La Municipalidad
de Córdoba reconoce que es leve el aumento en la reciclada y que hay
inconvenientes en el sector de Lusa. La buena: en abril se completa
la instalación de más de cinco mil contenedores en la ciudad.
por Verónica
Suppo
“Vivo en la
calle Diego de Torres, en San Vicente, y por acá nunca pasaron a
recoger los secos. Al principio, durante el primer mes del servicio,
los sacaba a la hora indicada, pero los basureros de los húmedos se
los llevaban mezclados y como no tenemos contenedores, decidí que
cuando se me acaben las bolsas verdes, ya creo que dejaré de
separar... ¿Para qué lo voy a hacer?”, se preguntó desilusionada
Laura Dezzi, quien como otros vecinos de esa zona se esperanzó con
los cambios en los primeros 120 días del nuevo sistema de
recolección.
La apreciación
de la mujer fue aceptada por la Municipalidad de Córdoba, ya que en
el primer balance, cumplido el plazo de transición que pidió el
intendente Ramón Mestre para que arranque el nuevo sistema,
reconoció que debió aplicar intimaciones por deficiencias de
prestación de la empresa Lusa, además de problemas por el mal uso
de los contenedores y una escasa respuesta de los vecinos para
incrementar el reciclado.
“Igualmente,
estamos en servicio con 7 puntos”, se autocalificó para La Voz el
subsecretario de Higiene Urbana municipal, Francisco Guzmán, a la
hora de poner nota a los cambios en la prestación con Lusa, en la
zona sur; Logística Ambiental Mediterránea (LAM), en el área
central; y Urbacor, como operador en el sector norte.
Como la mujer de
San Vicente, otros frentistas optaron directamente por recolectar
unas bolsas más y dejarlas en el contenedor más cercano que
encuentren en su barrio o en otro, ante la falta de servicio para
secos. Incluso esta semana se viralizó en las redes sociales un
video de una mujer, enojada, que tomó imágenes cuando en un camión
se mezclaban los restos de húmedos y secos.
Guzmán reconoció
que en estos 120 días se debieron modificar algunas rutas en función
de los volúmenes de basura que se generan, y no ya por cantidad de
cuadras. Esto se acordó después de que se constató que, en algunos
casos, “los camiones alcanzaban a completar el 85 por ciento del
recorrido”. Esto pudo hacerse porque los camiones tienen GPS.
“Gracias a instrumentos tecnológicos nuevos, con seguimiento
satelital en los camiones y mediciones en los contenedores, podemos
saber on line cómo están las rutas”, explicó el funcionario.
“Uno de los
avances es que no hay reclamos masivos, nos pueden faltar pasajes,
calles, zonas puntuales, que este tipo de reclamos sí los estamos
viendo, pero creo que aún nos llevará tiempo para empezar este
cambio cultural y poder dar un mejor servicio”, insistió Guzmán.
De acuerdo con
los datos aportados por la Municipalidad, el promedio mensual de
residuos reciclables -recolectados en los cuatro puntos verdes- es de
464 toneladas, por lo que la proyección anual sería de 5.568
toneladas, por arriba de las 3.796 toneladas contabilizadas en 2017.
Esto representa un incremento en porcentaje importante, aunque hay
que recordar que se parte de un piso muy bajo, con apenas cerca de un
1 por ciento del volumen total de residuos que se genera dispuesto
para su reciclaje y aprovechamiento.
“Respecto de
los secos, no estamos como deberíamos porque es un proceso hasta que
los ciudadanos hagan la separación. Aún es poco lo que se mueve en
secos”, reconoció el funcionario.
Problemas en la
recolección
En estos meses ya
se hicieron intimaciones a Lusa para que complete las rutas de los
secos. También se verificaron inconvenientes con los grandes
generadores de basura, principalmente, en el Centro, que usan los
contenedores de LAM, junto con la colocación de las bolsas en las
veredas fuera del horario de los camiones.
“Si esto no
cambia, vamos a empezar a intimar a los consorcios para que cumplan
en sacar la basura en hora y para que contraten servicios especiales
aquellos que generan grandes volúmenes. Este es un problema que lo
vemos en Nueva Córdoba, zonas como en la Luis de Tejeda, en el Cerro
de las Rosas, por ejemplo”, describió Guzmán.
Desde los barrios
Para Gustavo
Gaviglio, presidente del centro vecinal de barrio Jardín Espinosa y
Ampliación Jardín Espinosa, el problema más evidente es que
recibieron los contenedores en el barrio, “sin una fuerte campaña
de concientización” y esto llevó a que se generalice su mal uso:
“Están repletos de ramas, húmedos y escombros “, señaló.
“En nuestro
barrio, los instalaron el 14 de febrero y 20 días después la
mayoría ya estaba roto en sus sistemas de palancas de apertura, y
vemos que la gente deposita restos verdes de poda, madera,
reciclables en húmedos y viceversa”, describió el vecinalista.
En Crisol Norte,
el presidente del centro vecinal, Roberto Ardiles, relató a La Voz
algo similar al contar que llevó más de un mes para que se
normalizara el servicio y para que los vecinos tengan información de
la recolección de secos y de la poda. “Ahora sabemos que el camión
pasa, pero nos sucedió que dejamos de juntar secos porque no pasaban
los recolectores”, contó Ardiles. “Falta una campaña fuerte
para que el vecino vuelva a acostumbrarse a separar”, insistió.
En Parque Liceo
II comentaron que si bien los recolectores cumplen con las rutas, hay
pocos vecinos que sacan los secos. “Con los húmedos no tuvimos
problemas porque los recogen, pero, al menos, en mi cuadra, no hay
muchos que junten los secos. Lo que hay en bolsas, se los lleva el
camión”, expresó a La Voz Lucía Castro, de la organización
barrial.
Más contenedores
Abril será un
mes de mayor visualización de las modificaciones, ya que las tres
firmas coincidieron en que se completará en los barrios la
instalación de contenedores para secos y húmedos; además de que se
iniciarán las clases de concientización en las escuelas. Hasta
ahora, se dieron charlas en los CPC y en algunos centros vecinales.
Las tres empresas
consultadas por La Voz coincidieron en que cumplen con las rutas y
horarios, y que en días se completará la contenerización, aunque
denunciaron que tienen problemas por vandalismo o con los vecinos que
los mueven de los lugares designados.
Centro y barrios
aledaños
Fuentes del
directorio de LAM, la empresa a cargo de la recolección del Centro y
barrios próximos al área central, precisaron que se instalaron 770
contenedores y que antes de terminado marzo se sumaron otros 500. En
el caso del Centro se informó que la contenerización “se avanzó
en un 50 por ciento y que en 30 días se completará”; mientras que
se aseguró que en Nueva Córdoba y en General Paz finalizó la
instalación. En Alberdi, en cambio, se iniciará en un mes. “En el
transcurso de los próximos días se pondrán 300 contenedores de 3,8
metros cúbicos y se completará toda la zona con 2.123 con capacidad
para 1 metro cúbico”, precisaron desde LAM, y se solicitó a los
vecinos “disponer la basura en los horarios que correspondan”,
debido a los problemas de vandalismo y de acumulación.
De acuerdo con
los datos aportados por el municipio, los pliegos exigen en esta zona
la instalación de 2.424 de estos receptáculos, los que aseguraron
que se terminarán de instalar a corto plazo.
Zona norte
Por su parte, el
gerente General de Urbacor, Ricardo Dopazzo, coincidió en diálogo
con La Voz que en el transcurso de 30 días los barrios que operan,
en la zona norte, tendrán completa la instalación de los
contenedores. “Hemos colocado 1.300 y vamos a llegar a los 1.700,
además trabajamos hacia adelante en lo que serán las dársenas,
donde estarán fijados los contenedores para que el vecino pueda
acercarse mejor a dejar las bolsas. También estarán mejor
señalizados”, explicó.
Según la
información de la Municipalidad, esta empresa está dentro de los
plazos de instalación para cumplir con el pliego que le exige 1.700
cestos.
Respecto de la
recolección diferencia y la respuesta escasa de los vecinos en
algunas cuadras, el gerente de Urbacor insistió en que se trata de
un proceso de concientización. “Comenzaremos también en abril con
charlas en las escuelas, pero todo dependerá hasta que la gente
termine por asimilar esta cultura de separar y usar los
contenedores”.
Según Dopazzo,
se cumple con el seguimiento de cada contenedor en el momento del
vaciado, con un nuevo sistema de monitoreo, además de la frecuencia
de la limpieza. “Hoy lo que vemos es que hay mucha mezcla de
residuos, que ponen cosas inadecuadas o que mueven de lugar los
contenedores porque nadie quiere tenerlo al frente de su casa.
También hay casos de vandalismo, que los rompen o que se los roban”,
detalló.
Barrios del sur
Desde la empresa
Lusa, que tiene a cargo la zona sur de la ciudad, explicaron desde el
directorio que se instalaron 1.100 contenedores y que restan colocar
400, los que se completarán en los próximos días. “Nuestro
servicio cubre la zona sur, lo que fue todo un desafío ya que antes
estábamos en el sector norte y no estaba nuestra área en las
mejores condiciones, lo que dificultó nuestro servicio”, se
sinceraron desde la firma, al responsabilizar a Cotreco, la anterior
prestataria, por la mala recolección.
“Nosotros
notamos que hay predisposición de muchos vecinos, que no solamente
sacan la basura, sino que también piden en los centros vecinales que
demos charlas para interiorizarse más en el tema de reducir,
reciclar y reutilizar. Por ejemplo, en el centro vecinal de barrio
San Pablo dimos una charla en el que participaron 33 vecinos con
muchas inquietudes y consultas. Pero también está la realidad de
que hay desinterés de muchos porque ven que otros no lo hacen y
dicen para qué reciclar”, explicaron.
Desde el
municipio precisaron que esta firma debe cumplir a corto plazo con la
instalación total de 1.470 contenedores, de los cuales 70 serán de
chapa para colocar en las zonas periféricas.
Para la
oposición, no se observan mejoras
Los cuatro meses
del nuevo sistema de recolección de basura cosecharon críticas
desde los concejales de la oposición, los que insistieron en que no
se visualizan cambios en la prestación.
“Cumplieron
casi 120 días y nada se modificó. Prometieron recolección
diferenciada, sin hacer hincapié en la información previa a los
ciudadanos, sin ampliar puntos de reciclado y lo peor es que se
entierra todo junto”, se quejó la edila de Pensando Córdoba
Victoria Flores. “Prometieron contenerización y, salvo algunos
aislados, no hay política pública de reciclado. También
prometieron terminar con la problemática de los basurales y no lo
hicieron. Lamentablemente, estamos peor que antes y con un sistema
que se lleva el 19 por ciento del presupuesto municipal sólo en
recolección”, insistió la concejala.
Para el edil
Santiago Gómez, que recientemente pasó del bloque Vamos a Unión
por Córdoba, “sólo hubo conflictos”. “Han pasado 120 días y
la realidad es que, prácticamente, no ha cambiado nada, más allá
de conflictos gremiales que en el medio resintieron el servicio. Lo
preocupante es que se confirmó lo que era un secreto a voces que fue
la salida de Cotreco, una de las adjudicatarias y que unas semanas
antes de eyectarse del sistema recibió por el decreto 3.998 un
subsidio de 137,7 millones de pesos. Hoy no sabemos si eso fue
reintegrado”, criticó Gómez.
Abelardo Losano,
concejal del PRO y candidato a intendente por Avancemos Córdoba por
Valores, coincidió con Flores en que los números de residuos secos
no aumentaron y que se mezclan con los húmedos. “Del espanto en el
que estábamos en el servicio, mejoró, pero aún no tenemos datos
del sistema. La diferenciada parece un verso porque no sabemos si va
todo al mismo lugar que los húmedos (predio Piedra Blanca)”, se
preguntó el edil. “Estoy casi seguro que esto sucede porque
recorro los puntos verdes donde se recicla y es muy poco lo que llega
para separar”, afirmó.
Recuperando el
valor de las promesas de mejora
Donde menos se
ven las mejorías es en la apuesta del nuevo sistema: la separación
y el reciclado.
por Ary
Garbovetzky
Cuando se
presentó el nuevo programa de recolección de residuos en la ciudad
de Córdoba, el intendente Ramón Mestre pidió de tres a cuatro
meses de plazo de gracia para empezar a evaluar cómo funcionaba el
sistema.
Durante un largo
mes y medio de transición se habían acumulado las bolsas en la
calle, con una recolección muy irregular producto del cambio de
prestadores del servicio. Un pedido de paciencia era lo menos que
querían escuchar los vecinos de la Capital.
Podría haber
prometido la Municipalidad de Córdoba un eficiente sistema de
recolección, sin ningún agregado, pero apostó a más: después de
casi dos décadas de las primeras experiencias de separación en
origen y recolección diferenciada, buscaría reducir el
enterramiento y recuperar valor en los desechos. Recuperando valor,
el nombre del programa, tiene origen en ese concepto.
Vencido el
período de gracia, donde menos se ven las mejorías del sistema es
en su principal apuesta: el reciclado. Hay avances en la
contenerización, que en abril se completará en toda la ciudad.
También hay un nuevo punto verde. Pero la falta de información y
cierta inconstancia inicial en la recolección diferenciada llevaron
a que muchos vecinos que empezaron a sacar sus bolsas “verdes” y
llevarlas al contenedor de los secos se desalentaran y volvieran a
poner todo junto en el tacho. Esto es lo que se cuenta en nuestro
informe especial que abre la sección Ciudadanos y que elegimos como
título principal de hoy.
Es probable que
un cambio de cultura requiera mucho más tiempo que 120 días para
ser evaluado, pero en este lapso los propios vecinos, las empresas
prestatarias y el municipio coinciden en que faltan muchas cosas por
hacer, empezando por apostar en serio a informar y a generar
conciencia.
Y a cuidar lo que
hay: empresas y vecinos denuncian que se vandalizan los contenedores
nuevos, porque la basura es un problema de todos, pero nadie quiere
tener un recipiente que se lo recuerde frente a su casa.
La clave, los
recicladores de base
por Florencia
Rojas
Implementar
sistemas de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) es
una necesidad urgente para todas las ciudades de nuestro país y de
América Latina en general. El impacto ambiental que produce la mala
gestión de residuos hace insostenible continuar con el paradigma
vigente de recolección y disposición final, concebida bajo una
lógica higienista (mantener las ciudades limpias y alejar los
residuos de ellas) que no tenía en cuenta la dimensión ambiental y
social asociada a la gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU).
En el marco de la
plataforma “Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo”
(IRR), desde la Fundación Avina promovemos la implementación de
modelos Girsu que incorporen la perspectiva de reciclaje inclusivo,
donde la solución para la gestión de la fracción de los residuos
reciclables se enfoca en reconocer y formalizar el trabajo de los
recuperadores urbanos para maximizar su aporte al recupero de
residuos reciclables para su posterior comercialización a la
industria, a través de generar condiciones adecuadas (herramientas,
recursos, capacidades, institucionalidad) para la realización de su
trabajo y, de esa forma, hacer realidad el aporte de este sector al
desarrollo de la economía circular.
Es fundamental
para que la gestión integral sea efectiva el involucramiento de los
gobiernos locales y la definición de políticas públicas y un marco
normativo que promueva la implementación de sistemas Girsu y
fortalezca la inclusión y formalización de recicladores de base en
cooperativas de trabajo. Son ellos quienes brindan un servicio
público que contribuye a disminuir el impacto ambiental que genera
la disposición indiscriminada e inadecuada de residuos.
La experiencia
del programa de reciclaje inclusivo nos lleva a promover una
estrategia integral que incluye acciones para la promoción ambiental
y educación para la minimización de generación de residuos,
separación en origen y recolección diferenciada en fracción seca y
húmeda, capacitar y dotar de herramientas adecuadas a los
recuperadores urbanos, instalación de plantas de clasificación y
acondicionamiento de la fracción seca para su reciclaje,
comercialización formal de materiales reciclables a la industria
transformadora, y cierre de basurales a cielo abierto con la correcta
disposición final de la fracción de residuos no recuperables en
rellenos sanitarios.
La Girsu con
reciclaje inclusivo es una realidad que está avanzando en toda
América latina. Cada vez son más las ciudades que dejan de mirar a
los recicladores de base sólo como una población marginal y como un
producto de la exclusión social, y empiezan a percibirlos y
tratarlos como un sector de trabajadores ambientales y una tecnología
social con conocimiento acumulado que puede ponerse al servicio del
desarrollo urbano sustentable. Todavía hay mucho camino por
recorrer, y son muchos los desafíos por afrontar para hacer realidad
esta propuesta, pero la experiencia de trabajo de Avina y la IRR en
la región y en Argentina, los resultados generados y los
aprendizajes recogidos hablan de una apuesta con potencial para
generar un cambio sistémico en la gestión de residuos que se dirija
hacia el modelo de economía circular, y desde la región para el
mundo.
Florencia Rojas es coordinadora del programa Reciclaje Inclusivo en Argentina y Fundación Avina Argentina
Fuentes:
Verónica Suppo, Basura: poco avance en la diferenciada y problemas en la zona sur, 30/03/19, La Voz del Interior. Consultado 01/04/19.
Ary Garbovetzky, Recuperando el valor de las promesas de mejora, 30/03/19, La Voz del Interior. Consultado 01/04/19.
Florencia Rojas, 30/03/19, La Voz del Interior. Consultado 01/04/19.
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