Entrevista a
Noelia Urseler, investigadora. Un equipo de investigación de la UNVM
tomará muestras de agua en las primeras napas de los
establecimientos tamberos de la región para determinar los niveles
de atrazina, un componente tóxico de los herbicidas.
En los
laboratorios de la Universidad Nacional Villa María (UNVM), un
equipo de trabajo lleva adelante una investigación destinada a
evaluar el impacto de los herbicidas en las aguas subterráneas de la
región.
Precisamente,
buscan determinar si hay presencia de atrazinas, que es un componente
de uno de los herbicidas más utilizados, después del glisfosato.
“El monitoreo
se realizará en establecimientos rurales, específicamente en tambos
de la cuenca media del río Tercero, es decir, entre Pampayasta y
Ballesteros”, explicó Noelia Urseler a El Diario rural.
Los muestreos se
tomarán en tambos cercanos al río, y en una profundidad que va de
los 8 a los 30 metros, lo que se conoce como “primera napa”.
Atrazinas
La mayoría de
los herbicidas aplicados en la región para controlar hoja ancha y
gramíneas en sorgo y maíz contiene atrazinas. “Hay otros
productos que no tienen este componente, pero son igual de tóxicos”,
aclaró la agrónoma oriunda de Chazón.
Por eso, en caso
de demostrarse la contaminación, lo que sugieren al productor es que
tenga en cuenta las dosis. “Es decir, aplicarlo en caso de
necesidad y controlar la cantidad para que sea la justa”, explicó.
Está comprobado
que la ingesta humana de agua con atrazina, en niveles superiores a
lo tolerable, puede provocar problemas hormonales. “Es un
plaguicida cancerígeno que causa daños en el sistema endócrino de
los seres humanos”, expresó la investigadora.
“A nivel local,
no hay normativas precisas, pero, por ejemplo, en la Comunidad
Europea se admite la presencia de ese componente hasta 0,1 microgramo
por mililitro. Nosotros queremos saber hasta qué punto están
contaminadas las aguas subterráneas y para eso, contamos con los
laboratorios de la Universidad”, informó.
“Está
comprobado que el compuesto tiene capacidad de lixiviar, es decir, de
movilizarse hacia el agua subterránea desde el suelo y por eso allí
enfocamos la investigación”, planteó.
Además de la
contaminación del agua, también “puede alterar las comunidades
microbianas nativas que están presentes en el acuífero. También
analizaremos el impacto que tiene en esas comunidades”, agregó.
Los primeros
resultados estarían en el segundo cuatrimestre del año, aunque para
hacer la tesis tomarán los datos de las muestras que se realizarán
de manera bimestral durante un año o un año y medio.
“También vamos
a tener los resultados de la calidad físico, química y
microbiológica del agua”, expresó.
¿Hay solución?
Otra línea de
investigación que es el segundo objetivo de la tesis doctoral de la
agrónoma entrevistada, es probar un sistema biológico de
remediación para reducir la contaminación con atrazina.
“En 2012, el
grupo de investigación logró aislar una bacteria denominada
Arthrobacter sp. AAC22.., que utiliza la atrazina como fuente de
nitrógeno, es decir, la consume y la convierte en otros compuestos
que no son tóxicos”, indicó la investigadora.
El grupo de
trabajo es dirigido por la doctora Elisabeth Agostini, de la
Universidad Nacional Río Cuarto (UNRC) y la doctora Carolina
Morgante de la UNVM. También está integrado por la doctora Romina
Bachetti, ingeniera agrónoma Natalia Ingaramo, Noelia Urseler,
Florencia Caporalini y Evangelina Miloc.
Fuente:
Determinarán si hay restos de herbicidas en aguas subterráneas, 30/06/18, El Diario del Centro del País.
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