Es difícil
imaginar que productos perfectamente nuevos que cuestan más de
US$100 sean lanzados a la basura.
Pero lo cierto es
que objetos tan variados como juguetes, libros, máquinas de café y
hasta pañales nuevos que no se vendieron en Amazon son quemados o
tirados en grandes vertederos de basura en Francia, según denunció
el programa de investigación Capital, emitido por el canal de
televisión M6.
El programa dio a
conocer imágenes grabadas con una cámara secreta por un periodista
que se infiltró como empleado encubierto en una de las cinco bodegas
del gigante estadounidense en el país europeo.
Aunque la
práctica es legal, fue duramente criticada.
"Es una
aberración ecológica, económica y social", le dijo a la BBC
Guillaume Cahour, periodista que lideró la investigación.
"Si los
productos no se venden, Amazon le da dos opciones a los vendedores: o
se los llevan o se destruyen".
Según Cahour, el
equipo tiene evidencia de que esta situación ha ocurrido en otros
países como Estados Unidos y Reino Unido.
Mientras la
investigación denunció que 300.000 productos nuevos fueron
destruidos en tres meses, la Confederación General de Organizaciones
Sindicales (CGT) argumentó que la cifra puede llegar a tres millones
de productos en un año.
¿Qué dice
Amazon?
Amazon declaró
que hace todo lo posible para reducir el número de productos que
deben ser retornados a proveedores externos.
"Para los
productos que no pueden ser revendidos, trabajamos con organizaciones
como Solidarity Giving y el Food Bank para que sean entregados a
personas que lo necesitan".
Otro de los
argumentos de la empresa es que el destino de los productos es
responsabilidad de los proveedores que usan la plataforma para
venderlos.
Analistas del
sector han señalado que tampoco es financieramente viable para
Amazon regalar todos los productos, dado que tendría que pagar
impuestos por donaciones.
Es "más
barato" deshacerse
Según la
investigación periodística, los proveedores se deshacen de los
productos por el alto costo de mantenerlos en las bodegas de Amazon y
porque no es conveniente para ellos regresarlos a su país de origen.
Es el caso de un
vendedor de China, que le confirmó al programa que esta misma
situación se repite en distintas ciudades del mundo.
La paradoja es
que, aunque parezca insólito, a Amazon le resultaría más barato
deshacerse de los productos antes que tratar de revenderlos o
regalarlos.
El periodista
encubierto grabó imágenes que muestran cómo trabajadores lanzan a
contenedores de basura cajas de Lego sin abrir o paquetes de pañales
completamente cerrados.
Y el programa
también emitió imágenes grabadas por drones que muestran productos
que terminan en incineradores o vertederos.
El gobierno
reacciona
Las reacciones no
se hicieron esperar. Horas después de la emisión del programa,
Brune Poirson, secretaria de Estado del Ministro de Transición
Ecológica e Inclusiva, dijo que estaba "impactada" con la
denuncia y agregó que el Parlamento aprobará una ley para prohibir
este tipo de actividades.
"Empresas
como Amazon no podrán tirar a la basura productos que aún pueden
ser usados", declaró Poirson, argumentando que cualquier
plataforma de venta debe "hacerse responsable por el destino de
los productos que ofrece".
Amazon ha tenido
que enfrentar acusaciones similares en Alemania, donde los medios
locales denunciaron el año pasado que grandes cantidades de
productos -desde celulares hasta refrigeradores- eran destruidos
rutinariamente.
En Francia, la
empresa fue acusada en noviembre por organizaciones ambientalistas de
tirar montones de artículos electrónicos defectuosos y no poner en
práctica políticas de reciclaje.
Mientras que el
gobierno de Emmanuel Macron está impulsando una propuesta para que
la Unión Europea aplique un impuesto a las ganancias de gigantes
digitales como Amazon, dado que una gran parte de sus ganancias son
generadas en esa región.
Fuente:
Por qué Amazon quema y tira a la basura cientos de miles de productos nuevos, 14/01/19, BBC Mundo. Consultado 17/01/19.
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