La nueva traza
será por el oeste y no por la montaña. Se pretende iniciarla en
2019. El cruce de Bialet Massé, el gran dilema.
por Fernando
Colautti
Tras meses de
intensas polémicas por el trazado de la nueva autovía que
atravesaría el Valle de Punilla, el 2 de octubre pasado el Gobierno
provincial anunciaba el archivo de su proyecto que avanzaba sobre el
pie de montaña. A la vez, afirmaba que estudiaría una nueva traza
pero no ya por el este de la colapsada ruta nacional 38, sino por el
oeste.
Ahora, a 50 días
de aquella definición y con el conflicto apagado, desde la empresa
provincial Caminos de las Sierras aseguran que se está trabajando en
el nuevo proyecto. La traza no está resuelta pero aparecen algunas
definiciones: será más extensa que la que se debatió meses atrás
y la pretensión es iniciar la obra en 2019, si es que se obtiene
financiamiento. De concretarse, sería la obra provincial más
costosa a licitar el próximo año.
El proyecto
frustrado que se debatió en audiencia pública este año comprendía
los 15 kilómetros entre la comuna de San Roque y la ciudad de
Cosquín, pasando por el este a Santa María y Bialet Massé.
Ahora, el nuevo
trazado por el oeste agregaría 11 kilómetros más para llegar hasta
la comuna de Casa Grande, a escasa distancia del conglomerado Valle
Hermoso-La Falda.
Caminos de las
Sierras es la empresa provincial a cargo del proyecto. Es la misma
que cobra peaje y mantiene la red de accesos a Córdoba y la autovía
36, que la Nación concesionó a la Provincia.
Jorge Alves, su
presidente, señaló a La Voz que ahora la prioridad es terminar la
Variante Costa Azul, que oficia como primer tramo de la nueva
autovía. “En abril o mayo estará culminada y allí deberíamos
tener resuelto el proyecto para el segundo tramo, hasta Casa Grande”,
apuntó.
La Variante Costa
Azul, de 7,5 kilómetros y en su última etapa de construcción,
evita el paso urbano por Villa Carlos Paz y llega a San Roque por un
nuevo puente sobre el dique.
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“El cambio de
traza hacia el oeste está totalmente confirmado, no hay vuelta
atrás. Tan es así que en función de eso la bajada del primer tramo
a San Roque, hasta la ruta E 55, la estamos haciendo como autovía,
de cuatro carriles. Eso lo modificamos ahora, porque estaba prevista
como una ruta simple. La traza restante partirá desde ese punto”,
anticipó Alves.
Sobre el nuevo
trazado anticipó que llegaría hasta Casa Grande y que se están
evaluando “las tres o cuatro posibilidades que aparecen sobre el
oeste”. En vez de los 15 kilómetros que se discutían meses atrás,
ahora serán más de 25.
Alves dijo que
por ahora no se evalúa apelar a institutos universitarios o
consultoras externas que elaboren el proyecto, como hizo Vialidad
Provincial con el anterior. En ese caso, se había contratado –por
8,6 millones de pesos– al Instituto de Investigación en
Infraestructura y Servicios Públicos (Iispi), de la UNC.
“Se está
trabajando con personal de Caminos de las Sierras y de Vialidad
Provincial, relevando el terreno, revisando ideas, viendo topografía
y planimetría. Cuando se definan alternativas concretas, el
gobernador decidirá con cual avanzar”, indicó el funcionario.
Como se anticipó
apenas se resolvió el cambio de trazado, el mayor dilema técnico es
el paso desde el este al oeste por Bialet Massé: sería imposible
hacerlo sin involucrar su zona urbana.
“Sí, es el
punto más complicado. Después ya se seguiría por un camino vecinal
ya existente o por otras opciones en estudio, pero esa traza ya no es
problemática porque no hay bosque ni otras dificultades”, planteó
Alves, que admitió que las opciones para Bialet Massé pasarían por
“duplicar el actual puente sobre el río Cosquín, o hacer otro más
hacia el sur, en cercanías a la Plaza Federal, o utilizar ese puente
y tomar por la vías ferroviarias”.
¿Hay fondos?
Este segundo
tramo de la autovía no figura en el Presupuesto provincial de 2019.
El presidente de Caminos de las Sierras asegura que eso no implica
que no pueda iniciarse ese año. “Que no figure no significa
demasiado, porque se está buscando financiamiento, y seguramente se
conseguirá”, dijo.
En el proyecto
anterior, se estimaba un costo de tres mil millones de pesos hasta
Cosquín. Hasta Casa Grande se estiraba a cuatro mil millones. Pero
esos números eran muy previos a la devaluación del peso. Ahora,
podrían crecer hasta el doble.
El tramo a punto
de terminarse de la Variante Costa Azul, con puente incluido,
rondaría los 2.500 millones de pesos.
Es otro proyecto:
tendrá que ir a una audiencia pública
El nuevo proyecto
empieza de cero: demandará que se elabore su estudio de impacto
ambiental y que se someta a audiencia pública.
El cambio del
trazado por el oeste es el que venían pregonando las asambleas de
vecinos, grupos ambientalistas y otros sectores que se opusieron al
proyecto oficial. Plantearon que, de todas las posibles, esa opción
era la que más impacto ambiental generaría, porque en su mayor
parte avanzaba sobre bosque nativo, atravesaba varios kilómetros de
un yacimiento de uranio que los especialistas recomendaban no
remover, e implicaba otros riesgos para el ecosistema serrano, sobre
el pie del cordón montañoso.
Por el oeste, en
cambio, no hay monte autóctono ya para afectar, no se registran
yacimientos de uranio y el terreno presenta menos pendientes y afecta
una proporción menor de espacios de montaña.
Los defensores
del proyecto oficial por el pie de montaña argumentaban que, sobre
todo, era el trazado más corto, directo y económico.
Desde ese
colectivo de agrupaciones y sectores que se movilizaron contra aquel
proyecto, insisten ahora en que para esta segunda etapa aguardan que
se abra ahora un proceso más abierto y participativo.
Una reunión
clave: un bar, testigo del cambio
En los últimos
días de septiembre, un bar de barrio Nueva Córdoba, en la capital
provincial, fue testigo de la reunión clave que destrabó el
conflicto. Fue el presidente de Caminos de las Sierras, Jorge Alves,
el que promovió el encuentro con tres referentes (uno jurídico, uno
ambientalista y uno técnico) de los grupos movilizados contra la
iniciativa oficial. Allí, Alves les anunció que, con el guiño del
gobernador, el proyecto (que ya tenía “licencia ambiental” y
podía licitarse) se desarmaba.
Razones técnicas,
quizá combinadas con económicas, y sobre todo la impresión de que
la tensión en Punilla no cesaría, motivaron el cambio. Los tres
interlocutores no sabían si creerlo. Una semana después, Alves lo
anunció públicamente. En vez de licitar, se empezaría de nuevo.
Documentos para
descargar
Fuente:
Fernando Colautti, La autovía de Punilla llegará hasta Casa Grande, 25/11/18, La Voz del Interior.
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