Avance de una
especie exótica en la región boscosa del Caldén.
Un estudio reveló
que la región boscosa del caldenal, que abarca gran parte de nuestra
provincia, Buenos Aires y San Luis; se encuentra en estado de alerta.
Una especie de hierba exótica, conocida también como invasora,
logró fortalecerse en las últimas décadas por sobre las especies
nativas de la zona gracias a la acción de la actividad ganadera y
del árbol dominante del ecosistema, el caldén.
Según publicó
el sitio Infobae, la especialista María Eugenia Estanga Mollica
investigó cómo la acción del ganado, junto con la presencia del
caldén -árbol endémico de La Pampa- propicia el establecimiento,
crecimiento y persistencia de la hierba invasora exótica Chenopodium
album, o quínoa blanca, en zonas rurales boscosas cercanas a la
ciudad de Santa Rosa.
Sin embargo, las
especies exóticas no sólo afectan a nuestra región, sino que es un
tipo de hierba invasora que genera problema en todo el mundo. El daño
total causado por este tipo de plantas asciende a unos 1,4 trillones
de dólares anuales, según indicó Infobae. En Argentina, se estima
que las pérdidas originadas rondan en los 3.400 millones de dólares,
representando un 0,63 % del PBI de nuestro país. Estas cifras dan una
idea de la magnitud del problema, las cuales fueron dadas a conocer
la semana pasada en un taller que se realizó en Buenos Aires.
Aunque el estudio
en el caldenal no calcula el impacto en términos económicos, la
investigadora le indicó a Infobae que la situación empeora el
panorama general: “Es necesario conservar el bosque y si bien
existe una ley, se está degradando mucho, por el uso de la ganadería
intensiva, por el avance de la frontera agrícola”.
Caldenal
El ecosistema del
caldenal está conformado por varias especies, tanto de flora como
fauna, por lo cual la invasión de este tipo de especie pone en
riesgo a la región. “Nuestros resultados sugieren que los pastos
nativos son la principal resistencia a la hierba invasora”, señaló
la investigadora.
“Sin embargo,
la quínoa blanca encuentra la forma de establecerse y prosperar bajo
los caldenes. Esto sucede ya que las vacas del bosque buscan la
sombra del árbol y dañan las gramíneas nativas con su pisoteo.
Así, la quínoa blanca sacaría ventaja de las condiciones
ambientales favorables que genera el caldén”, explicó.
La procedencia de
esta hierba invasora a nuestro país data de a fines del siglo XIX,
se cree que como muchas otras especies con semillas de interés
económico de forraje, como la alfalfa, por ejemplo. “Ya se sabe
que provienen de Europa, por su tamaño pueden haber mezclado con
otras en forma accidental y luego haber sido sembradas, por eso los
problemas se relacionan con las pasturas”, apuntó la
investigadora.
La posibilidad de
su expansión en la región, según develó el estudio, se debe en
que el suelo bajo los árboles es más rico en materia orgánica,
agua y nutrientes, así como también a que la sombra de los caldenes
amortigua la temperatura y la radiación.
“Estas
condiciones ambientales son favorables para la invasora. Para invadir
la quínoa blanca necesita espacios libres de vegetación herbácea
o, al menos, niveles bajos de abundancia de gramíneas nativas”,
señaló la especialista.
Preocupación
Consultado por la
problemática, Diego Moreno, secretario de Política Ambiental en
Recursos Naturales de la cartera nacional de Ambiente, comentó a
Infobae que la semana pasada se desarrolló un taller con
representantes provinciales para poner en común la preocupación por
la temática.
En ese sentido,
argumentó que es “fundamental trabajar en forma más integrada la
temática porque lo que necesitamos es instalar el tema como un
problema en la sociedad; y también comunicar mejor iniciativas que
se proponen, sobre todo cuando hay acciones de control o erradicación
que se deben abordar anticipadamente desde la comunicación”.
Según informó
el medio porteño, durante el encuentro se introdujo a los
participación las consecuencias que acarrea el avance de este tipo
de especies exóticas invasoras en los diferentes ecosistemas
argentinos, ya que atentan contra la conservación de la
biodiversidad de las diferentes regiones. Se trata de unas 716
especies registradas de plantas, animales algas y hongos con
potencial invasor y capaces de generar impactos negativos.
Fuente:
El caldenal pampeano en riesgo, 21/08/18, La Arena. Consultado 25/08/18.
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