Desde hace 19
meses la Municipalidad de Córdoba sólo recolecta las pilas que los
vecinos depositan en los contenedores ubicados en los CPC y frente al
Palacio 6 de Julio porque no puede completar el tratamiento de estos
residuos peligrosos que con antelación se realizaba en la planta
Taym, la que fue cerrada en el marco de una causa judicial por
anegamientos en el suelo. Para el municipio, la práctica de reunir
estos desechos no es hoy un foco contaminante. Sin embargo, la
Provincia lo desaconsejó por considerar que la acumulación de esta
basura en grandes volúmenes es un riesgo ambiental y para las
personas.
Desde abril de
2013, la Municipalidad retomó el servicio de Recolección de
Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (Raee), además del
acopio de pilas y baterías en los contenedores dispuestos en los CPC
y en el Paseo Sobremonte (desde hace casi un mes están en la Plaza
de la Intendencia por arreglos en el primer espacio verde). En todos
estos puntos, se reciben, de 8 a 14, y se las coloca en tachos de 20
litros, los que son cerrados y apilados en el interior de estos
contenedores.
Sin embargo,
desde que Taym salió de operación y dejó de recibir este tipo
desechos peligrosos, el municipio acumulada nueve toneladas de pilas
y baterías sin tratamiento alguno. Y ahí está el punto de
conflicto entre la Municipalidad de Córdoba y la Provincia. ¿Es
posible acumular millones de pilas sin que generen contaminación?
La respuesta del
secretario de Ambiente provincial a La Voz, Javier Britch, fue
tajante: “Vamos a exigirles un plan de gestión ambiental de los
residuos peligrosos y con esto que planifique qué hará la
Municipalidad de Córdoba con las pilas. La concentración en el
mismo lugar es lo que contamina. Hay que evitar la concentración de
las pilas”.
Britch precisó
que desde 2009 la Provincia advirtió y desalentó al municipio para
una campaña de recolección de pilas por el poder de contaminación
que tienen estos desechos al estar concentrados y en espacios
abiertos de acceso a los vecinos.
Ante este cuadro,
y junto con el no tratamiento de estos desechos desde hace 19 meses,
la Provincia avanzará con el reclamo al municipio para que presente
un plan de acción.
“Al igual que
lo que pasa con los basurales, podemos sugerir, emplazar, pero la
Provincia no puede hacer de policía. Sí, advertimos que la
concentración genera contaminación, por lo que le vamos a pedir
cuál es la estrategia, cuál es el plan, la frecuencia y cómo se
hacen los rellenos”, insistió el funcionario, quien aseguró que
los contenedores donde se receptan tampoco son los adecuados para
almacenar las pilas. “Tienen que ser lugares cerrados, bajo techo,
algunos de los requisitos para estos residuos”, explicó.
Para la
Municipalidad, en cambio, la concentración de pilas en desuso en los
sitios habilitados genera menor impacto que el hecho de que estén
dispersas en la ciudad, en contacto con agua o con otro tipo de
residuos domiciliarios. Por esa razón, se mantiene la recolección
de esta basura, pese a que no hay fecha cierta de su tratamiento
final. Sobre todo porque hay pocas plantas de tratamiento en la
Argentina que recepten residuos peligrosos y cumplan con los procesos
para su desactivación.
Dónde llevarlas
El subsecretario
de Ambiente municipal, Sebastián Roca, explicó que se está en
trámite para que sean trasladas a Puerto San Martín, en Santa Fe,
antes de fin de año, donde el Grupo Pelco trata los residuos
industriales para reinsertarlos en un circuito de materiales
reciclados, con componentes para su reutilización. Y se mostró
sorprendido por el planteo provincial. “Tiene que quedar claro que
el acopio de pilas no es un riesgo, no es contaminante. Y nunca desde
la Provincia se hizo un señalamiento de este tipo porque se trabaja
coordinadamente con ellos desde una comisión que se reúne todo los
miércoles”, explicó el funcionario municipal, quien insistió que
los residuos aún no fueron trasladados porque resta un permiso
nacional.
Fuentes del
directorio de Pelco, la planta de tratamientos de estos desechos,
aclararon que hasta el momento la Municipalidad “sólo realizó un
pedido de cotización”. “No hay una relación contractual, más
que un pedido de costos hace meses. Tampoco hay fecha de recepción”,
se explicó.
Ante las
diferencias marcadas entre Municipalidad y Provincia sobre la
recepción o no de las pilas, el ambientalista Raúl Montenegro
señaló a La Voz que rechaza cualquier intento por cortar la cadena
de recolección. “Se generaría un impacto social, cultural y
ambiental desalentar la recolección cuando costó mucho esfuerzo y
años para convencer a la gente que no la tire con la basura en su
casa. No es ridículo ni razonable lo que plantea la Provincia, ahora
bien, la Municipalidad debería tomar los recaudos mientras sean
lugares transitorios hasta que tenga un tratamiento”, expresó.
Recomiendan que
se las clasifique y resguarde
Desde Pelco, la
planta de tratamiento de residuos peligrosos a la que la
Municipalidad de Córdoba solicitó cotización para el traslado de
pilas y baterías, explicaron que para su tratamiento se recomienda
que sean clasificadas para evitar un foco peligroso.
“El problema de
las pilas es que, antes de tirarlas, hay que clasificarlas, ya que no
todas son residuo peligroso. Las pilas alcalinas, las doble y las
triple A que se usan comúnmente, pueden disponerse normalmente,
mientras que las baterías con litio, cadmio, níquel, y otras que
contienen metales pesados, sí entran en la categoría de residuo
peligroso. Ahora bien, el problema es que una vez que se mezclan,
todo pasa a ser residuo peligroso. Y lo que se logra es aumentar el
volumen de residuos peligrosos”, precisó a La Voz Claudia Kalinec,
directora de Pelco.
También hizo
hincapié en que estos residuos “no pueden estar acopiados a la
intemperie y en lugares que no habilitados específicamente como
acopio seguro de residuos peligrosos”.
Una vez
recolectadas, la directora de Pelco sugirió el tratamiento y la
disposición de las pilas, que “consiste en encapsular los
contaminantes para evitar una movilidad al medio ambiente”.
El primer paso es
el aislamiento del contaminante. “Hay que confinarlo dentro de un
contenedor impermeable e inalterable, generalmente de polietileno de
alta densidad, o bien de PVC, que posteriormente es cerrado y
sellado”, explicó Kalinec.
En el segundo
paso, las pilas son solidificadas con un material cementicio inerte.
Tras este resultado, “este semisólido o sólido impide la
migración de contaminantes fijados en la matriz, aumentando la
resistencia mecánica a la compresión”. En la etapa final, los
contenedores son depositados en una planta temporalmente para un
ensayo de resistencia Y, finalmente, se las disponen en un relleno
con un almacenamiento de los residuos en el suelo, aislados del
ambiente.
Qué hacer con
nueve toneladas de pilas
El de las pilas
se suma a los basurales: los temas ambientales están en la mesa de
disucsión de las gestiones. Fuerte controversia por nueve toneladas
de pilas.
La ciudad de
Córdoba recicla una mínima proporción de la basura que genera. Uno
de los pocos avances en dirección de un manejo más sustentable de
los residuos fue la reposición del programa de acopio de residuos
electrónicos, para que tengan un tratamiento específico.
Pero como dice el
presidente Mauricio Macri, “pasaron cosas”: una tormenta arrasó
el predio de Taym -la única empresa habilitada para tratar los
residuos peligrosos en Córdoba- y los residuos electrónicos, con
las pilas en primer lugar, se quedaron sin destino.
Desde hace 19
meses, la Municipalidad de Córdoba junta pilas y las acumula en
contenedores. Se las saca al vecino de su casa, pero no completa el
proceso llevándolas a un lugar donde se las desactive.
La Secretaría de
Ambiente de la Provincia ve aquí un problema de contaminación y le
exige al municipio un plan de tratamiento. Y que, mientras tanto,
suspenda la recolección y deje de acopiar, porque es peor el remedio
que la enfermedad.
El de las pilas
no es el primer problema ambiental que enfrenta a ambas gestiones. Ya
Ambiente emplazó a la Municipalidad de Córdoba para que dijera qué
va a hacer para evitar la proliferación de basurales en la ciudad.
El intendente Ramón Mestre dijo que pedirá la intervención de la
Provincia, para que se aplique el Código de Convivencia provincial y
la Policía arreste a quienes viertan residuos en lugares no
habilitados.
Desde la
Provincia contestaron las declaraciones con una corrección: “No
hay ningún artículo en el Código de Convivencia provincial que
hable de perseguir a quien tire residuos en basurales a cielo
abierto. En cambio, sí existe un artículo en el Código de
Convivencia municipal que establece que es una falta. Pero es
jurisdicción del poder de policía municipal”.
Nuestro Primer
plano de hoy ofrece un acercamiento al fondo del problema y se
anticipa a una discusión sobre las pilas, los basurales y otros
conflictos ambientales que tendrá hoy representantes de la Provincia
y de la Municipalidad de Córdoba.
Fuentes:
Fuerte controversia por nueve toneladas de pilas, 19/10/18, La Voz del Interior. Consultado 20/10/18.
Recomiendan que se las clasifique y resguarde, 19/10/18, La Voz del Interior. Consultado 20/10/18.
Qué hacer con nueve toneladas de pilas, 19/10/18, La Voz del Interior. Consultado 20/10/18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario