Antes de la
Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP24) en Polonia, para Alemania
no es claro el panorama. Los populistas también amenazan con medidas
contra el calentamiento global.
por Jens Thurau
El próximo
lunes, la ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze, viajará
a Polonia para dar inicio a la Cumbre del Clima de Naciones Unidas
(COP24). Probablemente tendrá que enfrentarse allí a algunas
preguntas críticas, especialmente por parte de los Estados más
pobres de los 190 miembros de la ONU. Eso es porque Alemania, la
antigua pionera del clima, se está debilitando: el ambicioso
objetivo, de ahorrar el 40 por ciento de los gases de efecto
invernadero para el 2020, es difícil de alcanzar.
A pesar de los
planes sobre el abandono del carbón como fuente de energía, la
ministra no podrá dar una fecha exacta sobre cuándo cesará
Alemania su producción de lignito, perjudicial para el clima. La
comisión de expertos, responsable de esta tarea, simplemente no
alcanzó a terminar a tiempo dicho trabajo.
En enero debería
quedar claro cuándo Alemania detendrá la producción de lignito:
¿en 10 años o mucho después?
El líder del
Partido Verde, Anton Hofreiter, lo resumió así en el Parlamento
este jueves (29.11.2018): "El Gobierno Federal tropezó el
camino de esta conferencia climática.”
El cambio
climático se hace notar en Alemania
Schulze señaló,
una vez más, que las consecuencias del cambio climático son
tangibles en todo el mundo: "En las semanas pasadas, pueblos
enteros en California fueron arrasados por los incendios forestales.
El grave temporal en Italia dejó muchas víctimas mortales. En
Alemania tenemos la sequía que dejó el verano. Y los bosques están
ahora bajo presión.”
Malas noticias
desde Brasil
El debate en el
Bundestag se realizó en un día en el que la Organización
Metereológica de las Naciones Unidas (OMM) abordó nuevamente un
llamamiento urgente a los países del mundo: la humanidad no logra
todavía detener el efecto invernadero. Si la tendencia continúa, la
temperatura aumentará de tres a cinco grados centígrados a finales
del siglo. Los expertos habían exigido un máximo de dos grados,
mejor aún: de 1,5 grados.
Ese mismo día,
otro mensaje dejó en claro lo impopular de la lucha contra los gases
de efecto invernadero en muchos países del mundo. El nuevo gobierno
populista brasileño anunció que, al contrario de lo que se pensaba,
no será la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático el próximo año: no hay deseos de protección del
clima en la región amazónica. Una mala señal, también para la
conferencia en Katowice.
Mayores emisiones
que China e India per cápita
Con excepción de
los populistas de extrema derecha "Alternativa para Alemania”
(AfD), en el Bundestag alemán existe consenso entre los partidos
sobre lo que se debe luchar contra el cambio climático. Sin embargo
las opiniones acerca de cómo hacerlo están lejos de la realidad. La
ministra recalcó que, a pesar de todos los esfuerzos para promover
las energías renovables en Alemania, las emisiones siguen siendo
demasiado altas: "Alemania es, en términos absolutos, el sexto
mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. También de
las emisiones per cápita, con poco menos de nueve toneladas por año,
ubicándose en el duodécimo lugar, por delante de China e India ",
subrayó SvenjaSchulze.
Carbón, clave en
las próximas decisiones
Eso se puede ver
de varias formas. El diputado del FDP Frank Sitta calcula que
Alemania es responsable del 2,37 por ciento de los gases de efecto
invernadero a nivel global: "No cambiaríamos mucho en términos
de cambio climático si detuviéramos toda la actividad económica
mañana, y no sirve de nada creer eso", señaló en el debate en
el Bundestag alemán.
Aunque los
representantes de los Verdes no han exigido el cese de todas las
actividades económicas, las críticas hacia ellos continúan. En la
comisión, que debe regular la salida del carbón, los Verdes, sobre
todo, junto con grupos ambientalistas, exigen una salida rápida del
carbón. Debido a esto, representantes de los Estados del Este de
Alemania, donde hay compañías carboníferas, temen una pérdida
masiva de empleos y, como resultado, un fortalecimiento de los
populistas de derecha. La cuestión del carbón actualmente está
paralizando la política climática alemana. Eso es lo que deja en
claro nuevamente el debate.
1.500 millones de
euros para proyectos climáticos
La Unión Social
Cristiana (CSU) también advierte sobre objetivos climáticos
nacionales demasiado ambiciosos. La diputada conservadora Anja
Weisgerber dijo: "Contemplar la política climática solo desde
el punto de vista nacional es lo que hacemos. También los países en
desarrollo y emergentes han establecido objetivos propios que desean
alcanzar".
Berlín hará
cada vez más por esos países: Alemania duplicó, antes de la
conferencia en Polonia, su participación en el Fondo Verde para el
Clima, que distribuye fondos a los países más pobres bajo los
auspicios de las Naciones Unidas, a 1.500 millones de euros.
Los populistas y
la protección del clima
Populistas de
derecha como en Brasil, también los hay en el Bundestag. En opinión
de la AfD, miles de expertos en el clima en todo el mundo están
equivocados: aunque hay un aumento de temperatura, el hombre, con su
modo de producción, no tiene la culpa, dijo el diputado de dicho
partido Karsten Hilse: "No hay una sola prueba científica,
nada”, aseguró.
La ministra
Svenja Schulze también se enfrentará en Katowice con los gobiernos
que no quieren tener nada que ver con la lucha contra el cambio
climático: con Brasil e Italia, e incluso con Australia, actualmente
se hace difícil lograr progresos, a pesar de todas las advertencias
de los científicos.
Deutsche Welle es
la emisora internacional de Alemania y produce periodismo
independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube
|
Fuente:
Jens Thurau, Alemania y el clima: ¿se debe parar extracción del carbón?, 30/11/18, Deutsche Welle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario