martes, 19 de febrero de 2019

Un gran basural subterráneo obstruye el sistema pluvial

En la ciudad hay sólo un camión para realizar la limpieza de las casi 8 mil bocas de tormenta que tiene Córdoba en sus redes. Por la gran cantidad de basura, lleva más de dos horas limpiar cada una.

por Tomás Vázquez

El equipo de desobstrucción de desagües de la Municipalidad de Córdoba llega al punto donde deberá realizar el segundo operativo del día, y en la unión de barrio Talleres Este y Nueva Italia lo viven como una bendición.

Dos vecinas salen de sus casas para ofrecer correr los autos y así permitir que el camión que realizará la limpieza estacione donde quiera, otro grupo observa ansioso desde el portón de su lugar de trabajo y, enfrente, una mujer abre levemente la persiana de su hogar para ver cómo trabajan durante unos minutos.

Durante la última tormenta, los 40 milímetros que cayeron convirtieron a la calle Puerto Rico en una especie de canal que ingresó a algunas casas para continuar su recorrido por Rancagua y Acapianta.

Unos días antes había sucedido algo similar, pese a que ninguna de las lluvias fue excepcional.

Las dos bocas de tormenta que se supone que deberían recibir el agua se encontraban obstruidas, impedidas de cumplir con su función. De allí la expectativa de los vecinos ante la llegada del único camión vactor que tiene la ciudad.

Con este vehículo de presión-succión se realiza el mantenimiento de las cerca de ocho mil bocas de tormenta que hay en Córdoba, con un equipo compuesto por tres personas para realizar la limpieza.

Uno controla una manguera con la que aplica presión sobre el barro que se encuentra dentro de la cámara, al mismo tiempo que otro manipula un caño conectado al camión que hace de aspiradora y mete en su depósito el contenido de la boca de tormenta. Para remover la basura acumulada, el tercero utiliza una especie de gancho de hierro de más de dos metros.

Sin embargo, un trabajo que en condiciones normales se realiza en 20 minutos demandó a este grupo casi tres horas.

Como mucho podemos hacer cuatro o cinco limpiezas por día, pero con cámaras que estén livianas. La mayoría de las veces hacemos sólo dos, porque casi todas están pesadas como ahora; es raro que te toquen livianitas. Normalmente tenemos que sacar cubiertas, repuestos de ventiladores, bolsas con animales muertos o parrillas, como en esta”, dice el encargado de conducir el camión, Luis Manzano, señalando la basura.

De la boca de tormenta sacaron cinco maderas de un mueble floreado que algún vecino desarmó y arrojó a la calle, dos parrillas de horno, una llanta, un bidón de agua, varias bolsas llenas de residuos y una enorme cantidad de hojas de palmera, cuyo exponente se encontraba a 10 metros.

Con casos como este, el equipo de desobstrucción tiene que lidiar cada día con la gran cantidad de basura que es arrojada o que cada lluvia arrastra por las calles de la ciudad, encontrando su destino final en los desagües y transformando la parte oculta de Córdoba en un gran basural.

De los 8.000 sumideros que tiene Córdoba, la mayoría son de tipo ventana de bajovereda -como el que hay en la calle Puerto Rico-. Están diseñados para su autolimpieza, para que la tierra, arena, agua e incluso pequeñas bolsas de residuos -aunque no deban ser arrojadas- sean arrastradas por un caño de 600 milímetros de diámetro interno. El problema principal es la mala conducta ciudadana al arrojar basura que obtura la salida, o dejarla en un lugar donde puede ser quitada por los animales y luego cae a la red”, explicó a La Voz el asesor de Gabinete de la Municipalidad de Córdoba Hugo Antonio Rodríguez.

Sin dejar de lado factores como la intensidad de las lluvias y la falta de mantenimiento, la conducta del ciudadano resulta determinante para entender las fallas del sistema.

No obstante, ante una situación de estas características, con la presencia constante de basura en la vía pública, la disponibilidad de tan sólo un camión y 13 personas para la limpieza de los desagües pluviales resulta al menos escasa.

El nivel del sistema de desagüe pluvial de la ciudad es el mismo que el del alumbrado público, las calles o el transporte, porque no tenemos el tren bala, sino lo que la economía nos deja. Nosotros tenemos un presupuesto y en base a eso analizamos qué obras hacer de acuerdo a la necesidad. Igualmente, en mi visión general del problema de las tormentas, la situación de las bocas de tormenta no es el mayor”, dijo Rodríguez.

Con la cantidad de barrios que se han hecho, y con cómo creció la ciudad, con un solo camión es imposible hacer el trabajo. Necesitaríamos mínimamente uno en cada sector –norte, sur, este y oeste– para tampoco perder tanto tiempo yendo de un barrio al otro. Ahora siempre estamos corriendo de atrás, yendo a donde colapsa, en vez de estar haciendo tareas de mantenimiento para que cuando llueva estén las cámaras limpias”, sostuvo Manzano.

Poco después de la limpieza realizada en Rancagua y Puerto Rico, vuelven las lluvias que se transforman en cinco centímetros de agua dentro de algunas de las casas del barrio.

La progresiva incorporación de recursos para el mantenimiento de las bocas de tormenta es un pedido de quienes se encargan de realizar el trabajo, pero la respuesta debe incorporar la conciencia ciudadana y una solución en materia de recolección de residuos, para que el basural subterráneo de Córdoba no continúe provocando anegamientos constantes de calles.

En otras ciudades ponen énfasis en la conciencia

La limpieza de alcantarillas tiene prácticamente en todas partes la misma dinámica, variando la cantidad de recursos, tanto humanos como materiales para hacer el trabajo. Se realiza la inspección de los desagües, se relevan los que están tapados o en peores condiciones y se delega la desobstrucción a cuadrillas especializas.

Los vehículos combinados de presión/succión están presentes en todas las grandes ciudades de Sudamérica y del mundo, configurándose con camiones que absorben los residuos de la red de desagotes y los transportan en tanques a plantas de tratamiento.

La limpieza de las cañerías se realiza a través de mangueras con caudales de alta presión (más de 2.000 PSI) que retira los sedimentos y obstrucciones que hay en la red para luego ser succionados y trasladados.

Este tipo de equipos son los que se pueden observar por las calles de Córdoba ante un pedido de desobstrucción, sin embargo cuando el tiempo apremia también puede ser reemplazado por un grupo humano predispuesto a ingresar a las cámaras para retirar de forma manual los materiales que tapan el curso del agua.

Una comparación cercana y siempre acorde es la de Rosario, donde la empresa Aguas Santafesinas SA está a cargo del mantenimiento y cuenta con cuatro cuadrillas.

Además, una vez al año se realiza una tarea de limpieza profunda, como la que se dispuso a mediados de enero, luego de una lluvia que provocó anegamientos en distintas parte de la ciudad.

Tras ese evento meteorológico se sumaron 10 equipos más para inspección y aseo de las bocas de tormenta, para aprovechar la capacidad del sistema pluvial de la mejor manera.

Sin embargo el pedido era el mismo que se realiza en Córdoba: conciencia vecinal.

Para solucionar el problema debe haber un mantenimiento de las bocas, que las alcantarillas estén limpias y las rejas sin bloqueos, y para esto es necesaria una gestión integral de los residuos urbanos, que incluya todas las etapas.

Ahora en Córdoba se plantea la recolección, se determinan zonas, aunque todavía no está claro cómo se va a hacer el sistema de forma integral, no hay una concientización” sostuvo Ariel Uema, consultor ambiental y docente de la Universidad Católica de Córdoba.

Ante las fallas del sistema, que no es propiedad absoluta de Córdoba, la necesidad de recurrir a cuadrillas de limpieza pone en la cantidad su punto clave.

En Perú, el mensaje vino desde el Estado, con la creación en 2018 del “Escuadrón Alcantarilla”, un equipo compuesto por 25 técnicos especializados que se mueven por todo el país haciendo trabajos en más del 10 por ciento de las redes.

La campaña además apunta al uso responsable de la red de alcantarillas, de concientización tanto a nivel de la ciudadanía como también para funcionarios.

Inaugurarán un desagüe en el norte de la ciudad

Se invirtieron más de $ 45 millones en la obra.

2.100. La obra de desagüe de la calle Mendoza estará concluida próximamente, con una longitud de conducción de más de 2 kilómetros.

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Fuente:
Un gran basural subterráneo obstruye el sistema pluvial, 17/02/19, La Voz del Interior. Consultado 19/02/19.
En otras ciudades ponen énfasis en la conciencia, 17/02/19, La Voz del Interior. Consultado 19/02/19.

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