La Provincia ya
definió el proyecto para abrir una nueva traza entre el dique San
Roque y Cosquín. Cómo será la obra y qué se discute, a días de
la audiencia pública ambiental.
por Fernando
Colautti
La Provincia
resolvió que una de sus obras viales prioritarias entre 2018 y 2019
será una autovía que atraviese el centro y el sur del Valle de
Punilla, con un nuevo trazado paralelo a la actual y colapsada ruta
nacional 38.
La decisión de
transformar una vía simple de dos carriles en otra de cuatro con
separación central, abriendo una nueva traza, no es sólo una
cuestión de ingeniería vial. Influyen, aun más, aspectos
económicos, políticos, ambientales y de planeamiento del
desarrollo.
El proyecto
oficial genera diferentes posiciones, que repercuten incluso más
allá del valle de Punilla. Previo a la audiencia pública ambiental
convocada para el próximo viernes, se anticipan aquí las 10 claves
de ese debate abierto.
Nadie parece
discutir la necesidad de generar una nueva ruta que agilice el
tránsito. Lo que está en discusión es cuál es la traza que
produciría menos impacto ambiental e hídrico, y que a la vez
resulte conveniente para la seguridad vial y el desarrollo turístico
de la zona y razonable desde lo económico.
Nadie discute la
necesidad
La ruta 38, sobre
Punilla, es casi la misma desde hace medio siglo. Pero el tráfico se
ha multiplicado desde entonces y el avance de las zonas urbanas la
dejó sin posibilidades de ensanches. En su mayor parte, entre Carlos
Paz y La Falda, más que ruta es ya una avenida urbana. De ese modo,
genera demoras en la circulación y acrecienta la inseguridad vial.
El tránsito
diario medio anual (TDMA), medido por Vialidad Nacional, muestra para
2016 una circulación de 9.363 vehículos entre Villa Giardino y La
Cumbre. En varios puntos de travesía urbana, la cifra es mayor. En
verano, con el turismo, también aumenta: la medición de enero marca
11.500 vehículos diarios.
Es la ruta de
mayor tráfico en Córdoba, si se descartan las autopistas y autovías
existentes o en marcha. Incluso tiene más circulación que la
nacional 36, recientemente transformada en autovía. La 38 sólo es
superada por las autopistas Córdoba-Carlos Paz y Córdoba-Rosario, y
por la autovía E-53, de Sierras Chicas. Pero esas tres tienen cuatro
carriles y no los estrechos dos de la 38. La única ruta cordobesa de
dos carriles con más tránsito es la 9 norte, entre Capital y Jesús
María, que está en obras para ser pronto una autovía.
Según el
Instituto del Transporte de la Academia Nacional de Ingeniería, la
transformación de una ruta en autovía se justifica cuando el TMDA
está entre cinco mil y seis mil vehículos. Con más de 10 mil, ya
se recomienda una autopista. La diferencia básica es que esta última
no permite rotondas de derivación ni cruces con ninguna calle o
ruta, salvo mediante nudos viales sobreelevados.
Una parte del
todo
La obra que está
en discusión es una parte de un proyecto más integral del gobierno
de Córdoba. El trabajo encargado por Vialidad Provincial al
Instituto de Investigaciones en Servicios e Infraestructura (Iispi),
de la Universidad Nacional de Córdoba, fue para establecer la traza
que debería tener una nueva autovía entre el dique San Roque y La
Cumbre.
El informe
técnico plantea una obra de 47 kilómetros. La Provincia anunció
una ejecución por etapas: para este año, licitaría la primera, que
involucra 14,3 kilómetros entre San Roque y Cosquín. El proyecto
técnico y el estudio de impacto ambiental se concentran hoy sólo en
ese tramo.
Se integrará a
esa obra un tramo que está ya en ejecución desde el año pasado: la
Variante Costa Azul, que como autovía unirá la autopista Carlos
Paz-Córdoba con la comuna de San Roque, a través de un nuevo puente
sobre el lago. Ese tramo está en obra y permitirá circular desde la
Capital hacia el valle de Punilla sin atravesar la zona urbana de
Villa Carlos Paz.
El trazado
El equipo de la
UNC contratado por Vialidad Nacional (a un costo de 8.601.000 pesos)
definió que la traza más conveniente es al este de la actual ruta
38, sobre el pie de las Sierras Chicas (de allí que se la llame
alternativa “pedemontana”).
En la primera
etapa, uniría de San Roque a Cosquín, pasando al costado de Bialet
Massé y Santa María. Un punto de ubicación: la autovía “rozará”
el predio donde cada año se realiza el Cosquín Rock.
En una segunda
etapa, continuaría hasta Casa Grande y, a esa altura, el proyecto
oficial propone un “cruce” hacia el oeste de la actual ruta, para
avanzar en el tramo final por detrás de las zonas urbanas de Valle
Hermoso, La Falda, Huerta Grande y Villa Giardino, hasta La Cumbre.
Para la primera
etapa, el proyecto argumenta que el trazado “busca evitar las zonas
con algún tipo de edificación, suavizar las pendientes del terreno
y minimizar el paso por áreas de bosque nativo”. Marca que “la
superficie a afectar por ocupación específica será de 143
hectáreas”, en esos 14,3 kilómetros.
También asegura
que “se separará la traza 300 metros de la zona de Barrancas
Bermejas, de valor faunístico”, y que la autovía “no afectará
con su paso a las reservas municipales Yuspe y Camín”.
Sectores que
cuestionan el proyecto advierten que la afectación real sería muy
superior a las 143 hectáreas declamadas (plantean, como ejemplo, lo
que ya sucede en la obra sobre la variante Costa Azul) y apuntan que
este trazado, entre todos los posibles, es el que más impactará
sobre el bosque nativo.
Cómo será la
obra
El proyecto
presentado por Vialidad Provincial establece que la autovía será de
cuatro carriles de circulación (dos por mano), con un ancho promedio
total menor a 100 metros. Según se precisa, tendrá dos trochas de
7,3 metros cada una, con separador tipo New Jersey de tres metros,
banquinas externas no pavimentadas y barandas flexibles de acero.
Las
intersecciones con desvíos hacia las zonas urbanas serán mediante
rotondas. Habrá tres con derivaciones: una a la localidad de San
Roque, otra entre Bialet Massé y Santa María y una más en Cosquín.
También prevé nuevos accesos asfaltados al hospital Domingo Funes y
a la capilla San Plácido.
Se cita que se
construirán miradores, pasos de fauna, desagües para “no provocar
alteración de los cursos naturales de agua” y una densificación
con árboles en cercanías de áreas urbanas, “para reducir ruidos
y contaminación”.
También el
diseño prevé construir 11 viaductos (especies de puentes) en
sectores que atraviesen terrenos irregulares o suelos frágiles.
Apoyos y reparos
La iniciativa
recoge el apoyo del gobierno de la Provincia, que la promueve y
financia. A la vez, los intendentes –de distintas extracciones
políticas– de las cuatro localidades involucradas en el tramo en
debate (San Roque, Bialet Massé, Santa María y Cosquín)
anticiparon ya su aval al proyecto presentado.
Las objeciones
públicas conocidas hasta ahora provienen de agrupaciones
ambientalistas y afines, tanto de Punilla como provinciales. El Foro
Ambiental Córdoba apareció como la voz más consistente en esos
planteos. También hubo reparos puntuales anticipados de legisladores
provinciales opositores al oficialismo provincial.
Seguramente en la
audiencia pública ambiental prevista para el próximo viernes
quedarán explícitas esas posturas.
Una, de seis
opciones
El estudio
oficial plantea que se optó por un trazado entre seis opciones que
se analizaron. Pondera que el elegido supone un costo final más
reducido y que representa el menor recorrido entre los dos extremos
(14,3 kilómetros frente a otros que iban de 15,6 a 17,6 kilómetros).
Apunta que, además, implica un menor tiempo de tránsito: 9,8
minutos a velocidad promedio en auto, frente a otras que calcularon
entre 13 y 18 minutos. Valora que la autovía pedemontana hará de
“barrera a la expansión inmobiliaria hacia el este” serrano.
Desde el Foro
Ambiental cuestionaron “los errores groseros” del proyecto
oficial. Marcaron que el estudio comparado con las otras alternativas
fija una longitud de 11,5 kilómetros para la traza elegida (en vez
de los 14,3 que establece el propio informe). “Los valores
comparativos así se distorsionan”, plantearon. Los ambientalistas
consideraron que no ofrece garantías de que se inhiba el desarrollo
inmobiliario hacia las montañas, y advirtieron que el trazado
afectará bosque nativo, atravesará un yacimiento de uranio y no
considera “un factor climático como la niebla”, frecuente en la
altura elegida.
Las otras
variantes evaluadas fueron trazas al oeste de la actual ruta, otras
con uso parcial de la 38 existente, y la que propuso en 2011 el Iplam
(Instituto de Planificación del Área Metropolitana, ligado al
Gobierno provincial), más pegada a las áreas urbanas, pero casi sin
atravesar bosques ni faldeos.
Impacto sobre
bosque nativo
“Con esta
traza, el 76,4 por ciento atravesará zonas catalogadas como rojas
para preservación del bosque nativo”, subrayaron organizaciones
ambientalistas. “Son 10,9 de los 14,3 kilómetros previstos”,
precisaron, tras recordar que una ley provincial califica a esas
zonas rojas como de “máxima conservación”. También
cuestionaron que se hayan descartado otras alternativas que, según
consideran, habrían representado menos daño al ecosistema. “No se
priorizó la cuestión ambiental ni paisajística”, apuntaron.
El proyecto
oficial admite que se atravesarán áreas de bosque, pero sin
precisar extensiones.
Desde la
Provincia, se aclaró que la ley 9.814 vigente permite intervenir
sobre áreas rojas de bosque nativo ante proyectos de
infraestructura, de interés público, y con la condición de que se
proceda a reforestar luego.
El pliego de
licitación propuesto plantea que “la empresa contratista debe
presentar un Plan de Forestación y Remediación” de bosques
afectados por la obra.
“En cuanto a
los árboles, se deberá identificar claramente la extracción
(particularmente de autóctonos), reduciéndolo a lo estrictamente
necesario. Se debe planificar cómo se realizará la reforestación
que se exige como medida compensatoria”, plantea el texto del
proyecto oficial que avala la Provincia.
También asegura
que se exigirá la “hidrosiembra” de pasturas sobre todos los
taludes que se generen al abrir la traza.
El uranio de
Rodolfo
La autovía
atravesará un yacimiento de uranio no explotado, entre Santa María
y Cosquín, conocido como mina Rodolfo.
Julián Álvarez,
jefe de la región Centro de la Comisión Nacional de Energía
Atómica (Cnea) confirmó a La Voz que fue estudiado en la década de
1960 para su eventual explotación, pero que “se concluyó que
sería muy difícil y costoso el tratamiento”, además de que
“estaba en una zona con urbanización, por lo que no era
recomendable”.
El primer cálculo
fue que 1,8 kilómetros de la autovía pasarían sobre ese suelo. El
Foro Ambiental precisó luego que “en realidad serán cinco
kilómetros” (el 35 por ciento del recorrido). Los ambientalistas
dijeron que sería preferible evitar ese trazado para alejar riesgos
de dispersión de ese material natural.
Como respuesta,
el estudio oficial expone que “se agotarán los medios para que la
ingeniería de detalle de la obra logre que no se perturben esos
terrenos”, prometiendo que “no se moverá suelo ni roca donde se
detecte que haya valores de radiactividad por uranio no aceptables”,
y que se seguirán las recomendaciones de la Secretaría de Minería
y de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Adelantaron que en
vez de quitar suelo se agregaría en ese sector.
Desde la Cnea
plantearon que si se remueven esos terrenos debe ser con un
tratamiento adecuado y dijeron estar “predispuestos a monitorear
niveles de radiación durante la obra”.
Costo y
licitación
La ruta 38 es
nacional, pero su transformación en autovía no está en los planes
de obras de Vialidad Nacional para el bienio 2018-2019, salvo para el
tramo de la variante Costa Azul, para el que la Nación prometió
aportar fondos. El proyecto ahora en debate es de la Provincia.
La obra fue
transferida a la empresa Caminos de las Sierras, para su licitación.
Se trata de la empresa provincial a cargo de rutas y peajes de la Red
de Accesos a Córdoba (RAC) y de la nueva autovía de ruta 36, que es
nacional pero fue concesionada a la Provincia.
El presupuesto
oficial asignado para los 14,3 kilómetros del tramo entre San Roque
y Cosquín asciende a los 3.016 millones de pesos. La cifra no
incluye las expropiaciones que serán necesarias para liberar la
nueva traza.
Ese monto no
involucra el tramo en obras de la variante Costa Azul y su nuevo
puente sobre el dique San Roque, tasado en 1.300 millones de pesos el
año pasado.
Es probable que
una vez habilitada, la nueva autovía de Punilla tenga peaje. En
tanto, la Nación resolvió que en la actual ruta 38, desde julio
próximo ya no se cobrará peaje, tras rescindir esa concesión.
La audiencia
pública
Es probable que
la audiencia pública ambiental por este proyecto sea la más
convocante que se haya dado en Córdoba, desde que en 2014 se aprobó
la ley que exige ese paso.
Hasta ahora,
entre las más concurridas aparecen las que discutieron el nuevo
destino del ex-Batallón 141, en Capital, la continuidad de la
Central Nuclear de Embalse y la construcción de minidiques en el
norte provincial.
La audiencia
pública, para la cual los oradores deben inscribirse previamente,
está prevista para el próximo viernes a las 9, en el Club
Deportivo, de Santa María. La audiencia no determina un resultado:
es la Secretaría de Ambiente de Córdoba la que resuelve luego si
amerita o no conceder la licencia ambiental al proyecto debatido.
Desde grupos que
objetaron la obra, reclaman que esta instancia sea de auténtico
debate y no una mera formalidad ante un proyecto “cerrado”. El
Foro Ambiental pidió que sea cancelada, ante “los “errores
detectados” en el informe oficial.
La Secretaría de
Ambiente de Córdoba la ratificó, remarcando que se cumplieron todas
las etapas que fija la ley.
Fuente:
Fernando Colautti, Claves del debate por la autovía de Punilla, 07/05/18, La Voz del Interior. Consultado 07/05/18.
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