El director de
Ambiente y Saneamiento de Villa María, Germán Tissera, habló de los desafíos
ecológicos de la actual gestión. También se refirió a El
Algarrobal como posible reserva natural y al agua “supuestamente
contaminada” del río.
por Iván Wielikosielek
¿Gris cemento o
verde esperanza? ¿De qué color será la Villa del futuro? No
hablamos dentro de cien años, sino en el futuro inmediato. Digamos,
en la Villa del 2029. Porque a juzgar por cualquier plano turístico
del presente, a los cuadraditos verdes hay que buscarlos con lupa.
Como los raros pedazos de un barco que aún no fueron “averiados”
en la “batalla naval” de los colores. En esta guerra
“antiecológica” en la que la Provincia ya se cargó el 97% del
monte nativo en favor del gris.
Por eso es que,
desde la gestión municipal, la tarea del director de Ambiente y
Saneamiento será clave para el futuro. Y el geólogo Germán Tissera
tiene a sus espaldas, sin dudas, el cargo más decisivo de todos los
que existen en la ciudad. De las mejores medidas de su gestión
dependerá que, en los planos del futuro, los cascos verdes vuelvan a
reflotar en ese mar de cemento y de ignorancia.
Ciudad con pocos
árboles
- ¿Hay una
apuesta ecológica en esta gestión o tu cargo es “uno más”?
- Hay una apuesta
muy fuerte. Y de hecho, cuando me convocó el intendente, nos
planteamos las líneas de trabajo; no sólo reforzar las líneas en
las que ya se venía trabajando, sino generar otras nuevas. Yo soy
especialista en agua y hemos trabajado en conjunto con la cooperativa
para ver su procedimiento y preservar el recurso. Te diría que esa
es la prioridad.
- ¿Concientizar
al vecino para que preserve el recurso?
- Totalmente.
Villa María es una de las ciudades de la provincia que captan agua
del subsuelo, con lo cual la calidad es superior, ya que el acuífero
está muy protegido. El agua viene de las sierras de Córdoba y tarda
unos 80 años en llegar a este lugar. O sea que es vital preservarlo.
- ¿Otra
prioridad amén del agua?
- La forestación
de la ciudad y la preservación de la arbolada. Cuando entramos,
tuvimos muchos conflictos con vecinos que piden sacar árboles de
gran tamaño de las veredas. Muchos no entienden que esos árboles
son parte de un requerimiento de la Municipalidad, que son un bien
público y una protección.
- ¿Son quejas
por roturas de veredas?
- Exacto. Pero,
como yo siempre les explico, el árbol no te rompe la vereda de un
día para el otro. Hay un largo proceso. Y si vos tenés un caño con
pérdida, por ejemplo, la raíz de ese árbol se va a desarrollar en
ese sentido. Hemos hablado mucho con los viveros para cuando
recomienden qué especies plantar.
- ¿Hay alguna
medida en especial con respecto al arbolado?
- Sí, en este
momento se está llevando a cabo un relevamiento de todos los árboles
de la ciudad. Tenemos cubierto el 30 por ciento de la ciudad y hay
barrios que tienen un 60 por ciento de déficit de árboles. La gente
que saca un árbol por problemas con la cañería no lo vuelve a
plantar, siendo que hay una ordenanza que los obliga.
- ¿Y están
haciendo cumplir esa ordenanza?
- Estamos
intimando y estamos infraccionando. Pero hay que revertir una
situación difícil, no sólo a nivel local sino mundial y que tiene
que ver con la tala indiscriminada o con la ignorancia acerca del
servicio que te presta un árbol. Los dos o tres grados que el árbol
te baja de temperatura son fundamentales. Ni hablar del oxígeno y la
sombra.
Tala y basurales
- Hace poco hubo
una tala de eucaliptus a orillas de la Avenida Savio. ¿Qué
hicieron?
- La persona que
la hizo fue un privado y fue sumamente irresponsable. Tuve la
oportunidad de hablar con él y, cuando le pregunté por qué lo
hizo, me dijo: “En mi casa tengo veinte árboles más”. Me
pareció una falta tremenda de sentido común de su parte, pese a que
era el dueño. Fue una acción muy egoísta.
- ¿No se pudo
hacer ni siquiera una multa?
- No, porque, al
ser el eucaliptus una especie que no es nativa, no está protegida.
Pero el beneficio que te dan esos árboles de 30 metros de alto y
copa frondosa sigue siendo enorme, amén de la peligrosidad de una
especie que se autopoda. De todos modos, es un recurso muy lento de
reponer.
- Otro tema
urticante es la basura. ¿Cómo están hoy por hoy?
- Estamos
haciendo campañas de concientización para que los vecinos bajen la
cantidad de residuos. Acá tiramos 2 kilos de basura cada día por
persona y eso es un promedio altísimo. ¡Son 20 toneladas de basura
por día!
- Hay lugares que
se convierten en basurales en muy poco tiempo.
- Sí, y el mejor
ejemplo es Barrancas del Río. Habían llenado la costa de basura y
nos tomó seis meses limpiarla y reforestarla. Pero terminamos en
agosto y ahora está llena de basura otra vez.
Espacios verdes y
agua clara
- En cualquier
mapa de la ciudad se ven sólo dos espacios verdes céntricos: el
Parque Pereyra y el predio Ferrourbano.
- Sí, es cierto.
Y estamos trabajando, precisamente, en generar más espacios verdes
en la ciudad, buscando los sectores apropiados. Pero esos espacios
tienen un costo muy elevado.
- ¿Harán plazas
en espacios públicos o comprarán terrenos privados?
- Estamos
evaluando las dos opciones. Sin embargo, hoy tenemos otras
prioridades, ya que las necesidades de los vecinos pasan por otro
lado. Si bien la demanda de vivir en un entorno verde y agradable
debiera ser prioritaria, la situación del país es muy distinta. Y
tenés que salir a socorrer otras urgencias, como la gente con
necesidad de viviendas. Hoy estamos experimentando un proceso de
retroceso.
- ¿Y qué opinás
de la imagen satelital de Villa María?
- Es tremenda,
porque es casi un manchón gris. Y mirá la paradoja: Ameghino, que
es el barrio más grande de la ciudad, no tiene una sola plaza. Y
estamos trabajando fuertemente para que eso cambie.
- ¿Con qué
acciones?
- Hicimos un mapa
del periurbano con la universidad para proteger a los
microproductores y que la frontera agrícola no invada la ciudad.
Hicimos la ordenanza de prohibición del uso de glifosato y ahora
queremos plantar cortinas forestales contra el viento.
- Pasemos al
agua, que es tu especialidad. Muchos papás no dejan que sus hijos se
metan al río porque dicen que está contaminado. ¿Qué decís?
- No es así. Yo
trabajé en 2016 y 2017 haciendo mediciones de caudal y calidad de
agua. Y la calidad del agua supuestamente contaminada es buena,
porque el río tiene un poder de depuración muy importante. Pensá
que hay más de 300 mil personas viviendo en la ribera. Y tanto Río
Tercero como Villa Ascasubi, Pampayasta, Villa María, Ballesteros
Sud, Morrison y Bell Ville tiran sus afluentes industriales, pero
igual el agua es buena.
- Hace poco un
estudio de la UTN decía lo contrario.
- Esos chicos
hicieron un estudio donde decían que había bacterias. Pero era un
estudio de agua superficial, donde hay materia fecal o animales que
se arriman al agua. Si te tomás un litro de esa agua, te puede
agarrar una diarrea, pero no más que eso. El río es oscuro y cambia
de color porque es uno de los que mayor poder de transporte de
sedimento tiene. Pero para potabilizarla hay que hacer un gran
tratamiento, como el que hace Bell Ville. Pero nuestro río está
bien.
Fuente:
Fuente:
Iván Wielikosielek, “Tiramos 2 kilos de basura cada día por persona y eso es un promedio altísimo”, 04/02/19, El Puntal de Villa María. Consultado 06/02/19.
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