por Tharanga
Yakupitiyage
NACIONES UNIDAS,
17 dic 2018 (IPS) - Los animales silvestres están siendo aniquilados
a un ritmo sin precedentes, y es culpa de los seres humanos. Pero un
nuevo acuerdo que vincule todos los factores responsables de su
desaparición podría ayudarnos a protegerlos mejor.
Preocupado por la
rapidez de la pérdida de biodiversidad, el Fondo Mundial para la
Naturaleza (WWF) llama a un nuevo acuerdo para la naturaleza y las
personas con el fin de acelerar e integrar las acciones entre tres
áreas centrales: diversidad biológica, degradación del suelo y
cambio climático.
“Las tendencias
son sorprendentes. Hacemos frente a un declive sin precedentes, que
se acelera”, subrayó el director general de WWF, Marco Lambertini,
en diálogo con IPS.
“Es un tema
global. Casi ningún país queda exento” del problema, añadió.
Y no son solo las
especies más icónicas como pandas, elefantes y tigres, apuntó.
Según el informe
de WWF “Planeta Vivo”, las poblaciones de especies vertebradas
disminuyeron casi 60 por ciento en el mundo en solo 40 años.
Solo las especies
de agua dulce sufrieron una reducción de 80 por ciento.
La disminución
de esas poblaciones fue especialmente notoria en América Central y
América del Sur, donde hay 89 por ciento menos de especies
silvestres que en 1970.
Entre los
factores que más inciden en la pérdida de diversidad biológica se
destacan actividades humanas como la reconversión en el uso de la
tierra y la sobreexplotación.
Más de 40 por
ciento de las tierras del mundo se convirtieron o se dejaron de lado
solo para la agricultura.
La Amazonia,
donde viven más de 10 por ciento de las especies del planeta, sufre
una importante deforestación y reconversión de hábitats para dar a
lugar a actividades agrícolas, como la cría de ganado y el cultivo
de soja.
Se realizaron
algunos esfuerzos para frenar y revertir prácticas dañinas, pero no
alcanzaron a evitar que desapareciera 20 por ciento de la Amazonia en
solo 50 años.
En Indonesia, los
primates sufren un alto riesgo de extinción a medida que se
destruyen las selvas para dar lugar a la producción de aceite de
palma.
“La producción
de alimentos es la mayor responsable de la pérdida de hábitats, y
muy poca gente se da cuenta de la relación entre la comida que comen
y el impacto (que su producción) tiene en la vida silvestre y en los
hábitats del mundo”, se lamentó Lambertini.
Pero eso no es
todo.
Según el
Convenio de las Naciones Unidas para la Lucha contra la
Desertificación (UNCCD), la gestión no sostenible de las tierras,
que acompaña a muchos cultivos modernos y prácticas ganaderas,
causa la degradación del suelo, y contribuye tanto a la
desertificación como a la mayor pérdida de biodiversidad.
“Con las
tendencias actuales en la producción, la urbanización y la
degradación ambiental, vemos cómo se pierden y se desperdician
muchas tierras”, remarcó la secretaria ejecutiva de la UNCCD,
Monique Barbut, en el informe Perspectiva Global de la Tierra.
“Perdemos
nuestra conexión con la tierra. Perdemos con demasiada rapidez el
agua, el suelo y la biodiversidad que son el sostén de todos los
seres vivos”, subrayó.
“No habrá un
futuro próspero, saludable ni feliz, solo un futuro con un planeta
degradado”, coincidió Lambertini.
Buscando una base
común
El UNCCD es uno
de los tres convenios surgidos de la Cumbre de la Tierra, realizada
en Río de Janeiro, en 1992. Los otros son el Convenio sobre
Diversidad Biológica y la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Cada uno es
significativo por sí solo, pero Lambertini subrayó la necesidad de
mayor integración entre los tres convenios, pues los tres tienen
puntos de contacto.
“Pedimos un
nuevo acuerdo para la naturaleza que realmente reconozca las
interdependencias y que integre; degradación del suelo, cambio
climático y conservación de la naturaleza”, indicó.
Las secretarías
ejecutivas de los tres convenios también reconocieron la
interseccionalidad de los tres temas durante la conferencia de cambio
climático de 2017, y pidieron la creación de infraestructura para
preparar un proyecto.
La oficina común
ayudará a promover una acción coordinada entre las cuestiones que
tienen en común las convenciones y tendrá fondos para proyectos
multidisciplinarios de gran escala.
Pero se ha
mencionado muy poco sobre eso desde entonces.
Al igual que el
Acuerdo de París sobre cambio climático, el “nuevo acuerdo sobre
la naturaleza y las personas” mejorará los esfuerzos de la
comunidad internacional mediante metas y objetivos ambiciosos para
frenar la pérdida de biodiversidad y proteger y recuperar la
naturaleza.
A diferencia de
la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que vencen en
2030, las metas sobre biodiversidad de los ODS, vencen en 2020, y se
espera que muchos países no estén cerca de lograrlas, dadas las
tendencias actuales.
El nuevo acuerdo
para la naturaleza sería un marco para después de 2020, y ayudaría
a los gobiernos a ponerse al día, pero también a redoblar
esfuerzos.
La última
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad accedió a
comenzar un proceso de preparación, un primer paso hacia la creación
de un nuevo marco. Pero no hubo una gran ambición, se lamentó WWF.
“El mundo
necesita despertar a los riesgos de la pérdida de biodiversidad.
Todos los actores, las empresas, los gobiernos y las personas
necesitan actuar ya, si queremos tener algún tipo de esperanza de
crear un futuro sostenible para todos y un nuevo acuerdo para la
naturaleza y las personas en 2020”, subrayó Lambertini.
“Para que
suceda, necesitamos una visión cohesionada y una fuerte voluntad
política, algo que la (14 Conferencia de las Partes) no tiene”,
apuntó.
El valor de la
naturaleza
El Índice del
Planeta Vivo calculó que los servicios que ofrece la naturaleza
ascienden a 126 billones (millón de millones) de dólares al año,
mientras también ofrece aire puro, agua limpia, alimentos y
medicamentos.
La vida silvestre
juega un papel esencial, e incluso puede ayudar a restablecer y
reconvertir el suelo.
“Solemos
olvidar que esas criaturas son fundamentales para mantener
ecosistemas, como bosques, océanos, humedales, praderas y ofrecer
los servicios que son fundamentales para nosotros”, recordó
Lambertini.
“Hay un fuerte
vínculo entre la biodiversidad y los ecosistemas y nuestra lucha
contra el cambio climático”, añadió.
Por ejemplo,
aproximadamente 87 por ciento de las especies de plantas con flor
dependen de animales para su polinización, y los cultivos que
dependen de ellos de forma parcial para su polinización representan
35 por ciento de la producción mundial de alimentos.
Los primates
también ayudan a dispersar semillas y polen y a mantener las selvas
tropicales, que desempeñan un papel fundamental en los patrones de
lluvias y en la reducción de emisiones de carbono.
En la 24 Conferencia de las Partes de la CMNUCC, realizada en Polonia este
mes, muchos participantes abogaron por soluciones naturales, como las
selvas, para ayudar a reducir 30 por ciento de las emisiones
contaminantes.
WWF urge a todos
los actores a aunar esfuerzos para crear un marco integral que ayude
a proteger el ambiente para la próxima conferencia sobre
biodiversidad, que se realizará en China en 2020.
“Es hora de
dejar de dar por sentada a la naturaleza, dependemos de ella más de
lo que ella depende de nosotros”, advirtió Lambertini.
“No dejen a la
naturaleza, la conservación del ambiente y el cambio climático como
ideas tardías, deben de encabezar el pensamiento y la planificación
tanto en el ámbito político como en el económico”, concluyó.
Traducción:
Verónica Firme
Fuente:
Tharanga Yakupitiyage, Se busca nuevo acuerdo para la naturaleza, 17/12/18, Inter Press Service.
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