Los
vecinos de Tigre cortan quincenalmente la ruta de entrada al barrio
privado Santa Ana. Denuncian que las obras aumentan el riesgo de
inundaciones.
por
Verónica Engler
Los
barrios privados siguen siendo motivo de conflicto en Tigre. Con la
consigna “Salvemos los últimos humedales continentales” se
convocaron por octava vez en lo que va del año vecinos y vecinas de
Dique Luján y Villa La Ñata, partido de Tigre. En febrero de este
año comenzaron a reunirse en asambleas quincenales, los días
domingos, con cortes parciales en la ruta de entrada al pueblo frente
a las obras del barrio privado Santa Ana, que está construyendo la
empresa Eidico. La Asamblea denuncia que la proliferación de
countries, al rellenar los terrenos en los antiguos bañados de la
zona, aumenta el riesgo de inundaciones porque elimina las áreas de
absorción, y además destruye el ecosistema original del lugar.
Los
humedales son bienes comunes de la sociedad que cumplen funciones
esenciales como amortiguar inundaciones y sequías, posibilitar la
recarga de los acuíferos subterráneos, morigerar el impacto de los
factores contaminantes y poseen una riquísima biodiversidad, por lo
que constituyen paisajes naturales irreemplazables. “Hoy en día en
Tigre la grieta existe y esta representada por un alambrado, de un
lado están los que viven adentro con sus casas de maqueta y su
seguridad privada, y del otro los que vivimos afuera tratando de
conservar el entorno natural”, expresaba ayer el vecino de la zona
Marcelo Alvarez durante el encuentro en la ruta.
Los
reclamos realizados por los vecinos no sólo están dirigidos al
Municipio de Tigre sino también al Gobierno de la Provincia de
Buenos Aires, que aprueba numerosos emprendimientos inmobiliarios que
destruyen los humedales a través de distintas dependencias, como la
Autoridad del Agua, el Organismo Provincial para el Desarrollo
Sostenible y la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural.
Pese
a la crítica situación del barrio, que cada vez se encuentra más
cercado por los barrios privados, la Asamblea se mostró entusiasmada
porque el jueves 16, gracias a la presión de la Asamblea y de los
movimientos sociales y ambientalistas que la acompañan, tendrá
lugar la Audiencia Pública convocada por el municipio para que todas
las partes puedan expresar sus opiniones. Sin embargo, esta instancia
de consulta debía haberse realizado previamente a la ejecución de
las obras, como parte del debido proceso de evaluación de impacto
ambiental, según lo establece la ley. Una situación similar se dio
en Tigre hace tres años con el proyectado barrio de lujo Remeros
Beach, al que muchos vecinos de la zona se oponían y cuya Audiencia
Pública también llegó tarde.
A
poco de entrar en Villa La Ñata, se puede ver sobre el camino
principal una elevación de tierra, como una pequeña montaña de
tierra que se extiende por varias hectáreas. Allí se erigirá el
barrio Santa Ana. Según advierten los vecinos, la empresa Eidico
-que lleva adelante gran cantidad de emprendimientos inmobiliarios en
esta zona del conurbano- rellenó el Canal Benavídez, tapó la zanja
de desagüe e invadió el espacio público, dejando casi sin banquina
a la ruta. Además la Asamblea repudia la falta de respeto a los
sitios arqueológicos de los pueblos originarios que quedaron adentro
del predio en donde se está construyendo el barrio cerrado. Por este
motivo las comunidades indígenas Punta Querandí (de Dique Luján) y
Cacique Ramón Chara (de Benavídez), con el apoyo de los pobladores
locales, reclaman la ampliación de cada uno de los espacios
protegidos y el reentierro de los siete cuerpos excavados por
arqueólogos en décadas pasadas. “Defendemos nuestro entorno, pero
no por una cuestión estética, tiene que ver nuestra supervivencia,
porque nuestras casas están adaptadas al humedal en el que vivimos,
y si construyen barrios privados con una cota de dos metros por
arriba de nuestros terrenos, no hace falta ser un ingeniero
hidráulico para darse cuenta de que nos están hundiendo y nos van a
inundar”, sintetizaba Marcelo Alvarez.
Luego
de varias movilizaciones y de la gran repercusión que tuvieron a
través de las redes sociales y de los medios de comunicación, el 10
de abril el concejal de Unidad Ciudadana (UC) Javier Chaina Parbst,
quien también es vecino de la zona afectada y miembro de la
Asamblea, presentó en el Concejo Deliberante de Tigre un proyecto de
ordenanza para prohibir el relleno de humedales en el distrito. Días
después de esa presentación, la Asamblea de Dique Luján y Villa La
Ñata mantuvo una reunión con el secretario de gobierno del
municipio, Mario Zamora, y las funcionarias de ambiente y desarrollo
territorial; además de un grupo de concejales del Frente Renovador y
de UC. En ese encuentro en el que los vecinos pidieron que se apoyara
el proyecto del concejal Chaina Parbst, Zamora se comprometió a que
el municipio prepararía un proyecto superador que incluiría el
respeto de los humedales continentales. Los funcionarios del
ejecutivo local aseguran que es intención del intendente Julio
Zamora ir hacia un nuevo modelo de ciudad, en el que se desaliente
las urbanizaciones cerradas y se promueva el desarrollo territorial
en una escala adecuada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario