7 de junio de
2018 - Los análisis de laboratorio de muestras de agua y nieve
recolectadas durante una reciente expedición de Greenpeace a la
Antártida, han revelado la presencia de microplásticos y químicos
persistentes, respectivamente, en la mayoría de las muestras
analizadas.
“Imaginamos que
la Antártida es un área natural, pura”, dijo Estefanía González,
coordinadora de la campaña de Océanos de Greenpeace, “pero la
contaminación y el cambio climático y la pesca industrial de krill,
están dejando una huella clara y dañina de la humanidad. Los
resultados muestran que los hábitats más remotos de la Antártida
están contaminados con desechos microplásticos y químicos
peligrosos persistentes. Es urgente la creación del Santuario en el
Océano Antártico para proteger los pingüinos, las ballenas y todo
el ecosistema”.
Siete de las ocho
muestras de agua de superficie marina analizadas contenían
microplásticos, tales como microfibras (al menos un elemento
microplástico por cada litro de muestra). Además, se tomaron 9
muestras con un “manta trawl” para analizar en búsqueda de
microplásticos. Se detectaron fragmentos en dos muestras. Siete de
las nueve muestras de nieve analizadas contenían concentraciones
detectables de los químicos persistentes llamados sustancias
alquiladas perfluoradas y polifluoradas o PFC. Estos químicos se
utilizan ampliamente en muchos procesos industriales y productos de
consumo y han sido relacionados a problemas reproductivos y de
desarrollo en la fauna. Las muestras de nieve recolectadas incluían
nieve recién caída, sugiriendo que los químicos peligrosos fueron
depositados desde la atmósfera.
Hay relativamente
poca información acerca de microplásticos en aguas del Océano
Antártico, y este análisis aporta información nueva y valiosa
acerca de la presencia y el estado de dicha contaminación en la
región.
“Vimos todo
tipo de desechos de la industria pesquera en la Antártida”,
continuó Frida Bengtsson, de la campaña Protege la Antártida, de
Greenpeace. “Boyas, redes y lonas hundidas entre icebergs, lo que
fue muy triste de ver. Las quitamos del agua pero me quedó muy claro
que necesitamos mantener este área fuera de los límites de la
actividad humana si vamos a proteger a la increíble fauna de este
ecosistema”.
“Se ha
encontrado plástico en todos los rincones de nuestros océanos,
desde la Antártida hasta el Ártico y en el punto más profundo del
océano, la Fosa de las Marianas. Necesitamos actuar de manera
urgente para reducir el curso del plástico hacia nuestros mares y
necesitamos reservas marinas a gran escala, como un enorme Santuario
en el Océano Antártico, que más de 1.6 millón de personas está
pidiendo, para proteger la vida marina y nuestros océanos para las
futuras generaciones”.
Las muestras se
tomaron durante una expedición de Greenpeace que duró tres meses,
desde enero a marzo de 2018. Greenpeace estaba llevando adelante una
investigación científica, que incluía inmersiones submarinas como
parte de una campaña para crear un Santuario Oceánico en el
Antártico. A 1.8 millones de km2, sería cinco veces el tamaño de
Alemania y el área protegida más grande del planeta. El santuario
está siendo propuesto por la UE y se tomará una decisión en la
futura reunión de la Comisión del Océano Antártico (CCRVMA) en
octubre de 2018.
Notas
Informe técnico
completo del muestreo y el análisis:
Fuente:
Greenpeace descubre contaminación de plástico y químicos peligrosos en el Océano Antártico, 07/06/18, Greenpeace Argentina.
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