lunes, 17 de diciembre de 2018

La Cumbre Mundial del Clima terminó con gusto a poco

Polonia, 15 de diciembre de 2018 - Sólo dos meses después de la publicación del informe del Panel Intergubernamental en Cambio Climático (IPCC), integrado por los máximos especialistas en clima de Naciones Unidas, que advierte que quedan doce años para salvar el futuro del planeta y no superar 1,5ºC la temperatura global, la Cumbre Internacional del clima (COP24) finalizó sin ninguna promesa clara de intensificar la acción climática y sólo se lograron avances parciales en cuestiones de procedimiento.

"La ambición climática no significa otra cosa que ser coherentes entre lo que la ciencia demostró necesario y las políticas domésticas de los países, principalmente en materia de energía y deforestación", dijo Mauro Fernández, coordinador de Clima y Energía de Greenpeace en Argentina, Chile y Colombia. "Cuando el cambio climático se convirtió en una cuestión de supervivencia para millones y en la principal amenaza para la economía global, no hay excusas para quemar un fósil más, o para desmontar un árbol más. Y eso en Argentina se traduce en la necesidad de frenar Vaca Muerta y la expansión de la frontera agropecuaria".

A pesar de las expectativas que había en esta Cumbre, y aun habiéndose aprobado el libro de reglas para la implementación del Acuerdo de París, no se llegó a un compromiso colectivo claro para mejorar los objetivos específicos en cuanto a la acción climática, en relación a las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs).

Según la Directora Ejecutiva de Greenpeace International, Jennifer Morgan, "Un año de desastres climáticos y una terrible advertencia de los mejores científicos del mundo debería haber conducido a mucho más aquí en Katowice. En vez de eso, los gobiernos han defraudado al mundo otra vez. Han ignorado la ciencia y, al hacerlo, han ignorado la difícil situación de las personas vulnerables. Reconocer la urgencia de una mayor ambición y adoptar un conjunto de normas para la acción climática no es suficiente cuando naciones enteras se enfrentan a la extinción. Sin una acción inmediata, ni siquiera las normas más estrictas nos llevarán a ninguna parte. La gente esperaba acción y eso es lo que los gobiernos no lograron. Esto es moralmente inaceptable y ahora deben llevarse consigo la indignación de la gente y volver a la cumbre del Secretario General de la ONU en 2019, con unos objetivos de acción climática más ambiciosos".

Greenpeace insta a los gobiernos a que intensifiquen sus acciones de inmediato y demuestren que han escuchado las demandas de los pueblos de todo el mundo. La inclusión del informe del IPCC en el resultado de la COP24 debería ser ese llamamiento a la acción, una acción que se ajuste al ritmo y la escala de la amenaza.

Si París fijó el destino, el nuevo libro de reglas es la hoja de ruta para llegar, con reglamentación y normas comunes vinculantes para la transparencia y la revisión. Estas normas garantizan una mejor comparación para medir la acción climática y tiene en cuenta las preocupaciones de los países vulnerables. Llegar a este libro de reglas ha sido todo un reto y demuestra la determinación de las principales economías emergentes de aumentar esfuerzos. Además, proporciona un fuerte apoyo al multilateralismo, mostrando que, a pesar de la turbulenta geopolítica, todavía es posible contar con normas sólidas. Estas reglas ahora proporcionan una columna vertebral al Acuerdo de París y aseguran que los países, con el tiempo, asuman mayores responsabilidades y rindan cuentas.

"Seguimos siendo testigos de una división irresponsable entre los estados vulnerables y los que bloquean o ralentizan la acción climática. La gente está indignada por esta injusticia y está tomando medidas para defender sus hogares y presionando a sus líderes para que actúen. Estas personas son la esperanza de nuestra generación y los gobiernos deben finalmente estar con todas ellas, dando razones para la esperanza" concluyó Morgan.

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