miércoles, 15 de mayo de 2019

Estudio fomenta que los productores de la región reutilicen los desechos

La investigación de la Universidad Nacional de Villa María busca el aprovechamiento energético y la gestión de desechos ambientales. Los residuos orgánicos se transforman en biogás y fertilizante.

La licenciada en biotecnología y profesora de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), María José Galván, disertó acerca de la investigación de la que es parte: “Revalorización energética de residuos orgánicos”.

El trabajo difundido comprende la revalorización de los residuos orgánicos principalmente desde le punto de vista de la producción de energía. El proyecto está orientado a la solución de la problemática de la generación de residuos que se producen en la región.

Lo que se busca es aprovechar energéticamente los residuos y darle una gestión a estos desechos ambientales que son un gran problema para el productor de la zona.

En este sentido, se apunta a la creación de biogás por medio de la utilización de “biodigestores”. Con lo que queda luego del proceso y a través de un tratamiento, se produce fertilizante para suelos.

Se trata de los avances y resultados del trabajo realizado por un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM. La exposición se realizó en el marco del ciclo de debate de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables.

Lo energético es importante, pero hoy la parte ambiental es de suma importancia”, señaló al Puntal de Villa María la investigadora.

Galván explicó que es necesario el trabajo de investigación “con los productos de la región”. Además puso en valor la posesión de datos reales para que las empresas que quiera incorporar la tecnología de digestión anaeróbica lo hagan con mayor certeza.

Caracterizando la actividad de la región y los subproductos se puede conocer qué cantidades de biogás se podría obtener.

La investigación es parte de una línea nueva de trabajo. Comenzó por un vínculo con el Fondo Argentino Sectorial (Fonarsec) y la empresa Alimentos Magros. La compañía adquirió la tecnología de “biodigestores”.

También con ACABio y numerosas empresas se tienen convenios desde la casa de altos estudios.

Con los productores se ha trabajado en la realización de un relevamiento de las disponibilidad de biomasa húmeda en todo el periurbano de la ciudad.

En cuanto a las conclusiones obtenidas, señaló: “Los resultados fueron sorprendentes en cuanto a la cantidad de biomasa que se dispone no muy lejos de la ciudad”.

Futuro

Veo a Villa María como una de las ciudades pioneras en la incorporación de la tecnología de digestión anaeróbica”, indicó.

Para Galván, la clave está en que se comience a trabajar en la incorporación de biodigestores comunitarios y en que las cooperativas entre productores “puedan tratar sus residuos”.

Es un trabajo muy fuerte de bajada hacia la parte social”, afirmó. La investigadora consideró que este progreso vendrá “de la mano de la educación y la formación”.

Del proyecto de investigación participan tres becarios de Conicet, alumnos y egresados de la Licenciatura en Ambientes y Energías Renovables.

Pero el trabajo no sólo se nutre de estos profesionales, además otras áreas participan en el diseño de instrumentos como encuestas, estadísticas y manejo de datos.

Digestión anaeróbica

Se trata de un proceso mediante el que el material biodegradable es descompuesto por microorganismos sin la presencia de oxígeno.

El procedimiento permite el aprovechamiento de los gases liberados con alto contenido de metano. Este biogás es utilizado como combustible.

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