Los habitantes de
una ciudad austríaca propensa a las inundaciones unen fuerzas para
combatir las condiciones meteorológicas extremas. Los expertos
afirman que los lazos comunitarios protegen a las personas.
por Bob Berwyn
Herwig Türk
tenía 11 años en la primavera de 1975 cuando se mudó a su casa de
Melk, en Austria. Uno de sus primeros recuerdos es sobre las secuelas
de una inundación. Al ver la gruesa capa de lodo, que bloqueaba la
puerta de su nueva casa, se cuestionó la elección de su madre para
un nuevo hogar.
"Recuerdo
haber pensado ¿por qué alguien querría vivir en un lugar donde
crece el agua? Pero 43 años después sigo aquí”, cuenta a DW.
Durante ese
tiempo, la ciudad ha vivido repetidas inundaciones, incluyendo dos
crecidas de "una vez en un siglo” con sólo 11 años de
diferencia, en 2002 y 2013. Un incremento de inundaciones locales
extremas puede ser una coincidencia estadística, pero hay una
tendencia mundial hacia un clima cada vez más extremo.
La historia de
cómo Türk y su vecindario se han adaptado a las inundaciones es
también una lección para otras comunidades que se preparan para
futuros acontecimientos similares. Un enfoque de base para fortalecer
los lazos comunitarios y mejorar la confianza y la comunicación es
una de las formas más efectivas de proteger a las comunidades de los
efectos del cambio climático, según los expertos.
¿Adónde va el
agua?
Justo debajo de
la imponente abadía barroca de Melk, una escultura de acero
modernista documenta los niveles de inundación desde tiempos
inmemoriables. Está diseñado de tal manera que el visitante tiene
que mirar hacia arriba e imaginar que el agua está a cuatro, siete o
diez metros (13-33 pies) por encima de él. El monumento se encuentra
directamente sobre un enorme sistema de bombeo de aguas fluviales,
construido como medida de adaptación después de la inundación de
2002.
Türk pudo salvar
la mayoría de sus objetos de valor del piso inferior de su casa
antes de la inundación. Los pronósticos predijeron el peligro con
días de antelación. Inmediatamente después de las inundaciones,
Türk se centró en ayudar a sus vecinos en la reconstrucción.
"Pensamos
que el agua llegaría primero aquí, porque es el punto más bajo de
Melk”, explica Türk, refiriéndose a su calle, la Fischergasse.
"Pero los caminos del agua son impredecibles”.
Tras la
inundación de 2002, Melk comenzó a trabajar en un plan de
protección de la comunidad, incluyendo un muro de contención. La
proliferación de tales medidas generó preocupación por las
inundaciones río abajo, pero según Plöschl el volumen de agua
desviada por estructuras defensivas es tan pequeño que no aumenta
las inundaciones en otros lugares, aunque sí acelera el flujo.
Resiliencia
social
Trabajando con
los supervivientes de las inundaciones, Türk se dio cuenta de que la
comunidad necesitaba algo más que un muro físico. Fundó una
organización local para ayudar tanto a los arraigados como a los
recién llegados a prepararse frente a las consecuencias de las
inundaciones.
El grupo vecinal
se ha convertido en una organización formal, la
Interessengemeinschaft Hochwasserschutz (Comunidad de Intereses para
la Protección contra las Inundaciones), que cada año celebra una
fiesta callejera para celebrar la capacidad de recuperación y
adaptación de la Fischergasse. Los fondos recaudados se destinan a
una causa diferente cada año, incluyendo a los supervivientes de las
inundaciones.
El aspecto social
de la resiliencia de la comunidad puede ser un factor decisivo cuando
se produce una catástrofe. El año pasado, los investigadores
publicaron un estudio que comparaba las aldeas japonesas, que
sufrieron impactos similares a los del tsunami y terremoto de 2011.
Encontraron que las tasas de supervivencia eran significativamente
mayores en comunidades con fuertes lazos sociales y altos niveles de
confianza e interacción.
Según Maarten
van Aalst, director del Centro de Climatología de la Cruz Roja y de
la Media Luna Roja, los grupos comunitarios también desempeñan un
papel importante en la gestión del riesgo.
"Una mejor
gestión del riesgo puede requerir decisiones difíciles, y esas
decisiones deben ser apoyadas por las comunidades afectadas, tanto
durante la propia inundación, si se da el caso, como en las
intervenciones, tales como cambios en el uso de la tierra, en la
construcción de infraestructura protectora o en soluciones
ecológicas con efectos similares”, explica van Aalst a DW. "Este
tipo de iniciativas locales son clave para establecer esos vínculos”,
añade.
En Melk, los
vecinos discutieron durante años sobre el nuevo muro de contención,
incluyendo los posibles riesgos en caso de fallo de la estructura,
según el miembro del ayuntamiento de Melk y bombero voluntario de
toda la vida, Patrick Strobl.
Cuando regresan
las inundaciones
Casas como la de
Türk, en la Fischergasse, han sobrevivido durante siglos a las
subidas y bajadas de las aguas del Danubio. Aún así, nunca han
estado expuestas al tipo de fuerzas que se desatarían si se
derrumbara el muro de contención, liberando un aluvión de agua en
el vecindario de una sola vez, según Strobl. Para evitarlo, el
bombero ha trabajado en la mejora de los planes de evacuación y de
los sistemas de alerta.
La construcción
del muro de protección comenzó en la primavera de 2013, con lo que
Türk pensó que estaría a salvo del agua. Pero en medio del
proyecto, se desarrolló un patrón meteorológico inusualmente
estancado, que parece estar relacionado con el calentamiento global.
Bombeó cantidades récord de lluvia en la región del Danubio y el
río se desbordó de nuevo, inundando la zona de construcción, así
como la casa de Türk.
A día de hoy, la
pared está terminada, pero ¿aguantará durante la próxima
inundación? Sólo el tiempo lo dirá.
"Cuando las
cosas se ponen tan extremas como en 2013, uno se replantea si debería
quedarse”, confiesa Türk. "Las gruesas paredes de estas casas
tardan al menos diez años en secarse por completo. La próxima
inundación lo pondrá a prueba. Ya veremos. Si es una inundación de
milenio, el muro probablemente no será suficiente”, teme.
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Fuente:
Bob Berwyn, Calentamiento global: ¿responsable de las crecientes inundaciones en Europa?, 08/05/18, Deutsche Welle.
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