El 11 de mayo se
debatirá en Santa María el trazado que la Provincia propone. Ayer
se conocieron finalmente detalles de la obra. La primera etapa será
entre el dique San Roque y Cosquín. El impacto ambiental, en
discusión.
Pinta para ser la
audiencia pública ambiental más concurrida que Córdoba recuerde
desde que en 2014 se sancionó la ley que exige dar ese paso previo
para todo proyecto de obra de cierta envergadura. Para el 11 de mayo
ha sido convocada esa instancia de debate respecto del proyecto para
una nueva autovía que atraviese el valle de Punilla, en forma
paralela a la actual ruta nacional 38.
La Secretaría de
Ambiente de la Provincia oficializó ayer la convocatoria. La
audiencia será en el Club Deportivo de la localidad de Santa María
de Punilla.
La necesidad de
la obra no aparece discutida. Pero suma controversias el trazado
elegido, respecto de su posible impacto ambiental.
Junto a la
convocatoria a la audiencia, como exige la ley, se publicó
finalmente ayer el proyecto de obra y el estudio de impacto ambiental
firmado por un grupo de ocho profesionales -docentes de la UNC-
contratados por Vialidad Provincial con ese fin, por 8,6 millones de
pesos.
Aunque la idea es
crear una autovía de 47 kilómetros que llegue hasta La Cumbre, el
proyecto que ahora se discute y que la Provincia pretende licitar
este año es una primera etapa, de 14,8 kilómetros, entre el dique
San Roque y la ciudad de Cosquín.
En las más de
500 páginas del informe no aparecen novedades salientes respecto de
los datos que La Voz fue anticipando en los últimos meses sobre el
proyecto.
De qué se habla
El informe
confirma que la obra se hará por el este de la actual ruta 38, al
pie de la zona montañosa, y que su presupuesto oficial es de 3.016
millones de pesos. Marca que “la superficie por afectar por
ocupación específica será de 143 hectáreas”, con un ancho
promedio menor a los 10 metros, para las cuatro vías de tránsito.
Tras remarcar la
necesidad de abrir una nueva traza que reemplace a la “angosta y
colapsada” ruta 38, el estudio plantea que se eligió un trazado
entre cuatro opciones que se analizaron.
“Busca evitar
las zonas con algún tipo de edificación, suavizar las pendientes
del terreno y minimizar el paso por áreas de bosque nativo”,
argumenta el texto.
Confirma que
tendrá tres intercambiadores con rotondas y derivaciones en las
localidades de San Roque, Santa María y Cosquín, un acceso
asfaltado al hospital Domingo Funes, alcantarillas para paso de
fauna, revegetación en los taludes de montaña que se abran para el
trazado, reforestaciones varias y una densificación con árboles en
cercanías de áreas urbanas para reducir ruidos y contaminación por
el tráfico.
También asegura
que “se separará la traza 300 metros de la zona de Barrancas
Bermejas, de valor faunístico”, y que la autovía “no afectará
con su paso a las reservas municipales Yuspe y Camín”.
“En cuanto a la
flora, se diseñó que la incidencia del proyecto sea mínima, y se
propenda a la separación del suelo vegetal (por remover por la obra)
para poder reusarlo en tareas de recomposición ambiental”, apunta
el informe, que no precisa qué porcentaje del trazado avanzará
sobre bosque nativo. En cuanto a los cuestionamientos expuestos
porque atravesaría un yacimiento de uranio cercano a Cosquín, el
estudio expone que “se agotarán los medios para que la ingeniería
de detalle de la obra logre que no se perturben estos terrenos”,
asegurando que “no se moverá suelo ni roca donde se detecte que
haya valores de radiactividad por uranio no aceptables, sea por su
presencia en profundidad o superficial”, y que se solicitará la
colaboración para reconocer el terreno de la Secretaría de Minería
de Córdoba y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea).
Sectores
ambientalistas insisten en el impacto que tendrá ese trazado
“El estudio de
impacto ambiental presentado deja muchas dudas. Termina admitiendo
que se eligió este trazado, en vez de otros posibles, por
fundamentos económicos y no expone justificaciones ambientales para
esa decisión”, marcó el biólogo Fernando Barri.
Sectores
ambientalistas confirmaron sus reparos al proyecto de la nueva
autovía de ruta 38, cuya versión oficial definitiva se conoció
ayer. Insisten en que, como venían anticipando, el 76 por ciento del
trazado elegido atravesará “zonas rojas” de bosque nativo y que
en 1,8 kilómetros pasará “por encima” del yacimiento de uranio
Rodolfo, en la zona de Cosquín.
“El estudio de
impacto ambiental presentado deja muchas dudas. Termina admitiendo
que se eligió este trazado, en vez de otros posibles, por
fundamentos económicos y no expone justificaciones ambientales para
esa decisión. No demuestran para nada que esta traza es la de menor
impacto”, marcó el biólogo Fernando Barri, investigador de la UNC
y miembro de la Coordinadora de Bosque Nativo de Córdoba.
Barri consideró
que la afectación real sobre el terreno será “mucho mayor a las
143 hectáreas que aseguran” y planteó que “en muchos aspectos,
una cosa es lo que dicen que harán y otra lo que realmente se hará”,
planteando como ejemplo “lo que ya se ve en la obra en marcha del
nuevo puente del dique San Roque”.
El ambientalista
agregó que “está mal hecha la descripción de flora y fauna del
informe” y cuestionó que el texto describa que se consultó a las
comunidades involucradas. “Es mentira que se discutió con los
vecinos. En todo caso sólo hablaron con las autoridades
municipales”, apuntó.
Agrupaciones
ambientalistas también vienen reprochando que se convoque a la
audiencia pública con un proyecto ya cerrado en sus detalles y
reclaman que esa instancia, para que tenga sentido, debería servir
para aportar mejoras y alternativas.
Fuentes:
Autovía de Punilla: proyecto definido y audiencia convocada, 20/04/18, La Voz del Interior. Consultado 20/04/18.
Sectores ambientalistas insisten en el impacto que tendrá ese trazado, 20/04/18, La Voz del Interior. Consultado 20/04/18.
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