martes, 23 de octubre de 2018

Denuncia que por fumigaciones ve afectada su producción y su salud

Alejandro García Sussely compró 4 hectáreas en Baigorria para criar aves y hacer cultivos frutales y orgánicos, pero indica que es víctima de los agrotóxicos aplicados en campos linderos. “Vivo amenazado y el Estado no actúa”, dice.

por Patricia Rossia

Alejandro García Sussely decidió dejar la ciudad hace casi 3 años y emprender su proyecto de vida, aquel que soñó por muchos años, en una pequeña chacra de 4 hectáreas en la zona rural de Coronel Baigorria.

Criador de perros de raza y gallinas que trajo de Europa, buscó un espacio natural donde desarrollar esta actividad. Pero además pretende sumar una plantación para producir algún fruto.

García Sussely no puede concretar su proyecto porque asegura que sufre las consecuencias de los agrotóxicos que sus vecinos usan para sus cultivos. Denuncia que recibe amenazas de parte de éstos y que, a pesar de las exposiciones realizadas ante Agricultura de la Provincia para que se cumpla la ley de Agroquímicos, no logra ninguna respuesta.

Su propiedad se encuentra a 8 kilómetros de Coronel Baigorria, en el paraje Cinco Esquinas, y a sólo 7 kilómetros de la autovía ruta 36.

La situación se ha vuelto terriblemente dramática porque, además de perjudicar mi salud y la de mis animales, no puedo llevar a cabo mi proyecto de cultivos orgánicos. Las plantas están afectadas y no dan frutos, todo por los agrotóxicos”, sentencia Sussely, quien a mediados de la semana pasada radicó una nueva denuncia ante el Ministerio de Agricultura de la Provincia, en el área de fiscalización.

A finales de 2015 vendí mi casa en Río Cuarto y compré 4 hectáreas para desarrollar este, que es un proyecto de toda la vida que lo pude concretar de grande. Crío gallinas de raza que traje de Europa y perros”, detalla a Puntal.

Este profesional resalta que decidió acudir a los medios para visibilizar su situación, ya que en los entes que debieran ocuparse no encuentra respuestas. “Yo necesito soluciones, no buenas intenciones”, reitera una y otra vez.

Desde su radicación en Baigorria, hace casi 3 años, viene reclamando el cumplimiento de la ley de Agroquímicos por parte de sus vecinos, pues sostiene que usan productos prohibidos y hacen fumigaciones en condiciones que no están permitidas y que afectan su propiedad y la producción.

Invertí en árboles, planté un monte frutal, además de otras especies. Más de 150, que me han demandado un gasto de $ 70 mil”, detalla.

Según denuncia García Sussely, el año pasado las fumigaciones realizadas por los vecinos deterioraron toda su arboleda, lo que le generó una gran pérdida económica.

Explica que, tras su reclamo, la empresa responsable fue sancionada con una multa que consideró irrisoria, teniendo en cuenta el daño provocado a su propiedad.

Tengo 4 hectáreas, quiero generar cultivos orgánicos y ni siquiera puedo tener una huerta porque no resiste los agrotóxicos, tengo que comprar la verdura para consumo”, insiste.

Aunque está en una zona de campos,este vecino lo que reclama es que se cumpla con la ley de Agroquímicos que regula cómo, cuándo y con qué productos fumigar.

Lo que encuentro es una desprotección absoluta por parte del Estado. Acá esta gente fumiga, mata todo y no le hacen nada; pero, si yo hiciera lo mismo, multan”, subraya.

Pido que además los productores suban las recetas fitosanitarias de lo que usan para fumigar. Pero acá también debo decir que hay otra irregularidad, porque declaran una cosa y después aplican otra. En cercanías de mi propiedad han fumigado con 2, 4D, que está prohibido por ley, y nadie hace nada”, destaca Alejandro.

Denuncias

Desde su radicación en Baigorria, Sussely hizo reclamos ante la Municipalidad de esa localidad, que adujo no tener jurisdicción para accionar. También acudió a la Policía para que concurran y hagan actas de constatación cuando se hacen las fumigaciones.

No concurren. Hace unos días hice una denuncia, pero vinieron recién hoy (por el viernes)”, se lamenta. “Es desesperante porque nadie puede hacer nada”, señala.

Respecto de las exposiciones realizadas ante el Ministerio de Agricultura, puntualiza: “En la delegación de Río Cuarto realmente estoy conforme con su atención, pero no necesito de buenas intenciones, sino de soluciones. El problema es el área de Fiscalización, que ha tomado las denuncias pero dice que no tiene suficiente gente para hacer las inspecciones”.

Vivo amenazado”

Mientras peregrina por las reparticiones oficiales, Alejandro también debe lidiar con sus vecinos, que -manifestó- lo han amenazado.

He tratado de hablar con ellos amablemente, pero esta gente me ha amenazado con romperme todo. Hay otro vecino me vino a apretar para decirme que estaban juntando firmas para sacarme de mi propia casa y hubo otro al que llamé y me dijo que, si no me gustaba cómo ellos trabajaban en el campo, que para ellos depredar es trabajar, que me fuera a vivir a la mierda, que no iban a dejar de producir por mí”, relata.

Sussely dice que como propietario le caben los mismos derechos que al resto de los vecinos: “Pago mis impuestos y cumplo con todo lo que dice la ley. Esta gente hace lo contrario y nadie los sanciona”.

A su vez, agrega que él, si pretende llevar adelante una producción orgánica y certificarla, debe pagar elevados montos, “mientras que a estos tipos que envenenan todo no les cobran nada”.

Consultado acerca de si acudió a la Justicia, reconoce que es la última herramienta que le queda. Finalizando, Alejandro García Su-ssely dice tener temor sobre su integridad: “No tengo la seguridad de que a mí o a mi propiedad no le hagan algo, a los animales que crío. Y, encima de todo, vivo contaminado”.

Fuente:
Patricia Rossia, Denuncia que por fumigaciones ve afectada su producción y su salud, 21/10/18, El Puntal de Río Cuarto.

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