Polonia, 15 de
diciembre de 2018 - Sólo dos meses después de la publicación del
informe del Panel Intergubernamental en Cambio Climático (IPCC),
integrado por los máximos especialistas en clima de Naciones Unidas,
que advierte que quedan doce años para salvar el futuro del planeta
y no superar 1,5ºC la temperatura global, la Cumbre Internacional
del clima (COP24) finalizó sin ninguna promesa clara de intensificar
la acción climática y sólo se lograron avances parciales en
cuestiones de procedimiento.
"La ambición
climática no significa otra cosa que ser coherentes entre lo que la
ciencia demostró necesario y las políticas domésticas de los
países, principalmente en materia de energía y deforestación",
dijo Mauro Fernández, coordinador de Clima y Energía de Greenpeace
en Argentina, Chile y Colombia. "Cuando el cambio climático se
convirtió en una cuestión de supervivencia para millones y en la
principal amenaza para la economía global, no hay excusas para
quemar un fósil más, o para desmontar un árbol más. Y eso en
Argentina se traduce en la necesidad de frenar Vaca Muerta y la
expansión de la frontera agropecuaria".
A pesar de las
expectativas que había en esta Cumbre, y aun habiéndose aprobado el
libro de reglas para la implementación del Acuerdo de París, no se
llegó a un compromiso colectivo claro para mejorar los objetivos
específicos en cuanto a la acción climática, en relación a las
Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs).
Según la
Directora Ejecutiva de Greenpeace International, Jennifer Morgan, "Un
año de desastres climáticos y una terrible advertencia de los
mejores científicos del mundo debería haber conducido a mucho más
aquí en Katowice. En vez de eso, los gobiernos han defraudado al
mundo otra vez. Han ignorado la ciencia y, al hacerlo, han ignorado
la difícil situación de las personas vulnerables. Reconocer la
urgencia de una mayor ambición y adoptar un conjunto de normas para
la acción climática no es suficiente cuando naciones enteras se
enfrentan a la extinción. Sin una acción inmediata, ni siquiera las
normas más estrictas nos llevarán a ninguna parte. La gente
esperaba acción y eso es lo que los gobiernos no lograron. Esto es
moralmente inaceptable y ahora deben llevarse consigo la indignación
de la gente y volver a la cumbre del Secretario General de la ONU en
2019, con unos objetivos de acción climática más ambiciosos".
Greenpeace insta
a los gobiernos a que intensifiquen sus acciones de inmediato y
demuestren que han escuchado las demandas de los pueblos de todo el
mundo. La inclusión del informe del IPCC en el resultado de la COP24
debería ser ese llamamiento a la acción, una acción que se ajuste
al ritmo y la escala de la amenaza.
Si París fijó
el destino, el nuevo libro de reglas es la hoja de ruta para llegar,
con reglamentación y normas comunes vinculantes para la
transparencia y la revisión. Estas normas garantizan una mejor
comparación para medir la acción climática y tiene en cuenta las
preocupaciones de los países vulnerables. Llegar a este libro de
reglas ha sido todo un reto y demuestra la determinación de las
principales economías emergentes de aumentar esfuerzos. Además,
proporciona un fuerte apoyo al multilateralismo, mostrando que, a
pesar de la turbulenta geopolítica, todavía es posible contar con
normas sólidas. Estas reglas ahora proporcionan una columna
vertebral al Acuerdo de París y aseguran que los países, con el
tiempo, asuman mayores responsabilidades y rindan cuentas.
"Seguimos
siendo testigos de una división irresponsable entre los estados
vulnerables y los que bloquean o ralentizan la acción climática. La
gente está indignada por esta injusticia y está tomando medidas
para defender sus hogares y presionando a sus líderes para que
actúen. Estas personas son la esperanza de nuestra generación y los
gobiernos deben finalmente estar con todas ellas, dando razones para
la esperanza" concluyó Morgan.
Fuente:
La Cumbre Mundial del Clima terminó con gusto a poco, 15/12/18, Greenpeace Argentina.
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