jueves, 16 de mayo de 2019

Reclamo vecinal por los humedales en Tigre

Denuncian que los barrios privados destruyen el ecosistema. Los vecinos de Tigre cortan quincenalmente la ruta de entrada al barrio privado Santa Ana. Denuncian que las obras aumentan el riesgo de inundaciones.

por Verónica Engler

Los barrios privados siguen siendo motivo de conflicto en Tigre. Con la consigna “Salvemos los últimos humedales continentales” se convocaron por octava vez en lo que va del año vecinos y vecinas de Dique Luján y Villa La Ñata, partido de Tigre. En febrero de este año comenzaron a reunirse en asambleas quincenales, los días domingos, con cortes parciales en la ruta de entrada al pueblo frente a las obras del barrio privado Santa Ana, que está construyendo la empresa Eidico. La Asamblea denuncia que la proliferación de countries, al rellenar los terrenos en los antiguos bañados de la zona, aumenta el riesgo de inundaciones porque elimina las áreas de absorción, y además destruye el ecosistema original del lugar.

Los humedales son bienes comunes de la sociedad que cumplen funciones esenciales como amortiguar inundaciones y sequías, posibilitar la recarga de los acuíferos subterráneos, morigerar el impacto de los factores contaminantes y poseen una riquísima biodiversidad, por lo que constituyen paisajes naturales irreemplazables. “Hoy en día en Tigre la grieta existe y esta representada por un alambrado, de un lado están los que viven adentro con sus casas de maqueta y su seguridad privada, y del otro los que vivimos afuera tratando de conservar el entorno natural”, expresaba ayer el vecino de la zona Marcelo Alvarez durante el encuentro en la ruta.

Los reclamos realizados por los vecinos no sólo están dirigidos al Municipio de Tigre sino también al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, que aprueba numerosos emprendimientos inmobiliarios que destruyen los humedales a través de distintas dependencias, como la Autoridad del Agua, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible y la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural.

Pese a la crítica situación del barrio, que cada vez se encuentra más cercado por los barrios privados, la Asamblea se mostró entusiasmada porque el jueves 16, gracias a la presión de la Asamblea y de los movimientos sociales y ambientalistas que la acompañan, tendrá lugar la Audiencia Pública convocada por el municipio para que todas las partes puedan expresar sus opiniones. Sin embargo, esta instancia de consulta debía haberse realizado previamente a la ejecución de las obras, como parte del debido proceso de evaluación de impacto ambiental, según lo establece la ley. Una situación similar se dio en Tigre hace tres años con el proyectado barrio de lujo Remeros Beach, al que muchos vecinos de la zona se oponían y cuya Audiencia Pública también llegó tarde.

A poco de entrar en Villa La Ñata, se puede ver sobre el camino principal una elevación de tierra, como una pequeña montaña de tierra que se extiende por varias hectáreas. Allí se erigirá el barrio Santa Ana. Según advierten los vecinos, la empresa Eidico -que lleva adelante gran cantidad de emprendimientos inmobiliarios en esta zona del conurbano- rellenó el Canal Benavídez, tapó la zanja de desagüe e invadió el espacio público, dejando casi sin banquina a la ruta. Además la Asamblea repudia la falta de respeto a los sitios arqueológicos de los pueblos originarios que quedaron adentro del predio en donde se está construyendo el barrio cerrado. Por este motivo las comunidades indígenas Punta Querandí (de Dique Luján) y Cacique Ramón Chara (de Benavídez), con el apoyo de los pobladores locales, reclaman la ampliación de cada uno de los espacios protegidos y el reentierro de los siete cuerpos excavados por arqueólogos en décadas pasadas. “Defendemos nuestro entorno, pero no por una cuestión estética, tiene que ver nuestra supervivencia, porque nuestras casas están adaptadas al humedal en el que vivimos, y si construyen barrios privados con una cota de dos metros por arriba de nuestros terrenos, no hace falta ser un ingeniero hidráulico para darse cuenta de que nos están hundiendo y nos van a inundar”, sintetizaba Marcelo Alvarez.

Luego de varias movilizaciones y de la gran repercusión que tuvieron a través de las redes sociales y de los medios de comunicación, el 10 de abril el concejal de Unidad Ciudadana (UC) Javier Chaina Parbst, quien también es vecino de la zona afectada y miembro de la Asamblea, presentó en el Concejo Deliberante de Tigre un proyecto de ordenanza para prohibir el relleno de humedales en el distrito. Días después de esa presentación, la Asamblea de Dique Luján y Villa La Ñata mantuvo una reunión con el secretario de gobierno del municipio, Mario Zamora, y las funcionarias de ambiente y desarrollo territorial; además de un grupo de concejales del Frente Renovador y de UC. En ese encuentro en el que los vecinos pidieron que se apoyara el proyecto del concejal Chaina Parbst, Zamora se comprometió a que el municipio prepararía un proyecto superador que incluiría el respeto de los humedales continentales. Los funcionarios del ejecutivo local aseguran que es intención del intendente Julio Zamora ir hacia un nuevo modelo de ciudad, en el que se desaliente las urbanizaciones cerradas y se promueva el desarrollo territorial en una escala adecuada.

Fuente:
Verónica Engler, Reclamo vecinal por los humedales en Tigre, 13 mayo 2019, Página/12.

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