por Amos Fernando
MAPUTO, 1 abr
2019 (IPS) - La ciudad de Dondo, en el centro de Mozambique, no
escapó a los fuertes vientos y grandes inundaciones causadas por el
ciclón Idai, y se estima que más de 17.000 familias están fuera de
sus hogares y necesitan ayuda urgente.
Muchos países se
esforzaron por ayudar a este país y a otros de África austral
también damnificados, pero la pequeña ciudad de Dondo, a unos 30
kilómetros de Beira, capital de la provincia de Sofala, no recibe
suficiente asistencia médica.
El Instituto
Nacional para la Gestión de Desastres de Mozambique (INGC), con
apoyo de agencias internacionales, es el encargado de la asistencia
en la zona.
Pero el alcalde
de Dondo, Manuel Chaparica, dijo a IPS que “son muy pocos los
esfuerzos hasta ahora; la asistencia por ahora es para las personas
en los centros de ayuda, pero hay muchas en sus casas que no tienen
nada para comer”.
Unas 6.000
personas están alojadas en escuelas en los alrededores de Dondo. “Se
están tratando de reubicar en refugios en los barrios de Samora
Machel y Macharote para reanudar las clases en esas escuelas”,
añadió.
En Mozambique,
más de 168.000 familias, unas 600.000 personas, se vieron afectadas,
de las cuales se estima que más de 100.000 son de Beira. Además,
por lo menos un millón de niñas, niños y mujeres necesitan
asistencia de forma urgente. Crédito: Andre Catuera/IPS.
Idai, que tocó
tierra el 14 y 15 de marzo, destrozó 90 por ciento de Beria. El
ciclón produjo lluvias torrenciales y fuertes vientos de entre 180 y
200 kilómetros por hora, que arrasaron el centro de Mozambique,
además de Malawi y Zimbabwe.
También causó
inundaciones catastróficas en Mozambique, y las autoridades locales
estiman que un área de 3.000 kilómetros cuadrados quedó destruida.
Hay unas 493
personas muertas en este país y 1.523 heridas; y en la región
llegan a 750.
En todo
Mozambique, hay más de 168.000 familias, unas 600.000 personas,
damnificadas, la mayoría de las cuales viven en campamentos
provisorios en Sofala.
Entre ellas, se
estima que más de 100.000 familias de Beita perdieron todas sus
pertenencias. Además, por lo menos un millón de niñas, niños y
mujeres necesitan asistencia de forma urgente.
“No hay cifras
exactas. Pueden cambiar si se descubren más personas afectadas”,
indicó Celso Correia, ministro de Tierras y Ambiente de Mozambique,
quien coordinó el equipo de asistencia.
Alrededor de
15.000 personas siguen desaparecidas o no reportadas, la mayoría de
Dombe, en la provincia de Manica, y de Buzi y Nhamatanda, en Sofala.
Pero el número
todavía puede aumentar.
El pueblo de
Buzi, a unos 200 kilómetros de Beira, se vio seriamente afectado por
el ciclón Idai, con cientos de personas que quedaron colgadas de los
árboles o en los techos de las casas durante tres a cinco días,
esperando ser rescatadas por los servicios de socorro. Pero se
sospecha que muchas se vieron arrastradas por la corriente de los
desbordados ríos Buzi y Pungue.
Según el INGC,
3.140 aulas quedaron dañadas, lo que afectó a más de 90.000
estudiantes.
Además, unos 45
centros de salud quedaron destruidos en Sofala, Manica y Zambezia, en
el centro del país.
Solidaridad y
ayuda para las personas afectadas
Mientras,
organizaciones nacionales e internacionales se reunieron en Beira
para ayudar en las operaciones de rescate. Se desplegaron más de 100
especialistas en Buzi y Nhamatanda, con 35 barcos, 18 helicópteros,
cuatro aviones, ocho camiones y 30 teléfonos satelitales.
Los rescatistas
siguen buscando sobrevivientes. Pero el Consejo de Ministros anunció
el 26 de marzo que pronto terminarán las operaciones de rescate
porque los ríos vuelven a su cauce.
Muchos grupos
solidarios se organizaron para juntar donaciones para las personas
damnificadas en Beira.
“Es la primera
vez que veo un movimiento intenso de solidaridad entre los
mozambiqueños”, explicó Joaquim Chissan, expresidente de
Mozambique el 25 de marzo, tras visitar las zonas afectadas en la
provincia de Sofala.
Varias
organizaciones humanitarias internacionales asisten con alimentos,
dinero y otros insumos para reconstruir la ciudad de Beira.
Además, la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó la campaña
internacional para reunir más de 282 millones de dólares para
ayudar a las víctimas del ciclón en Mozambique.
Beira ya realiza
esfuerzos para reconstruirse. Pero la mayor parte de la
infraestructura quedó dañada por los fuertes vientos que tiraron
cables de electricidad y las líneas de telecomunicaciones.
La ciudad quedó
a oscuras sin electricidad ni agua ni comunicaciones. La ruta
nacional número seis también quedó muy afectada, dejando aislada a
la ciudad del resto del mundo.
La exprimera dama
de Mozambique, Graça Machel, declaró que Beira será la primera
ciudad en quedar destruida por el cambio climático.
Algunos barrios
tienen generadores para llevar electricidad, lo que permitió
reanudar el funcionamiento de algunas escuelas que se salvaron, así
como el servicios de agua.
Pero Davis
Simango, alcalde de Beira, declaró el día 26 de marzo que queda
mucho por hacer.
“Tenemos que
hacer algo porque hay muchas personas afectadas, sin alimento, sin
hogar ni dinero ni perspectivas de reconstruir (su vida)”, subrayó
Simango.
“Hay personas
en los refugios sin alimentos”, acotó José Bacar, residente de
Beira, en entrevista con IPS.
El apoyo dado por
el gobierno a través del INGC no es suficiente, indicó.
Diarrea y cólera
en Beira y Buzi
El caudal de los
ríos desciende en muchas zonas, pero las condiciones de saneamiento
son malas y se teme un brote de cólera. Muchas familias en Buzi
beben directamente del río de mismo nombre.
En Beira y Buzi
se han reportado casos de diarrea y cólera. En el primero, las
autoridades municipales confirmaron algunas muertes por cólera,
indicó Simango.
“Tenemos cinco
personas muertas por cólera”, precisó. De hecho, el día 28, las
autoridades sanitarias confirmaron 139 casos.
Simango pidió a
la gente que tenga cuidado con el agua y que la trate antes de
consumirla. “Si sobrevivimos al ciclón Idai, no tiene sentido
morir de cólera”, subrayó.
Margarida Jone
dijo a IPS por teléfono desde Buzi que trataban de usar cloro para
purificar el agua, pero aún así no era apta para consumo humano.
Mientras, las
autoridades piden a las comunidades buenas prácticas de higiene para
evitar la propagación de la enfermedad.
En ese contexto,
la Organización Mundial de la Salud anunció que impulsará una gran
campaña de vacunación contra el cólera en Beira y en otras áreas
vulnerables afectadas por las inundaciones.
Y por si fuera
poco, a las autoridades de la salud también les preocupa la
posibilidad de que aumenten los casos de malaria (paludismo) en la
áreas afectadas por el ciclón.
Traducción:
Verónica Firme
Fuente:
Amos Fernando, Primera ciudad destruida por el cambio climático en Mozambique, 01/04/19, Inter Press Service. Consultado 06/04/19.
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