lunes, 28 de enero de 2019

Generación distribuida, un camino al autoconsumo eléctrico

Se reglamentará la ley que permitirá generar energía en el hogar o las industrias e inyectar los excedentes al sistema.

por Juan Manuel Fernández

En muchos países se fomenta desde hace tiempo la autogeneración de energía para satisfacer las demandas de un hogar, industria o comercio. Se trata de aprovechar algún recurso renovable como la radiación solar o la fuerza del viento para producir energía a pequeña escala, de modo limpio y proveerse de electricidad para consumo propio o para inyectar el excedente a la red local.

Argentina se suma a esta tendencia de altos beneficios ambientales con bastante demora. Recién en 2017 se aprobó la Ley 27424 del “Régimen de fomento a la generación distribuida de energía integrada a la red eléctrica pública” y a fin de año la Provincia adhirió a la norma nacional y deberá reglamentar los aspectos técnicos, económicos y legales para que los usuarios se conecten a la red con un medidor bidireccional para generar su propia energía y vender los excedentes.

El gerente general de Epec, Claudio Puértolas, estima que antes de que finalice marzo estará lista la reglamentación y puesta en marcha del sistema. “La facturación que se va a usar es la que se denomina “facturación neta” en la que por la energía que se inyecta a la red el sistema paga al valor de mercado mayorista. Y la energía que el usuario vende es según la tarifa del distribuidor”.

Dependiendo del lugar y escalón tarifario, el costo de un kw hora es de 5 pesos aproximadamente pero si inyecta a la red un kw hora, ésta se pagará al valor del mercado mayorista que es de 2,5 pesos en promedio. “La idea es fomentar el autoconsumo, no el negocio de generar energía”, explicó Puértolas.

En Santa Fe

El otro modelo es el que se aplica en Santa Fe donde se promueve la generación y por eso se paga bastante más que el precio minorista del kwh para que la amortización de los equipos se produzca en un lapso menor. El modelo que aplicará en Córdoba está tomado de la experiencia de Gran Bretaña, donde dio muy buenos resultados. Aunque en España no obtuvo las adhesiones que se esperaba.

Uno de los aspectos claves de este sistema son los costos para el usuario que quiera generar su propia energía. Un módulo de potencia debería ser de un Kw pico y la referencia de costo es unos 2000 dólares el Kw instalado. También dependerá de la inversión que requiera el equipo fotovoltaico en caso de que necesite una estructura para su instalación en altura. “Este es el mínimo al que debería aspirar un autogenerador”, señaló Puértolas y agregó: “En Córdoba por cada 1 kw pico que se instale producirá 1500 Kw hora por año. Si estimamos que un usuario residencial estándar consume 200 Kw hora por mes y unos 2400 al año con un equipo como el que describimos estaría generando más de la mitad de la energía que consume”, resumió.

La producción de energía en el hogar apunta a los equipos fotovoltaicos porque son de muy bajo mantenimiento (apenas requiere limpieza con un paño para quitar el polvo) y fácil instalación. Los sistemas eólicos son muy eficientes pero tienen piezas en movimiento y demandan reparaciones por desgaste y mantenimiento periódico.

Quemar y producir electricidad

En el caso de la generación por biomasa se utiliza algún material para quemar y producir electricidad. En ciertos establecimientos agropecuarios se puede usar el rastrojo de algún cultivo o restos forestales para aprovechar la oportunidad y darle un uso productivo.

En el caso de aprovechamiento de la energía solar depende del uso que se pueda hacer consumiendo cuando se produce. Puértolas lo grafica así: “El tema dependerá de la contemporaneidad del consumo y la generación porque durante las horas de radiación solar producirá su energía pero es, tal vez, el momento que menos se consume porque la familia no está en casa por trabajo o escuela. Este sistema es ideal, por caso, para un edificio de oficinas que tendrá concentrado el mayor consumo coincidiendo con el de mayor generación”.

En el caso de una familia la justificación principal pasará por la conciencia ambiental que tenga y cómo valora el impacto benéfico de producir su energía de modo limpio. O que haga un uso inteligente del recurso en las horas de generación. De todos modos un esquema de paneles de una potencia de 1,5 kw pico, un inversor de energía y un medidor bidireccional costará algo más de 3.000 dólares y sin tener una tarifa promocional se amortizará en 13 años aproximadamente. La duración promedio de estos equipos ronda los 25 años y por eso la ecuación resulta beneficiosa. Más si se tiene en cuenta que la tarifa eléctrica tendrá subas del 30 al 50 % en este año y las ventajas se inclinan a favor de la autogeneración.

En la Provincia se estudia un plan de incentivos fiscales o créditos blandos para la compra de los equipos en consonancia con la propuesta de la Nación que destinará 500 millones en 2019 de un fideicomiso para que las provincias promuevan la generación distribuida. De esta manera se podrá comprar equipamiento con precios promocionales y alentar a la industria local para que los fabrique en el país.


Para el gerente de Epec alcanzar el 2 por ciento de la matriz total abastecida por generación distribuida sería un éxito. “Pero los modelos mundiales son muy dinámicos: en Australia hay lugares en los que la energía generada de este modo ya supera el 10 %. Por eso yo considero que es una tecnología disruptiva que va a ir de la mano de la domótica para la vivienda y si sumamos que dentro de poco tendremos autos eléctricos la energía distribuida tendrá un rol relevante en el país”.

Fuente:
Juan Manuel Fernández, Generación distribuida, un camino al autoconsumo eléctrico, 27/01/19, El Puntal de Río Cuarto.

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