India sufre la
peor crisis de agua de su historia. Rajender Singh trabaja para
restaurar el suministro hídrico a más de mil aldeas. Por el camino
ha recuperado 11 ríos mediante técnicas tradicionales.
por Jasvinder Sehgal
Es de madrugada
en la ciudad de Alwar, en el norte de India, 153 kilómetros al sur
de la capital, Nueva Delhi. Decenas de mujeres se han reunido en una
fuente pública para obtener agua para sus familias. Cada una de
ellas trae numerosos recipientes y bidones para recoger la mayor
cantidad de agua posible, ya que el suministro es limitado. Cuando
sale la última gota del grifo, las mujeres que llegaron demasiado
tarde se van con las manos vacías.
India está
sufriendo la peor crisis de agua de su historia. Millones de trabajos
están amenazados, según un informe reciente de la Institución
Nacional para la Transformación de India, un comité asesor en temas
políticos. De acuerdo con el informe, unos 200.000 indios mueren
cada año debido a un acceso inadecuado al agua potable, y 600
millones se enfrentan a lo que se denomina "estrés hídrico
extremo”.
Ese estrés es
evidente cuando el agua deja de fluir de grifos públicos como éste
en Alwar. Morchi Bai, de 55 años, se va con las manos vacías.
"No es la
primera vez que el suministro de agua se detiene antes de que llegue
mi turno. Hoy, tendré que rogarle una vez más a mi vecino por un
cubo de agua”, cuenta Bai a DW.
"El gobierno
tiene que abordar urgentemente nuestro problema”, critica.
Escasez de agua
En las zonas
rurales de India, la población pobre es particularmente vulnerable a
las condiciones meteorológicas extremas y al cambio climático. 63
millones de indios no tienen acceso a agua potable, según informa
WaterAid, una organización que promueve el suministro de agua
potable y saneamiento en todo el mundo.
Sin embargo, hay
personas que luchan por conseguir un cambio.
Una de ellas es
Rajender Singh, popularmente conocido como el "hombre del agua
de India”. Se llama así porque ha devuelto agua a más de 1000
pueblos y 11 ríos. Para ello, ha ayudado a levantar muros de tierra,
a recuperar lechos de ríos y a crear terraplenes a través de los
cuales el agua siempre está en movimiento.
Por su labor en
la gestión del agua, basado en la comunidad, ha sido galardonado con
el premio Ramón Magsaysay y el Premio del Agua de Estocolmo, nada
menos que el "Premio Nobel” del agua.
La organización
de Singh, Tarun Bharat Sangh, está ubicada a tan sólo 65 kilómetros
de Alwar, en el pueblo de Bheekampura. Pero la situación aquí es
muy diferente.
Bheekampura es
una zona naturalmente árida. Sin embargo, hay árboles frondosos de
hoja verde y, además, es un lugar donde sopla el viento. El ambiente
es agradable y seco y no se conoce el estrés hídrico. Las presas de
tierra, construidas por los lugareños para capturar y conservar el
agua de la lluvia, son muy habituales en el paisaje.
Shyoji Ram, de 92
años de edad, todavía recuerda claramente la construcción de una
de esas presas junto a sus vecinos de Bheekampura y bajo la dirección
de Rajender Singh, hace ahora 34 años. Compara un pasado oscuro con
un presente mucho más brillante.
"Hay una
gran diferencia”, dice Ram a DW. "Donde antes había tierra
estéril ahora hay agua y árboles en flor. El río que antes corría
seco ahora incluso se desborda a veces”, señala.
El pueblo
consiguió acceder de nuevo a agua potable gracias a la técnica de
Rajender. "Bloqueamos las corrientes monzónicas y usamos las
laderas para recoger agua”, explica Ram.
Las mujeres en
primera línea
Ram está dando
una charla en el llamado "Parlamento del Agua”, un foro
comunitario en el que cientos de agricultores se reúnen para
discutir temas relacionados con el agua.
El foro tiene
lugar en Bheekampura y congrega a los residentes de Alwar y de los
distritos circundantes. Se trata de una conferencia que reúne a
múltiples capas sociales de la sociedad india, hombres y mujeres de
diferentes castas y religiones. Todos comparten el mismo problema.
En el evento,
Singh agradece a la gente su esfuerzo en la protección de los
suministros locales de agua.
"Un sistema
de gestión comunitaria es el mejor método para tratar con los
recursos naturales”, afirma. "En los últimos 34 años hemos
construido 11.800 Annicuts (presas construidas en India para rellenar
tuberías de agua), diques de contención y barreras de arena.
Además, hemos podido suministrar agua a unos 250.000 pozos, que
estaban secos desde hacía mucho tiempo”, explica.
En la reunión
también explica el papel que desempeñan los "johads”, o
presas de tierra, un antiguo método indio para recoger agua de
lluvia, que puede ayudar a prevenir las inundaciones y a elevar los
niveles de agua subterránea. Las paredes bajas de la presa ayudan a
retardar el flujo de agua en la temporada de lluvias y permiten que
el agua se filtre a través de la tierra, que permanecerá allí una
vez que vuelve la sequía.
Las mujeres se
ven particularmente afectadas por la escasez de agua en la India. Una
de ellas, Lakhi Bai, del distrito de Karauli, asiste a la reunión
para aprender a combatir la grave escasez a la que se enfrenta.
"Rajender
nos aconsejó que formáramos grupos de autoayuda para mujeres.
Tenemos que construir las estructuras necesarias para capturar y
almacenar agua de lluvia”, explica a DW. Cada una de estas
estructuras puede almacenar 1.500 metros cúbicos de agua por
hectárea de tierra. Esto permite que el nivel del agua subterránea
se eleve unos seis metros. "Esto es bastante evidente de ver en
los pozos”, señala Bai.
El día en que no
quede agua
La actual crisis
de agua en India no puede posponerse, según Rajender. Hay que actuar
inmediatamente. Cree que es absolutamente esencial el desarrollo de
un sistema eficaz para la gestión y utilización del agua, que puede
ser recogida en naves de almacenamiento, o como agua subterránea.
"Cuando
India se independizó del dominio británico en 1947, 232 aldeas
carecían de suministro de agua potable. El número ha aumentado hoy
a 250.000. El riesgo de sequías se ha multiplicado por diez y la
probabilidad de inundaciones es ocho veces mayor. La mayor parte de
los cuerpos de agua están expuestos a los efectos de la
contaminación ambiental, la minería de arena y la extracción de
agua”, explica Rajender.
India alberga al
16 por ciento de la población mundial. Sin embargo, el país sólo
dispone del cuatro por ciento de agua dulce del mundo.
Se espera que la
demanda de agua se duplique para 2030. Esto podría empeorar el
problema y causar escasez de agua a cientos de millones de personas.
El secretario del
Ministerio de Recursos Hídricos de India, U.P. Singh, también es
muy consciente del problema y de la importancia de lograr un
suministro sostenible para el futuro. El país es el mayor usuario de
agua subterránea del mundo, con un 25 por ciento del consumo
mundial. "Esto se ha convertido en un problema hoy en día por
la falta de sostenibilidad. Los acuíferos se están secando, y de la
forma en que se está explotando el recurso hídrico, puede llegar un
día en que ya no quede agua”, lamenta.
Con un pronóstico
tan amenazador, el trabajo de Rajender Singh se vuelve aún más
valioso.
Fuente:
Jasvinder Sehgal, El “hombre del agua” de India, 14/08/18, Deutsche Welle. Consultado 15/08/18.
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